Plaza de Toros Monumental de México D.F.
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EL SEGUNDO RESERVA
"...En fin, el vicio de los regalos ha degenerado ya hasta se la quieren llevar para España, pero se me hace que el público de allá no se va a dejar..."
La moda es el segundo reserva
No importa que se llene la plaza como sucede el 5 de febrero
Pero el banquete se lo dieron los extranjeros, ¡méndigos!, vaya que abusaron… se hartaron. Todos en segundo reserva, excepto Enrique Ponce, el valenciano se previno y el 5 de febrero puso su torete como tercer reserva, que resultó ser un novillo de Campo Real. Llegó especialmente para él, porque no crea usted que quedó de sobrero el día que se lidió aquella dehesa.
El 635 regalo de Castella, qué cinismo del galo
Por Jaime Oaxaca / México
Algunas veces habrá usted escuchado el término séptimo cajón, recordara que se refería a un toro que sin reseñarse se tenía previsto para cualquier contingencia, básicamente por si el diestro, dueño de ese toro, no triunfaba con los de la lidia ordinaria.
Llegado el caso, se recurría a ese toro de regalo que, mágicamente, aparecía sin que se supiera exactamente de dónde diablos salía. Existen algunos apoderados y gente allegada a los diestros que son unas chuchas cuereras en esos menesteres...
Más de una vez me ha tocado ver el toro de regalo que salía sin que nadie -o casi nadie- supiera cómo y más de una vez me tocó ver al juez tragando y apechugando. Siempre se trataba de un torito sin mucha presencia corporal y apenitas estaba desarrollando los cuernos; generalmente con buenas notas de tienta y sin trapío, entonces el torero se daba vuelo y terminaba cortándole las orejas.
Llegado el caso, se recurría a ese toro de regalo que, mágicamente, aparecía sin que se supiera exactamente de dónde diablos salía. Existen algunos apoderados y gente allegada a los diestros que son unas chuchas cuereras en esos menesteres...
Más de una vez me ha tocado ver el toro de regalo que salía sin que nadie -o casi nadie- supiera cómo y más de una vez me tocó ver al juez tragando y apechugando. Siempre se trataba de un torito sin mucha presencia corporal y apenitas estaba desarrollando los cuernos; generalmente con buenas notas de tienta y sin trapío, entonces el torero se daba vuelo y terminaba cortándole las orejas.
La moda es el segundo reserva
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Lo de séptimo cajón se refiere a que, generalmente, se lidian seis toros y el de regalo correspondía a ese número ordinal. Sin embargo, en la plaza México ha dejado de ser obsoleto ese famoso cajón siete, ahora se ha substituido por el ¡segundo reserva! Es mucho más cómodo porque no se tiene que transportar ningún animal, sólo hay que tener cuidado que ese torito que se tiene pensado regalar, sea colocado como segundo reserva.
Digo torito no por referirme cariñosamente a la res, literalmente así es: un torito con todas las agravantes: escaso de trapío y cornamenta. De ese segundo reserva los españoles más Castella y Ventura se despacharon con la cuchara grande en la plaza México.
Así, la temporada invernal que ha llegado a su término en la capital del país se caracterizó por los mentados toros de regalo, fue una verdadera pachanga. 14 en total se obsequiaron, Ocho los extranjeros y seis los mexicanos. Dobletearon regalos, El Zotoluco, El Payo y Castella.
Digo torito no por referirme cariñosamente a la res, literalmente así es: un torito con todas las agravantes: escaso de trapío y cornamenta. De ese segundo reserva los españoles más Castella y Ventura se despacharon con la cuchara grande en la plaza México.
Así, la temporada invernal que ha llegado a su término en la capital del país se caracterizó por los mentados toros de regalo, fue una verdadera pachanga. 14 en total se obsequiaron, Ocho los extranjeros y seis los mexicanos. Dobletearon regalos, El Zotoluco, El Payo y Castella.
No importa que se llene la plaza como sucede el 5 de febrero
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Las dos tardes que alternaron juntos los mexicanos (1ª. y 5ª.) se pusieron obsequiadores. En la inaugural Zotoluco regaló el segundo reserva porque el primero substituyó y en la quinta regaló el tercer sobrero porque también había salido ya el primero, también substituyendo.
El Payo regaló en la primera corrida uno de Santa María de Xalpa que no estaba considerado en el sorteo, dejó entorilado un teofilito (intocable) que iba con dedicatoria a Ponce. El otro regalo fue un segundo reserva porque era el único que quedaba.
José Mauricio regaló uno de Los Encinos, como los de la lidia ordinaria; Vamos, la ganadería es propiedad de su apoderado. En la última corrida, Hilda Tenorio regaló un de La Joya.
El Payo regaló en la primera corrida uno de Santa María de Xalpa que no estaba considerado en el sorteo, dejó entorilado un teofilito (intocable) que iba con dedicatoria a Ponce. El otro regalo fue un segundo reserva porque era el único que quedaba.
José Mauricio regaló uno de Los Encinos, como los de la lidia ordinaria; Vamos, la ganadería es propiedad de su apoderado. En la última corrida, Hilda Tenorio regaló un de La Joya.
Pero el banquete se lo dieron los extranjeros, ¡méndigos!, vaya que abusaron… se hartaron. Todos en segundo reserva, excepto Enrique Ponce, el valenciano se previno y el 5 de febrero puso su torete como tercer reserva, que resultó ser un novillo de Campo Real. Llegó especialmente para él, porque no crea usted que quedó de sobrero el día que se lidió aquella dehesa.
El 635 regalo de Castella, qué cinismo del galo
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Castella fue el que más se aprovechó. Pidió una ratita de Teófilo Gómez, misma que el juez de plaza -Jorge Ramos- indultó, el francés se dio gusto pegando pases como si estuviera toreando de salón. El galo pudo haber indultado otro más el 5 de febrero, éste de Garfias, pero como El Juli había cortado un rabo la semana anterior, Sebastiancito se tuvo que tirar a matar y cortó dos orejas, el remedo de toro fue otra cosita insignificante de Garfias.
En fin, el vicio de los regalos ha degenerado ya hasta se la quieren llevar para España, pero se me hace que el público de allá no se va a dejar. Ya el señor Antolín Castro se protegió y dice que no darán cuenta de esos toros. Pues qué carácter y poco aguante, a poco no les gustaría estar pendientes en la península ibérica de eso que se llama: el segundo reserva.
Opinionytoros
En fin, el vicio de los regalos ha degenerado ya hasta se la quieren llevar para España, pero se me hace que el público de allá no se va a dejar. Ya el señor Antolín Castro se protegió y dice que no darán cuenta de esos toros. Pues qué carácter y poco aguante, a poco no les gustaría estar pendientes en la península ibérica de eso que se llama: el segundo reserva.
Opinionytoros
En México al menos está previsto en la ordenanza el posible regalo del toro de reserva, aunque como bien escribe Jaime Oaxaca se de con la picaresca, el abuso y el engaño. En España es ilegal la concesión del sobrero de regalo, a pesar de ello la desfachatez de Mora y Barrera llevaron a los presidentes de Vistalegre y Valencia a infringir el reglamento ¡la propia autoridad!Esto lleva camino de la indultitis y la regalitis. Y qué poco conoce el articulista mejicano el patio español cuando cree que el público no se va a dejar. Esto ya ha quedado pa los cachondos
ResponderEliminarEstando así los toros en Méjico no me extraña que los toreros españoles quieran importarlo a España. Además de todas las ventajas y engaños que disfrutan por la cara, esta del torito de reserva les vendría muy bien. Podrían llevarlo en el maletero del carro de cuadrillas, o quizás el encierro entero, por ejemplo el de la corrida de ayer en Valencia, de Ponce, Mora, y Castella ¡Vaya jeta!
ResponderEliminarLas figuras españolas o francesas para generalizar deberían de tener verguenza y cuando vuelvan a México pedir corridas mas "hechas" para ayudar a sacar la fiesta de donde cada vez se hunde más. Por otro lado las figuritas mexicanas que no regales "toritos" para ver si los de la pensinsula les da pena y se aguantan. El arte de torear parece arte de la sin verguneza en México lindo y querido, no te acabes por fa.
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