Desde Granero (1921) hasta Paco Camino (1968)
estos fueron los triunfadores de las Fallas
CORRIDAS DE LAS FALLAS DE OTRO TIEMPO
Por Aquilino Sánchez Nodal
Madrid, 18 de Marzo de 2011
Solo el tiempo puede enseñarnos que es verdad o leyenda en los toreros. Algunas verdades no sobreviven al paso de los años pero la leyenda de los matadores de toros excepcionales perduran para siempre y engrandecen la cultura de España.
La verdad de las corridas de Fallas comenzó el año que la empresa de la plaza de toros de la calle Játiva antepuso la imaginación a la cartera. Aquellos festejos eran considerados el comienzo de la temporada española.
En 1.945 los carteles ofrecidos hicieron temblar las plazas de Madrid y Sevilla. Fue una lección que aprendieron los empresarios por ser los principales perjudicados ante la comparación de calidad y precio a favor del público valenciano. Al contrario de lo que los aficionados pensamos la competencia no es únicamente entre toreros, los empresarios antiguos mantenían una eterna batalla para conseguir las mejores combinaciones y los precios más asequibles al bolsillo de los espectadores para demostrar una mejor gestión. Al revés de lo que hacen hoy que se juntan para repartirse el botín. Sorprende el comienzo de aquel ciclo y desbarata la fórmula francesa de “un torero una corrida”, con alguna excepción ya prevista. Los carteles rematados a la baja en toros y matadores es lo común en las grandes ferias y … ¡pretenden volver a llenar los tendidos engañando al público!. Para muestra referimos las tres primeras corridas de Fallas de aquel año magnífico:
Primera: Día 17: - 8 Toros del Marqués de Albaserrada.
2 para el Caballero Rejoneador Portugués: Simao da Viega. Éxito enorme.
Los 6 restantes: Manuel Rodríguez “Manolete”: Oreja y gran ovación.
“El Andaluz”: Torero preferido en Valencia. < Torea como en su propia casa >.
Segunda: Día 18.- 6 Toros de doña Carmen de Federico:
Fermín Rivera: Anhelante hasta la exageración: Oreja en cada toro.
M. Rodríguez “Manolete”: Recibido con dureza. Imposible con su lote.
Jaime Marco “El Choni”: El primero descastado y el sexto inutilizado en varas.
Tercera: Día 19.- “Ha resultado ser una corrida de las que hay que dejar guardada en la memoria taurina”. – Escribían los acreditados plumistas.
6 Toros de la viuda de Concha y Sierra. Perfecta presentación. Dieron en canal 25 arrobas de promedio (288 Kg.) Exagerado peso para la época.
Manuel Rodríguez “Manolete” estuvo extraordinario rayando a gran altura. Sus dos faenas fueron más de lo esperado. Los dos toros de su lote se arrastraron desorejados.
Luis Gómez “El Estudiante”: Solo tiene esta corrida del ferial. Derrochó gran entusiasmo y logró una merecida oreja de su segundo.
“El Andaluz”: Como siempre entusiasmó a su público. Oreja y gran ovación. Nunca he podido entender la devoción valenciana por un matador de Sevilla. Cosas que pasan.
Lo importante; la figura, “El Monstruo”, no solo inicia Feria, se presenta en las tres primeras corridas para asegurar el abono y el interés general más allá de la afición. Se observa en este entremés la relación toros toreros: Veinte toros lidiados para un rejoneador y cinco matadores que colgaron las tres tardes el cartel de “no hay billetes” y la esperanza de éxito en el serial más largo en Julio.
Manuel Rodríguez “Manolete” contaba 28 años de edad y su fama soportaba los más duros ataques de desmistificación contra un torero que se haya visto jamás. Fueron los de siempre, los que se reencarnan todas las temporadas en contra de las máximas figuras, no siempre de forma civilizada, en este caso con poca justificación. “Manolete” era el ”mosquetón” de enganche para poder continuar el devenir de la tauromaquia. Época muy parecida a la actual pero con un poco más de hambre y miedo. A todo llegaremos mientras gobiernen estos saboteadores de la justicia. Todos los criterios se unirían un 28 de Agosto, tres años después.
La mentira es propiedad de muchos criadores de ganado de lidia. Han perdido todo su poder y su orgullo. Son los más ricos, los que más corridas venden los que menos ayudan a los aficionados por estar conchabados con los matadores y en contra de los picadores y el público. Por fin han criado toros más dóciles y domados para las figuritas. Los apoderados son simples siervos a corretaje. ¿Y los aficionados?, tan felices pidiendo trofeos, exuberantes de alegría por haber visto al famoso figurín. Esta situación de desequilibrio está mandando al matadero a ganaderías otrora principales y encastes imprescindibles. Estos serán los culpables de poner el cartel de “Cerrado por derribo” a la Fiesta Nacional.
Es necesario crear una comisión investigadora taurina con capacidad y poder ejecutivo al igual que existe en el deporte que vele por la pureza y la limpieza de los espectáculos taurinos, analice y castigue el fraude. Muchos de los “matadores Gs.” y ganaderos consentidores cambiarían o pedirían la prejubilación inmediata para esperar que pasara la tormenta perfecta.
Nadie los obliga, la profesión de torero se escoge voluntariamente y se aceptan las reglas del circo, el sacrificio, la dureza y la soledad en iguales condiciones para todos los matadores. No es honrado que algunos obtengan ventajas conseguidas fuera del ruedo con malas artes, amiguismos y pillerías. Lo que es igual no es ventajoso en libre competencia. Todos los toreros deben tener las mismas oportunidades de morir en la plaza.
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