la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 22 de mayo de 2024

Román pagó con sangre / por Pla Ventura

 
"..Llevamos muchas temporadas en que, en el transcurso de estas, caen heridos muchos toreros, no sé si producto de la mala suerte, de que quizás les falte técnica a los lidiadores; no sé, pueden ser mil razones, pero existe un denominador común llamado toro.."

Román pagó con sangre
Pla Ventura
Toros de Lidia/21 mayo, 2024
La sangre derramada ayer por Román, en la última de feria de Vic Fezensac, es algo que tiene mucha lectura. Cornada de tres trayectorias cuando llevaba el toro al caballo, todo un drama al más alto nivel y, como siempre sucede, las cornadas siempre se las llevan los mismos. Para su infelicidad, Román sabe mucho de los que son cornadas gravísimas. Ahora bien, pongámonos la mano en el pecho y analicemos la cuestión.

Llevamos muchas temporadas en que, en el transcurso de estas, caen heridos muchos toreros, no sé si producto de la mala suerte, de que quizás les falte técnica a los lidiadores; no sé, pueden ser mil razones, pero existe un denominador común llamado toro. Ya es curioso que todas las cornadas fuertes se las lleven los toreros más humildes y, para mayor escarnio, esos toros que hieren a los toreros no son de la “factoría” Domecq. Atentos que, el asunto tiene mucha miga.

Nos duele en el alma que, Román, un torero valeroso como el que más, en su carrera, ya lleva muchas cornadas y, lo que es peor, todas muy graves. Está claro que, unos toreros tienen que pagar un precio muy alto por aquello de querer ser y, los que son, apenas sufren un rasguño. ¿De verdad tendrá mucho que ver la clase de toros que lidian unos y otros? Por supuestísimo. Los toros de la factoría antes citada pueden voltearte, incluso herirte, pero, cosas del destino, apenas cogen a los toreros. Ahora bien, cuando el diestro se enfrenta a ganaderías encastadísimas y con el peligro que ello conlleva, son muchos los heridos y, lo que es peor, de suma gravedad.

Por la razón expuesta, los diestros que acuden a estas citas tan extremadamente peligrosas, de entrada, ya deben de tener el máximo respeto por parte de los aficionados porque, a priori se sabe que han comprado muchas papeletas para el sorteo hacia el hule. Román no se ha escapado, como podía haberles ocurrido a sus compañeros de terna. ¿Qué ocurre que los diestros no son capaces de adivinar el riesgo que acometen? Y tanto como lo saben, pero, en los chavales que torean poco, sabedores del riesgo que sumen, lo aceptan porque quieren ganarse a diario otro contrato. No está el toreo como para no apostar muy fuerte cada vez que un hombre humilde hace el paseíllo.

Lo raro es escapar y salir por tu propio pie de una plaza como Vic, Ceret, San Agustín de Guadalix y muchas otras plazas donde el que manda es el toro y, el torero tiene que enfrentarse a una auténtica fiera. Por ello no es nada extraño que en dichas ferias salga un torero hacia la enfermería. La prueba no es otra que, en las corridas duras es donde anida el peligro, donde más cogidas sufren los toreros y, la cuestión está clarísima; si de las corridas duras que pueden suponer un diez por cierto sobre las llamadas corridas comerciales, en las citadas en primer lugar es donde se  producen las cornadas más horribles, creo que sobran todas las palabras.

A mayor apuesta, mayor riesgo. Pero claro, este tipo de toreros que buscan una oportunidad son los que tienen que arriesgar por completo. En el primer circuito donde forman parte las figuras, el riesgo es infinitamente menor y, para colmo, si hoy no embiste el toro ya lo hará mañana, que para eso tiene firmadas actuaciones todos los días.

Respecto a Román, quiera Dios que se restablezca muy pronto y, como ha sucedido hasta ahora, que las cornadas no le minen el alma porque el cuerpo ya lo tiene lacerado por los afilados pitones de los toros duros y encastados. En casos como el suyo, además del dolor físico, intuyo que será el desencanto anímico que le producirán dichas lesiones porque, ves que has derramado mucha sangre, en ocasiones se han perdido contratos que resultaban vitales, todo un despropósito que, superarlo ya tiene un mérito increíble. Mucho ánimo para Román.

Kroos. La medida trayectoria / por HUGHES

Se va una especie de aristócrata que embelesaba un poco la gran catetez del fútbol.

La medida trayectoria

HUGHES
La Gaceta/21 de Mayo de 2024
Al principio fueron los fichajes. Se convirtieron en sagas de suspense y luego en rituales que eran como romper un matrimonio: el encuentro, el flechazo, la furtiva servilleta firmada, la negación en casa, la rebeldía, la ceremonia, el nacido para, un niño espontáneo saltando a los brazos y el estadio lleno…

Superada esa fase, los fichajes de Florentino ya se hacen solos. Se hacen orgánicamente. Los jugadores llegan al Madrid como las aves migratorias. Siguen un rumbo que conocen desde siempre y casi no hay nada que decir, ellos saben cuándo llegar y cuándo irse; puede que los clubes de origen lo intuyan desde el principio. «No digas nada. Lo sabemos» y llaman al Madrid para ofrecer una cantidad.

Como los fichajes se hacen solos, ahora se perfeccionan las despedidas, las tristes despedidas. El Madrid está desmontando un equipo histórico año a año, piedra a piedra, como una catedral que llevaran al recuerdo. Se quita la tirita lentamente.

Ahora Kroos perfecciona aun más la salida. Con la misma voluntad de control, exactitud y elegancia de su juego, Kroos decide irse en el apogeo. En el cénit. En lo alto de su curva de rendimientos, justo antes de que, como todo en la vida, comiencen a ser negativos.

Kroos se ahorra y le ahorra a los demás su decadencia. Se va en lo mejor, según un ideal que ya Zidane apuntara y que no es ni mucho menos habitual, porque lo habitual ha sido irse escalonadamente, rebañando contratos decrecientes,  retiros exóticos o decadencias tan largas que desfiguraban el recuerdo.

Kroos se quiere ir como los roqueros o los divinos, dejando un bonito cadáver. Eludiendo una ley universal. No la toques más que así es la rosa.

Tiene algo de eutanásico su adiós. Su no sufrir, no envejecer, no deteriorarse. Solo recordaremos un perfil estatuario y se nos olvidarán pronto sus primeros jadeos. Suicida Kroos al futbolista en su esplendor, cuando hasta los más críticos disfrutaban con su mirilla de cazador vestido de tweed, su rítmico mecer, su juego altivo, la cabeza tan alta como la modelo más esquiva…

Se va una especie de aristócrata que embelesaba un poco la gran catetez del fútbol.

Pero lo principal, fútbol aparte, es esa forma de irse que instituye en el Madrid pluscuamperfecto y que podría decirnos algo: irse sin que sobre nada, sin que nadie tenga que carraspear, con la trayectoria exacta, medida, como si su misma carrera, esos diez años que han pasado en nada, fueran uno de sus centros, una hermosa y callada parábola de gentileza. 

martes, 21 de mayo de 2024

La diferencia entre un toro encastado y un animal domesticado / por Pla Ventura

Emilio de Justo

"..la actitud de Emilio de Justo, un hombre que está toreando en todas las ferias podía haberse aliviado y, para demostrar su grandeza, una vez más, se enfrentó a una auténtica corrida de toros que, como todo el mundo pudo ver, además de emocionarnos a todos, con su arrojo, valor, torería y gran concepto del arte, todo ello, frente a los toros de Santa Coloma pudo haberle costado muy caro.."


La diferencia entre un toro encastado y un animal domesticado

Pla Ventura
Toros de Lidia/20 mayo, 2024
La cogida sufrida por Emilio de Justo el pasado viernes en Madrid nos ha hecho reflexionar para poder explicar, en la medida en que se pueda, la diferencia que existe, en todos los órdenes, entre un toro encastado y un animal de los que suelen lidiar las figuras del toreo consagradas. El verdadero peligro de un toro empieza por la casta, nada que ver con la bondad franciscana de esas ganaderías llamadas comerciales que, difícilmente hieren a los toreros. Y, cuidado, somos conscientes de que un toro puede hacerte daño hasta con el rabo.

Por supuesto que nadie quiere que el torero resulte herido, ni lo quiero yo ni lo quiere nadie, pero, todo es muy distinto cuando desde el tendido se palpa el peligro que existe en el ruedo o cuando la gente, prisionera del hastío, come pipas en el transcurso del festejo. Y ese peligro que aludo solo viene dado por la casta, por la fiereza, por las intenciones de un toro determinado en que, como ayer con los Miura, en cada toro se palpaba la ilusión de los bicornes por llevar a los toreros al hule. Y eso que parece lo más sencillo del mundo, diríamos que debería ser lo normal, en las corridas en la que se anuncia un acontecimiento de relevancia por aquello de los grandes toreros contratados al efecto, rara vez sucede que el aficionado se emocione desde su localidad.

Quiero hacer un paralelismo entre las dos cogidas que ha habido en Madrid, una con los toros de Victoriano del Río y, la siguiente con los toros de La Quinta. El toro de Victoriano del Rio se encontró en su camino a Tomás Rufo, le prendió, le volteó y se marchó el toro como pidiéndole disculpas al matador. Es cierto que, pudo haberle herido, por supuesto que sí. Pero lo relevante del asunto es que el toro, dada su nobleza y sin el menor atisbo de casta, no quiso hacer presa con el torero. La otra cara de la moneda le tocó en “suerte” a Emilio de Justo con el toro de La Quinta que, le prendió no porque se lo encontrara en el camino, más bien porque desde el primer muletazo le iba buscando. La cogida, en un primer instante, al caer de cabeza el diestro nos hizo presagiar la tragedia que supuso para De Justo hace dos años en Madrid. Luego, tras estar el torero a merced del toro, éste le buscó con saña, le asestó varias puñaladas para matarlo, pero, como dije en la crónica, estaba Dios allí para evitar lo que pudo haber sido una tragedia que todos hubiéramos lamentado.

Esa es la diferencia entre un toro noblote y un animal encastado, lo relatado es la prueba evidente del peligro que tiene la casta y la fiereza de un bicorne mientras que, los llamados toros comerciales, o sea, los aborregados, las diferencia es abismal porque mientras los primeros, los de la casta, te buscan con saña para herirte, los que no tienen maldad, aunque te cojan, como no lo hacen con saña, si no te hieren en el preciso instante de la cogida estás salvado.

Sea como fuere, en calidad de aficionados preferimos el milagro de la casta, la razón por la que huyen despavoridos todos aquellos que pueden hacerlo porque, claro, es más cómodo matar el toro constatado por aquello de su bondad, aunque no tenga el menor atisbo ni de casta ni de fiereza, por dicha razón, la actitud de Emilio de Justo, un hombre que está toreando en todas las ferias podía haberse aliviado y, para demostrar su grandeza, una vez más, se enfrentó a una auténtica corrida de toros que, como todo el mundo pudo ver, además de emocionarnos a todos, con su arrojo, valor, torería y gran concepto del arte, todo ello, frente a los toros de Santa Coloma pudo haberle costado muy caro. Pero no olvidemos que, solo existe esa fórmula para convencer a todo el mundo. Luego, claro, están los sucedáneos, pero ya no es lo mismo.

Así escriben de Colombo en España luego de actuar en Las Ventas frente a toros de MIura

Colombo ante su primero de miura en Las Ventas. Foto: plaza1

"..De nuevo Colombo se juega la vida en Las Ventas, y además debe lidiar, con oídos sordos, las ofensas de una parte de "entendidos" en un tendido a quienes nada les parece suficiente; pero las crónicas recogidas confirman la gran entrega del venezolano y su oficio indiscutible para resolver cada papeleta de su lote, llevándos lo mas complicado.."


Así escriben de Colombo en España luego de actuar en Las Ventas frente a toros de Miura

César Omaña
JE Colombo se presentó por décima vez en el ruedo de Las Ventas, su sexta comparecencia como Matador de toros; esta vez fue ante toros de Miura que no permitieron el triunfo de los toreros donde dos americanos salieron airosos en medio de las dificultades de sus respectivos lotes. El torero español Rafaelillo abrevió e su primero y el segundo confirmó que pechó con lo peor del encierro miureño.

Los pitones en la cara y Colombo inmutable. Foto: Plaza1

De nuevo Colombo se juega la vida en Las Ventas, y además debe lidiar, con oídos sordos, las ofensas de una parte de "entendidos" en un tendido a quienes nada les parece suficiente; pero las crónicas recogidas confirman la gran entrega del venezolano y su oficio indiscutible para resolver cada papeleta de su lote, llevándos lo mas complicado.

Lo mejor de la tarde estuvo en manos de los dos americanos: Juan de Castilla, quien brindó su primero a sus compatriotas pidiendo la libertad de ejercer su oficio ante lo que sucede en el escenario gubernamental con su plan de extinguir el toro de lidia colombiano (léase, acabar con las corridas de toros en Colombia). El matador colombiano, hizo la proeza de torear en la mañana en Francia y luego recorrer 2000 kilómetors para torear en Madrid.
  • Así lo vió Marco Antonio Hierro - Cultoro. 
COLOMBO
También debería estar allí Jesús Enrique Colombo, aunque no tuviera hoy un día de suerte. La puerta del encierro que abrió el pasado año debería valerle como aval, aunque hoy sólo haya podido dejar momentos de su incuestionable entrega. Y eso que ha podido salir con la boca partida por ajustar los embroques al clavar en la misma cara en banderillas. Un pitonazo en la cara, otro en el pecho, uno más en el brazo… y él empeñado en clavar con compromiso. Con la muleta fue todo afán, pero no fue el manso encierro llegado de Zahariche el más propicio para el toreo del venezolano.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Madrid. Feria de San Isidro, novena de abono. Corrida de toros. 20.749 espectadores.

Toros de Miura. Agalgados y cornalones, feos en general. Anodino sin raza ni vida el cárdeno primero; mortecino con fondo el lesionado segundo; repetidor y exigente el reponedor tercero; un mulo el feble cuarto, sin vida; manso con cierta nobleza el semoviente quinto; geniudo y con movilidad el complicado sexto.

Rafael Rubio ‘Rafaelillo’ (negro y oro): silencio y ovación.
Juan de Castilla (botella y oro): ovación tras aviso y ovación.
Jesús Enrique Colombo (nazareno y oro): silencio tras aviso y silencio.
  • Así lo vió Javier Jiménez - mundotoro.com
JE Colombo
Hubo acritud por momentos en el público, alejado siempre de ese reconocimiento que la afición de Madrid guarda con hierros legendarios. Basado en los prejuicios, a Jesús Enrique Colombo le protestaron uno de los tercios de banderillas de mayor compromiso y exposición de los últimos años en Madrid. Con los pitones en el pecho, el venezolano dio todas las ventajas al toro de Miura. Incomprensibles las protestas. Tampoco en el último, que aunque el tercio fuera deslucido y desigual, el último par con el toro queriéndole quitar la cabeza merecía mayor respeto. Fue lote duro, con el poder conjunto que le faltó al resto de la corrida, de embestidas a media altura, que demostró que sin entrega no hay desgaste posible. Y no porque se sigan moviendo a final de faena tienen fondo o son bravos. El tercero tuvo transmisión en la larga distancia, pero le costó en la corta. Y el sexto, de estampa terrorífica y antigua, no admitió la ligazón. Con ambos, estuvo serio y con oficio. Fue el lote más ‘miureño’, pero con unos caracteres donde no entraba el toreo de ahora. No se puede tener todo. Nunca le llegó el agua a las rodillas.

Feria de San Isidro. Casi lleno. Toros de Miura, muy serios, con mucho cuerpo y hueso. De desigual comportamiento. Faltos de poder en líneas generales, salvo el tercero y el sexto. El de mejor condición el segundo, pero sin fuerza. El primero y el cuarto se vinieron a menos.

RAFAEL RUBIO ‘RAFAELILLO’, silencio y ovación.
JUAN DE CASTILLA, ovación tras aviso y ovación.
JESÚS ENRIQUE COLOMBO, silencio tras aviso y silencio tras aviso.

  • Así lo vió Zabala de la Serna - elmundo.es
El venezolano Jesús Enrique Colombo cuajó el más importante y arriesgado tercio de banderillas de cuantos se le recuerdan a un toro negro entrepelado de muchos pies y enorme brío. Desprendió el calambre de la emoción cada uno de los tres pares por cuanto le echó la cara arriba en el momento del embroque. 


Tan ajustado Colombo asomándose al balcón, que salió siempre, de un modo y otro, golpeado. Traía el miura una movilidad tenaz, una velocidad de tren sin frenos, esa inercia temperamental sin entrega. Aprovechó el compatriota de María Corina Machado para pasarlo con firmeza y listeza en la muleta, encajando algún que otro recado. Sacaba el toro la trallera emotividad esperada que no se había dado hasta el momento. Y cuando se fue parando, que no entregando, quedaba su carácter áspero al desnudo, sin movimiento. A JEC, tan seguro con la espada, se le fue la mano a los blandos.


Fue el tremebundo último el más miura -ese cuello elongado, ese perfil degollado- y, al final, la pareja de Colombo la más dura. Muy difícil de banderillear -tercio forzosamente desigual- y también de torear. Disparo, nula humillación, poco recorrido. Una exigencia bárbara que el torero de Venezuela resolvió con curtido y admirable oficio.

MONUMENTAL DE LAS VENTAS.
Domingo, 19 de mayo de 2024. Novena de feria. 20.000 espectadores. Toros de Miura; serios, de distintos remates y diferentes hechuras; a veces con el poder contado; buenos 2º y 5º; de mucha movilidad el áspero 3º; parados 1º y 4º; duro el 6º.

RAFAELILLO, DE AZUL MARINO Y ORO. Tres pinchazos, estocada contraria y descabello (silencio); en el cuarto, estocada (saludos).
JUAN DE CASTILLA, DE VERDE HOJA Y ORO. Dos pinchazos y estocada baja. Aviso (silencio); estocada rinconera (saludos).
J. E. COLOMBO, DE NAZARENO Y ORO. Estocada caída y tres descabellos. Aviso (silencio); en el sexto, pinchazo y estocada. Aviso (palmas de despedida).
  • Así lo vió Patricia Navarro - LaRazón.es
Serio y solvente se mostró el colombiano, que intentó sacar agua del pozo como fuera. Cruzado, apostando y buscando todos los recursos al toro. Más de lo que tenía. Gran actuación.

El tercero puso los pitones en el pecho a Colombo cuando le clavó los palos y eso logró también que la gente se lo premiara en pie. El toro se dejó después en la muleta. Mejor en la inercia, en la distancia larga, que en la corta. Afanosa fue la faena del venezolano que remató con una estocada abajo.

Expuso en banderillas con el sexto, que fue exigente también en la muleta y Colombo no volvió la cara.

Ficha del festejo
Las Ventas (Madrid). Novena de feria. Se lidiaron toros de Miura. El 1º, descastado; 2º, noble, va y viene; 3º, va y viene sin humillar pero dejándose; 4º, descastado y parado; 5º, desfondado; 6º, complicado. Casi lleno.

Rafaelillo, de catafalco y oro, tres pinchazos, estocada, descabello (silencio); estocada arriba (saludos).
Juan de Castilla, de verde hoja y oro, dos pinchazos, estocada caída, descabello (saludos); estocada (saludos).
Jesús E. Colombo, de nazareno y oro, estocada baja, tres descabellos (silencio); pinchazo, estocada, aviso (palmas).
  • Así lo vió Paco March - La Vanguardia
Al tercero lo saludó Jesús Enrique Colombo con toreo a la verónica y en el tercio de varas entró a su turno de quite por ajustadas chicuelinas. Tomó los palos para cuajar un espectacular y comprometido tercio de banderillas, en el que en cada embroque el de Miura le puso los pitones ora en la cara, ora en el pecho.

Brindó al público el torero venezolano y sin más lo citó de lejos. El toro se le vino con prontitud y Colombo aguantó el envite, en series de redondos que tenían la emoción como virtud, que no fue igual por el pitón izquierdo y a partir de ahí la faena fue a menos. Se volcó en la estocada pero esta se le fue abajo y se atascó con el descabello. Aún así poco que reprocharle.

El sexto pesaba 637 kg y lucía generosa cornamenta, estampa miureña por los cuatro costados. Llegados a banderillas, Colombo pasó un trago con las embestidas, que se venían como un trueno y cada encuentro, que fueron cuatro, era una cara o cruz.

Toro agresivo, por fuera y por dentro, con el que Colombo se fajó arrancando muletazos a base de buena técnica y encomiable decisión. Tras un pinchazo la estocada hasta la bola puso el punto final a una tarde que, por unos u otros motivos, siempre mantuvo el interés.
                                                          

Kroos se retira, lloremos y celebremos / por Jesús Bengoechea


HEMOS GOZADO DURANTE CASI UNA DÉCADA DE UNO DE LOS MÁS GRANDES, A TRAVÉS DE CUYAS BOTAS, CON LA AYUDA DE SUS COMPAÑEROS, HEMOS ASCENDIDO AL SOL TANTAS VECES QUE SÓLO RESTA CELEBRAR LLORANDO

Kroos se retira, lloremos y celebremos

Jesús Bengoechea
La Galerna/21 mayo, 2024
El anuncio de la retirada de Toni Kroos ha sido un golpe inopinado en la mañana de una primavera que quizá por esto es aún fría. Las estaciones anticipan reumas y traumas que el ser humano ignora (o elige ignorar) al ver asomar por la esquina. La primavera, cálida y madridista por naturaleza, sigue destemplada, y hoy se ha mostrado inesperadamente desabrida.

La encrucijada entre corazón y mente se me hace ahora mismo insostenible. Estoy abatido, como cualquier otro madridista, pero sé que probablemente no deba estarlo. La grandeza y la dignidad de la ocasión deberían ser capaces de amortiguar la pena, porque el mejor jugador alemán de la historia —y un componente ineludible ya en el centro del campo de cualquier once histórico del Real Madrid— colgará las botas tras la final de Wembley y la Eurocopa, encontrándose en la auténtica cumbre de su carrera.

Herr Kroos

No se puede decir que no avisara, pero no esperábamos que el cabronazo se aplicara el cuento tan al pie de la letra. Hay un choque cultural aquí. Cuando un alemán dice que va a hacer algo es consecuente con su palabra, por mucho que los españoles, algo más fatuos y sensibles al bandazo sentimentaloide, interpretemos ésta como la mera expresión de una posibilidad no escrita en piedra. Pero ocurre que un alemán sí escribe en piedra, por mucho que nos resulte inaceptable que deje el futbol quien jugaba al fútbol mejor que nunca precisamente ahora, aquel cuya sabiduría y técnica balompédica tanto estábamos disfrutando justamente en este instante, y al que por tanto, como sucede con todas las cosas buenas de la vida, tantísimo necesitamos.

Pero en esa inaceptabilidad reside, precisamente, la belleza de este momento, que es la que crea un cóctel de lágrimas y orgullo de gusto tan agridulce. No estamos preparados para que alguien se adelante al declive de manera tan abrumadoramente chocante, pero toca abrazar lo sublime de este cuelgue de botas en la asunción de que es también, en los tiempos que vivimos, una bendita marcianada. 

El que no quiera o no pueda entenderlo y/o admirarlo, que lo respete al menos, porque ese respeto es lo menos que se merece no ya quien te ha hecho feliz, sino quien lo sigue haciendo hoy, quien lo intentará seguir haciendo el 1 de junio en Wembley, en una final que ahora se presenta con inevitables ecos de nostalgia precipitada. 

Cuando veamos el primer cambio de juego largo en dirección a Carvajal, sabremos que puede ser el último, o que no lo será sólo en tanto en cuanto pueda darse algún otro cambio de juego así en el espacio de esos noventa minutos. Nadie más hará eso nunca. Es demasiado abrumador. Voy a dejar de hacerme daño.

Lloremos, pero celebremos. Celebremos lo rigurosamente hermoso y edificante de esta despedida inaguantable. Celebremos como se celebra la vida, al principio, en medio y al final. Hemos gozado durante casi una década de uno de los más grandes, a través de cuyas botas, con la ayuda de sus compañeros, hemos ascendido al sol tantas veces que sólo resta celebrar llorando.

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Toros en Cataluña sin excusas / por Carlos Bueno

Plaza de Toros Monumental de Barcelona

La Generalitat abolió el toreo de forma tiránica y unilateral, pero en octubre de 2016 el Tribunal Constitucional anuló la prohibición por invadir competencias del Estado y tratarse de una actividad declarada Patrimonio Cultural.

Toros en Cataluña sin excusas

Carlos Bueno
Burladero/ 21 de mayo de 2024
El 25 de junio se celebra el Día Mundial Antitaurino, dedicado a promover la erradicación de las corridas de toros y a exigir su abolición. Resultaba paradójico que la Tauromaquia no contara con una fecha para comunicar con orgullo sus valores culturales, artísticos, históricos y medioambientales, para presumir del trabajo, esfuerzo, sacrificio y respeto que conlleva, y para cantar a los cuatro vientos su cariz libre, popular, del pueblo, alejado de tendencias políticas, de sexos, razas y edades. Y por fin, este mismo año, por primera vez en la historia, se declaró el 16 de mayo, conmemorando la muerte de José Gómez ‘Gallito’, el Día Internacional de la Tauromaquia.

En tiempos políticamente revueltos, especialmente para el sector taurino, la institución de una fecha exclusiva en homenaje al toreo tiene una especial carga simbólica. Últimamente, demasiados dirigentes se han apuntado al oportunismo electoral de aliarse con el animalismo y nuevas sensibilidades buenistas sustentadas por un generoso patrocinio de lobbies internacionales, olvidando el impacto económico de los toros y, sobre todo, la voluntad de todos cuantos los viven con pasión y se emocionan con ellos.

El último ejemplo de esta deriva la ha protagonizado el activista radical y dictador Ernest Urtasun, ministro de Cultura, que se ha cargado de un plumazo el Premio Nacional de Tauromaquia y la limosna que significaba. Nimiedades. Con el toreo no acabarán reyes ni gobernantes. Únicamente un supuesto desencanto de los aficionados podría provocar su desaparición. Así es que toreros, ganaderos y empresarios tienen en sus manos la llave de su perpetuidad. Sólo es cuestión de hacer las cosas bien y ofrecer verdad, interés y emoción.

Y entre agitaciones políticas los toros han logrado tener su Día Internacional. Un detalle, un guiño, un simple gesto que las diferentes asociaciones taurinas mundiales y aficionados han aprovechado para celebrar actos en su honor. Uno de los que más eco tuvo fue el que se llevó a cabo en Cataluña, en concreto en la plaza Monumental, que no se abría desde el 25 de septiembre de 2011, cuando se celebró allí la última corrida. La Generalitat abolió el toreo de forma tiránica y unilateral, pero en octubre de 2016 el Tribunal Constitucional anuló la prohibición por invadir competencias del Estado y tratarse de una actividad declarada Patrimonio Cultural.

Esto quiere decir que desde hace ocho años podrían estar anunciándose festejos en territorio catalán. Pero no ha habido ni uno solo. Los taurinos señalan a los propietarios privados del coso barcelonés como culpables de la situación. Y, muy a pesar de la afición, Pedro y María José Balañá, dueños del edificio, están en su derecho de no querer reabrirlo. Las razones que esgrimen tienen que ver con las trabas laborales, burocráticas y económicas que los mandatarios podrían ponerles en sus negocios en caso de permitir el regreso de los toros.

Para el acto de celebración del Día Internacional de la Tauromaquia en Barcelona, Pedro y María José Balañá cedieron su inmueble y, además, estuvieron presentes. ¿Un primer signo de cambio de actitud? Sea como fuere, los profesionales no deberían escudarse en ellos sino ponerse manos a la obra en la organización de funciones. Porque en Cataluña hay más plazas, y siempre está la posibilidad de instalar una portátil. Se pondrán dificultades y obstáculos, pero con todos los papeles en regla nadie podrá impedir su realización. Es cuestión de voluntad, de altruismo y de amor por el toreo. Lo demás son excusas.

Cal y arena de los Victorinos en Osuna / por Francisca García

Curro Díaz

"..Los Victorinos ofrecieron una tarde interesante porque son toros que tienen nervio, viveza, y por lo general bastante que torear. Si salen nobles nunca pierden esa chispa, ese riesgo latente que nunca se puede obviar.."

Apuntes al natural: 
Cal y arena de los Victorinos en Osuna

Los toros de Victorino Martín constituyen siempre un desafío para los toreros. Su viveza, su expresión, lo imprevisible de su comportamiento, hace que sólo los espadas avezados puedan ponerse con garantía de triunfo ante sus pitones. Se diría que solo los curtidos en mil batallas pueden lidiarlos con éxito. A sabiendas de ello, y una vez que la empresa de la plaza de Osuna quería contar con la famosa ganadería en su feria de mayo, determinó que nadie mejor que tres toreros con más de veinticinco años de alternativa, fueran los ideales para formar la terna y hacer de la corrida un verdadero espectáculo. Y así fue: Rafaelillo, Antonio Ferrera y Curro Díaz hicieron el paseíllo ayer en el coso de la plaza de toros de Osuna. Los dos primeros, expertos en la lidia de corridas duras y comprometidas (Antonio Ferrera, por ejemplo lleva estoqueados 82 toros de Victorino) y su experiencia no se podía desaprovechar, y Curro Díaz es un torero que puede con cualquier ganadería y su actitud ante los retos propicia que no le asusten las embestidas imprevisibles de los fieros Victorinos a los que ha desorejado no pocas veces.

Con la experiencia como distintivo, arrancó la corrida. Los Victorinos salieron bien presentados, con trapío, musculados como es costumbre, pero con mayor peso de lo habitual, aunque algo escasos de cara.

Abrió plaza el murciano Rafaelillo que se las tuvo que entender con un astado feo, pobre de pitones, de embestida imprevisible, lento, gazapón y peligroso al que echando mano de su oficio, tras doblarse con él no pudo sacarle mas que dos tandas de derechazos y con problemas. A la hora suprema lo mató de mala manera. Al cuarto, un toro un poco más manejable, lo recibió Rafaelillo con unos lances muy asentados tras una larga cambiada. El burel se portó bien en varas y le permitió una faenita voluntariosa diseñada casi en exclusiva con pases con la derecha. Mató de pinchazo hondo y descabello, paseando una oreja.

Antonio Ferrera vio salir por el chiquero un torazo, un auténtico tío con el que apenas pudo desplegar su capote azul que, además era de seda y se lo llevaba el viento desbaratando su disposición para los lances. El toro era peligroso. Se cambió con un puyazo que se quedó corto, se volvió pegajoso y no consiguió nada con él, optando por un trasteo rápido preparándolo para la muerte, que consiguió con varios pinchazos, estocada corta y descabellos.

El quinto fue un hermoso ejemplar pero escaso de pitones, noble en la embestida con el que Ferrera se lució con el capote. Peleó bien en varas y permitió al diestro una faena que comenzó con la mano derecha. La banda de música comenzó a tocar pero al minuto el torero hizo un gesto al director con el fin de que detuviera la acompasada melodía. Para mi asombro solicitó que se interpretara el pasodoble Nerva. Ya me parece discutible que un torero demande música, pero que la solicite a la carta lo encuentro absolutamente fuera de lugar. La banda se plegó sumisa. Antonio Ferrera, ya feliz con “su” Nerva, compuso una faena meritoria con derechazos y naturales, algunos de buena factura. El toro respondía con nobleza sin cansarse de embestir. Pero las demandas de Antonio Ferrera hacia los tendidos no habían terminado. En otro gesto censurable instó a que al público reclamara el indulto. Victorino Martín, que estaba en barrera, le indicó que matara al animal, pero él siguió toreando, haciendo caso omiso, es más, animó con llamativos aspavientos a que el público perseverara. El presidente, no accedió y se llegó a escuchar el segundo aviso. A la vista de lo irremediable, Ferrera se vio forzado a entrar a matar. Quizá deseaba ahorrarse ese riesgo, pero finalmente fue hábil y lo despachó de una estocada. Dos orejas y rabo para el diestro y vuelta al ruedo para el bravo y noble animal.

El tercer matador de la terna era Curro Díaz. A tenor del genio y las malas intenciones de los dos bureles que le precedieron, se intuía otra decepción. De salida, Curro desplegó su capote y le administró unas meritorias verónicas. Aunque se presagiaban en el astado pocas intenciones de embestir por derecho, el de Linares brindó al público, lo que hizo pensar que algo vería en él. En efecto se hizo rápidamente con el toro y pese a las dificultades que ofrecía, no se amilanó y ofreció una faena inteligente, cerca de las tablas, con ese gusto y ese arte que tiene para ligar pases en tandas excelentes, bien rematadas y con unos naturales soberbios. No puedo ni quiero ocultar mi pasión por Curro Díaz, pero la corrida, al ser televisada, llegó sin dudarlo a muchos miles de espectadores y con ello me eximo de describir lo que, en su meritoria, aunque corta faena, hizo el maestro. Con poderío y sin arredrarse ante las inciertas embestidas del encastado Victorino, entusiasmó al público plasmando los lances de mayor gusto y arte de toda la tarde. Mató de una estocada y cortó dos orejas.

Su segundo y último de la corrida, sin fuerza, inválido y descoordinado, salió doblando las manos y cayéndose a cada pase. Curro lo despachó con prontitud, fuertemente contrariado al haberse quedado sin un toro. Terminado el festejo, Antonio Ferrera y Curro Díaz salieron a hombros.

Los Victorinos ofrecieron una tarde interesante porque son toros que tienen nervio, viveza, y por lo general bastante que torear. Si salen nobles nunca pierden esa chispa, ese riesgo latente que nunca se puede obviar. Es notable, y a veces apasionante, ver cómo los hombres que se les enfrentan, con esfuerzo, oficio y sangre fría los dominan llegando en ocasiones a construir una obra de arte. Aplaudo cuánto de estas cualidades derrocharon los diestros que hicieron el paseíllo en Osuna, y lamento tener que reprobar los gestos antes comentados, dirigidos a obtener los mayores galardones, en quien, por su trayectoria, no necesitaría de ardides tan poco… edificantes. Me quedo con la seriedad y la rectitud que muestran aquellos profesionales que van por derecho.

Francisca García
Toros de Lidia / 2o de Mayo de 2024

El futuro o la aniquilación de VOX / por Jesús Lainz



"..EPartido Popular no disimula que no tiene por enemigo político al PSOE, al fin y al cabo el colaborador con el que lleva medio siglo repartiéndose cómodamente el pastel del 78. Su enemigo mortal es VOX, como los dirigentes populares demuestran cada vez que tienen ocasión.."

El futuro o la aniquilación de VOX

Jesús Lainz
La Gaceta/Mayo 20, 2024
El Partido Popular no disimula que no tiene por enemigo político al PSOE, al fin y al cabo el colaborador con el que lleva medio siglo repartiéndose cómodamente el pastel del 78. Su enemigo mortal es VOX, como los dirigentes populares demuestran cada vez que tienen ocasión.

Feijoo acaba de explicar que pretende recuperar votantes huidos a VOX mediante el endurecimiento de sus declaraciones contra el PSOE “pero sin escorarse a la derecha”, que es pecado, así como con una estrategia de comunicación pensada para “hacer que el electorado de derechas se dé cuenta de que ahí (en VOX) hay una panda de frikis”.

El senador popular Vicente Azpitarte ha sacado como conclusión de las elecciones autonómicas catalanas que “entre los partidos de extrema izquierda y los de extrema derecha suman en Cataluña 58 escaños, 1.345.000 votos y el 43% de los votos. Se ha quedado una Cataluña muy moderna y moderada”. El PP, por lo tanto, equipara a VOX con los comunistas separatistas de la CUP. Para este senador, por el contrario, los separatistas de Junts y ERC forman parte del grupo de los modernos y moderados.

El omnipresente Margallo, por su parte, se ha apresurado a explicar que es posible un pacto del PP con Junts si éstos renuncian a la autodeterminación. Y el argumento principal es que ambos partidos coinciden en materias socioeconómicas, como desea el Foment del Treball Nacional. En román paladino: que ambos partidos defienden los intereses de la oligarquía empresarial y por eso tienen que entenderse. El dinerito no tiene patria; sólo intereses.

Para redondearlo, Feijoo acaba de declarar que con Felipe González “no hubiera pasado lo que está pasando en España”. La derecha ha cambiado, pues, el “esto con Franco no pasaba” por el “esto con Felipe no pasaba”. Interesante evolución.

A todo ello hay que añadir el dato que conocen muy bien quienes hayan hablado alguna vez con representantes del Partido Popular: casi todos ellos arden de odio contra VOX, un odio furioso que nunca han experimentado contra los izquierdistas que, en agradecimiento, nunca han dejado ni dejarán de odiarles. La última manifestación, singularmente expresiva, ha sido la del sincero lema de Más Madrid: “Voy a educar a mis hijos para que se coman a los tuyos vivos, puto pijo”.

A VOX le ha puesto el PP en bandeja mil argumentos para que deje claro cada día que la formación verde no es alineación suplente de la azul, sino algo completamente distinto. Tan distinto, en muchos aspectos, del partido de la supuesta derecha como de los partidos de izquierda. La oposición frontal de VOX a los separatistas, por ejemplo, es incompatible con el eterno pasteleo del PP, que tantas desgracias ha traído a España en el último medio siglo y que tantas nuevas desgracias seguirá trayendo en el futuro.

Pero éste no es el único punto de imposible entendimiento entre el PP y VOX. Los hay mucho más importantes que la amenaza de unos miopes separatistas condenados a acabar anulados, sobrepasados y ahogados en el maremoto inmigratorio. Por ejemplo, la sumisión del PP a una Unión Europea enemiga de las naciones soberanas y principal actora de la eliminación de los milenarios pueblos europeos para sustituirlos por mano de obra barata. Y su colaboración en la locura de género y todos sus nefastos efectos personales, familiares y sociales. Y su obediencia a la liberticida agenda 2030, el evangelio según san Margallo.

Pero, lamentablemente, VOX comparte con el PP –y con el PSOE– un impotente atlantismo que nada bueno ha traído ni va a traer a una España que, en el momento de la verdad, quedará abandonada por sus supuestos aliados. No parece fácil que pueda y quiera rectificar este error. A lo que hay que sumar algunas alianzas exteriores bastante discutibles.

Si VOX se empeña en no ceder ni un milímetro en todos estos problemas de extrema gravedad, seguirá existiendo y podrá continuar su labor, Dios sabe si con posibilidades de éxito o sin ellas. Pero como caiga en la debilidad de hacer de bastón del PP, no tardará en perecer abrazado por el oso con independencia de que las garras sean las de Feijoo, las más probables de Ayuso o las del que venga después.
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Santanderino de 1965. De labores jurídicas y empresariales, a darle a la pluma. De ella han salido, de momento, diez libros de historia, política y lingüística y cerca de un millar de artículos. Columnista semanal en Libertad Digital durante once años, ahora disparo desde La Gaceta. Más y mejor en jesuslainz.es

lunes, 20 de mayo de 2024

''REJA DE ENFERMERÍA' del Dr. Máximo García Padrós


 Continúa el eco de la brillante presentación, en días pasados en la Sala  Antonio Bienvenida de la Plaza de Toros de Las Ventas, del libro ‘𝗥𝗲𝗷𝗮 𝗱𝗲 𝗘𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗲𝗿𝗶́𝗮’ del cirujano jefe Don Máximo García Padrós. 

D. Máximo García Padrós flanqueado por D. José Mª Sotomayor, D. Miguel Abellán, y Vidal Pérez Herrero, editor de la obra

"..Casi sesenta años lleva en la enfermería de Las Ventas el doctor Máximo García Padrós: primero, desde 1964, junto a su padre, don Máximo García de la Torre; desde 1985, como cirujano jefe; ahora, con su hijo, Máximo García Leirado. Una trayectoria ejemplar. Acaba de publicar un libro documentadísimo, Reja de enfermería. Las Ventas, 1931-2021 (ed. Temple). Además de informar sobre la cirugía taurina y sobre la enfermería de Las Ventas, cuenta 75 cornadas muy graves con datos, fotos y parte facultativo: una documentación de gran interés. Usando la expresión de Lorca, ¡cuánta «sangre derramada»! Nunca queremos que eso suceda pero sabemos que contribuye a la grandeza de la Fiesta y a que se reconozca el heroísmo de los toreros. Ningún lector de este libro podrá no admirar y agradecer la impagable labor que realizan los cirujanos taurinos.."

Andrés Amorós


"Reja de Enfermería", un texto de gran formato que recoge una profunda y dilatada investigación del Cirujano Jefe del coso madrileño, el doctor Máximo García Padrós, sobre los eventos ocurridos en la enfermería de la plaza entre 1931y 2021.




Francia. Grave cornada a Román en Vic

 
Vic-Fezensac, Francia. Toro de Los Maños cornea a Román

Román, ‘cornada de tres trayectorias, una de ellas con orificio de entrada y salida, y rotura de vaso escrotal’



Ha sido trasladado en ambulancia a Mont de Marsan

Román, según cuentan las redes del propio matador, ha sufrido una ‘cornada de tres trayectorias, una de ellas con orificio de entrada y salida, además de una rotura del vaso escrotal’ en Vic, donde lidiaba la última corrida de la feria, ante los toros de Los Maños. ‘Aún no sabemos el alcance de la cogida, pero lleva una cornada muy fuerte’, afirma Eduardo Martínez, apoderado del diestro valenciano. Ya ha sido intervenido en la enfermería de la plaza y en estos momentos, está siendo trasladado en ambulancia al hospital de Mont de Marsan.

El segundo fue un toro que desarrolló sentido y peligro desde el comienzo, le cogió feamente de la pierna izquierda cuando el diestro valenciano lo llevaba al caballo, quedando colgado del pitón durante segundos angustiantes. Se encuentra en estos momentos en la enfermería siendo atendido por el equipo médico.





Plaza de toros de Vic-Fezensac, Francia. Último festejo de la feria. Tres cuartos de entrada. Toros de Los Maños,

• MORENITO DE ARANDA, vuelta al ruedo, oreja en el que mató por Román, dos orejas

• ROMÁN, herido

• EL RAFI, silencio, silencio

La topera del Bernabéu / por Ignacio Ruiz Quintano


Vaginas peligrosas, Roland Topor
Fragmento

Ignacio Ruiz Quintano / Abc
En el país de la leyenda negra, ese rencor español que brota de la envidia igualitaria contra cualquier asomo de excelencia, el Real Madrid agranda su leyenda blanca con una “ligueta” nacional ganada de calle y una final de Champions en Londres que, de ganarla, sumiría al antimadridismo, único elemento de cohesión espiritual de la Españeta pobre, en la misma postración histórica de la España del 98.

Los barandas del fútbol español entregarán el título liguero al campeón en una ceremonia clandestina en algún hangar del Área 51 de Valdebebas, por cierto sin la felicitación oficial del Atlético, que no olvida que una vez a Ceballos no le sacaron la segunda amarilla. Algo así como cuando, en lo más oscuro de la Dictadura, el gobierno prohibía la cena del Cavia en la sede de ABC por temor a los alegatos monárquicos de los invitados, y la entrega del premio se hacía en el domicilio de Juan Ignacio Luca de Tena. (Mateu Lahoz, el “Toño” de Movistar, tiene contado cómo fue enviado a la nevera arbitral por participar en un pasillo de campeón al Real Madrid). Es la forma oficial que el fútbol español tiene de complacer al antimadridismo, que el miércoles completó su colección de camisetas con la amarilla del Dortmund, que unida a la roja del Bayern y a la celeste del City le da para diversas combinaciones: Rumanía, Mongolia, Congo, Chad… Si el Real Madrid levantara en Londres la Decimoquinta, Vinicius ganaría el Balón de Oro que le sería entregado por Eric García en una gala presentada por el gagman Joaquín, aquél que en Lopera veía a Jesucristo y en Vinicius a un futbolista “muy malo”, lo que redunda en la leyenda de Vinicius, a quien muchos comienzan a elogiar ahora, pero sólo porque viene Mbappé: en España todos los elogios son siempre contra alguien.

–Sea usted orgulloso, y, sobre todo, oiga bien lo que le dice un viejo: siembre odios. El odio da la vida al que es odiado. A propósito… ¿tiene usted una leyenda?

Ese consejo dio a Ruano el poetastro Vargas Vila, y lo redondeó con las instrucciones para obtener una leyenda:

 “Cuide mucho de tener una leyenda. Si no tiene difamadores, haga por tenerlos. Si no tiene usted una leyenda monstruosa, horrible, no será nunca nada. Ya sabe usted, ser audaz, hacer elogios crueles y meterse con los maestros. Ahora procure usted que lo difamen. ¡No hay tiempo que perder!”

El poetastro conocía de sobra este mundo de roedores hispánico: somos como comadres que vivimos de la vida ajena a falta de la propia, murmurando de todo, decía Pérez de Ayala al indio Guillén: “Ensayando el palillo de dientes en el nombre del amigo. Dando mordisquitos de ratón en...”

Cuánto mejor la gracia de Simplicíssimus del portero del Bayern, Neuer, que los periodistas pronuncian “Noya”, “prima donna” del fútbol mundial que justificó su fallo en el gol fatídico del Bernabéu, ese gol que todo lo incendia, culpando… ¡a una topera! ¡Neuer ve toperas en casa de Casillas! Esas toperas que cree ver Neuer serían como las “Vaginas peligrosas” de Topor, hijo de polacos (¡como Marciniak, el árbitro que cortó con el pito un ataque alemán por fuera de juego!) y polifacético del grupo “Pánico”. (En realidad a Marciniak le salió del pito un Gil Manzano: para arreglar el borrón, montan un “ecce homo” de Cecilia la de Borja. Marciniak alargó un cuarto de hora el juego, y si el Var no lo llega a obligar, todavía estaríamos en el estadio).


Lo del miércoles en Madrid, donde una esquina de alemanes se comía al resto del estadio hasta que Joselu, consagrado como el nuevo Corazón de Jesús del madridismo laico, acertó en el 88 con el gol que en Champions y en el Bernabéu hace de picadura de cobra mortal, y ves cómo quien lo recibe, al paso del veneno, se necrosa por instantes, la cabeza se le nubla, el cuerpo se le descompone y su alma se entrega. Entre esas nieblas, Neuer tiene la pesadilla de la topera, siente el peligro vaginal de Topor (“No entiendo nada, pero ¡qué arte!”, solían decir los lectores de Topor), que murió como el Bayern, sin darse cuenta.

El mundo (para admiraciones, España no cuenta) acepta que el fútbol tiene al Real Madrid como tuvo la tauromaquia a José Gómez Ortega. Lo llaman naturaleza competitiva, una fuerza apagada por los amaneramientos ochenteros de la Quinta, que luego, sobre los restos avaldanados de Queiroces y Pellegrinis, fue rescatada por Mourinho (“señorío es morir en el campo”), que inculcó en los jugadores esa hambre como de perros de caza (¡aquellas controversias bizantinas de perros y gatos!) que devolvió al club a la lucha por la Champions. Hoy, a los visitantes europeos del Bernabéu, para intentar sobrevivir sólo les queda probar el método de Mitrídates, que se alimentaba de veneno para resistir el envenenamiento.

Un alineador (Ancelotti) y un meme (Vinicius) se cargan al City de Pep (¡el inventor del fútbol!) y de Haaland y al Bayern de Tuchel (¡qué manera la suya de bilardear en el Bernabéu cuando se puso por delante en el marcador!) y de Kane (¡menuda bala de plata esquivó con este tío Flóper!) y tienen cita en Wembley para levantar la Quince.