la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 31 de marzo de 2015

Vuelos / por Ignacio Ruiz Quintano



"...La socialdemocracia europea es el folclor que queda de la cultura cristiana una vez despojada del espíritu que Paul Valéry vio salir volando. Un Estado fiscal y burocrático camuflado en la retórica de la doctrina social de la Iglesia, que es una “equis” en la casilla de las rentas..."


Abc
Sigue dando vueltas en los medios el avión de Lubitz, y hasta en la Farsalia de Fandiño en Las Ventas se decretó el consabido minuto de silencio socialdemócrata, o padrenuestro de la nada.

¿Cómo puede nadie dar el beso de buenas noches a sus niños al volver de los toros? –fue la interrogación de Julia Otero (no confundir con Carolina Otero), reina fallera del “mainstream”, mezcla del lirismo sincero de Manolo Cabeza Bolo y del Nietzsche homeópata que pone en boca de Zaratustra el tremendo “Os inoculo la locura”.

Lo que a todos nos parece ese Lubitz no quiere decirlo nadie, y oficialmente no se sabe si era un loco que se volvió cabrón o un cabrón que se volvió loco, y ante la duda los consumidores de medios reaccionan como las gallinas ante el zorro, amontonándose en un rincón, mientras los gobiernos, para sacudirse el miedo, piden homenajes a las víctimas, como María Soraya, y más gente en las cabinas de los aviones, como Fernando Ónega, que nos parece bien, siempre que fueran tertulianos, como propone Pulga de Triana, por la sabiduría que atesoran y la compañía que hacen.

Hasta Rivera, socialdemócrata “low cost” (“low cost” es decir “agnóstico” en vez de “ateo”), se ha echado una novia azafata.

Hemos cambiado el alma por la psique, los curas por los psicólogos y la cultura cristiana por el relativismo socialdemócrata (¡también en el Vaticano!), que es la religión en marcha: con ella los ricos siguen sintiéndose culpables, pero lo arreglan adulando a los pobres, y ahí tenemos (en chusco) lo de Bono con Podemos.

La socialdemocracia europea es el folclor que queda de la cultura cristiana una vez despojada del espíritu que Paul Valéry vio salir volando. Un Estado fiscal y burocrático camuflado en la retórica de la doctrina social de la Iglesia, que es una “equis” en la casilla de las rentas.

Un mundo idiota y descreído que cree resolver la locura de la muerte con un minuto de silencio en el fútbol (¡y en los toros!)

Úbeda: Martes Santo de devoción mariana y silencio en el vía crucis.


Hoy sale en procesión  a las 21:00 h. de la iglesia de la Santísima Trinidad



Cofradía Penitencial del Cristo de la Noche Oscura (Via-crucis de penitencia-silencio-)

Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Madre y Señora de las Lágrimas y San Nicolás de Bari.

Ecuador de la Semana de Pasión 2015 y el ambiente cofrade es cada vez más intenso en la ciudad Patrimonio de la Humanidad. Esta noche del Martes Santo volverá a ser buena muestra de ello, con la salida procesional de la Hermandad de Nazarenos de la Virgen de las Lágrimas y la Cofradía Penitencial del Cristo de la Noche Oscura. Esta última, una de las más significativas e históricas del municipio, ya que fue fundada en el año 1966 y cuenta con la particularidad de que, cada año, modifica su recorrido para pasar por todas las calles y los rincones de Úbeda.

Esta cofradía de silencio pocesionará en la oscuridad de esta noche del Martes Santo  con la imagen de Cristo Crucificado, una magnífica obra de Francisco Palma Burgos noche  acogerá así su particular viacrucis, entre el silencio de los fieles, y tras ella la joven Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora de las Lágrimas y San Nicolás de Bari, una bellísima imagen de Alfonso Castellano Tamarit.



EL GESTO Y… LA GESTA… / por Antolín Castro


El gesto propició este lleno de la plaza. La gesta al final, fue esa. No es poco.


"...Hacer el paseíllo Iván Fandiño en esta fecha, nos reconciliaba con la Fiesta auténtica, la de siempre, la verdadera, cuando en los chiqueros esperan seis toros dispuestos a ponerle las cosas difíciles y cuesta arriba y no fáciles y cuesta abajo, solo por eso ya merece nuestro respeto y admiración..."

EL GESTO Y… LA GESTA…

El gesto, anunciarse con seis toros sin sospechas de ninguna ventaja para el torero, ya se consideraba así. Iván Fandiño retrocedía en el tiempo para decirnos a todos lo que es ser torero. Nada más y nada menos que considerarse con la capacidad para enfrentarse a seis toros -de los hierros llamados duros- fuera de la cadena de producción Domecq. Es decir, sin contar a priori con las colaboraciones y ventajas que ese encaste propicia. 

Cuando las figuras, todas, no salen del monoencaste para no ver perjudicada su cacareada capacidad de triunfo, o lo que es igual, asegurándose el triunfo a través de la colaboración que ese encaste bodeguero les permite, hete aquí que el torero de Orduña anunciaba un gesto que resultaba que es verdad. Todo un gesto ese de salirse del patrón precocinado que tienen quienes dicen ser figuras y que resulta que de lo único que pueden presumir es de un abuso sostenido de comodidad que ya apesta.

Por si fuera poco el tener ese gesto de abdicar de la comodidad, lo tenía en Madrid, capital del toro y del toreo, basado en la exigencia máxima. Tanto es así que ha animado a la movilización de los aficionados, quienes se han sentido motivados por el anuncio de una corrida de toros ¡Sí, de una corrida de toros! y no un festejo de y para toreros… que empalagan de tanta comodidad ante ‘sus toritos’ colaboradores.

Hacer el paseíllo Iván Fandiño en esta fecha, nos reconciliaba con la Fiesta auténtica, la de siempre, la verdadera, cuando en los chiqueros esperan seis toros dispuestos a ponerle las cosas difíciles y cuesta arriba y no fáciles y cuesta abajo, solo por eso ya merece nuestro respeto y admiración. El resultado numérico no lo sabíamos de antemano, pero sí sabíamos que en Las Ventas saldrían seis toros ante un torero. No es poco para los tiempos que corren, donde antes de empezar ya quieren tener garantizados sus mentirosos triunfos.

De todas partes han venido a ver este gesto, lo que dice de la importancia del mismo. Si además llega y se produce la gesta, entonces estaremos hablando de algo más… de la lección que debe suponer para poner los cimientos de la renovación, del resurgir de una fiesta que hace aguas por estar tan plastificada como cursi. El gesto ya lo era todo pasase lo que pasase; el triunfo no sería el triunfo de Fandiño solamente, sería el triunfo que hacía tanta falta para la regeneración de la Fiesta.

Y la gesta...? La gesta no llegó, si entendemos por gesta triunfar en la tarde tan deseada. La gesta es, y mucha, llenar la plaza a base de ilusionar a los aficionados, de hacerles partícipes del mismo deseo que tenía el de Orduña. Ese simple hecho ya dice de la importancia de la convocatoria hecha en este día.

Luego, ni los toros ni el propio Fandiño han sido capaces de superar el trance. Los toros ni han sido buenos como para redondear faenas, ni siquiera malos para trasladar emociones y miedos por los tendidos. Todo se iba diluyendo, desinflando, y el torero más. No ha podido con su propia expectativa, esa que seguro le llevaba incluso a morir si hacía falta para poner los puntos sobre las íes. 

Nada de eso ha sucedido y se ha perdido en el laberinto del sueño incumplido. Ya sabemos que eso les ha pasado a muchos, pero ninguno había apostado tan fuerte y tan de verdad como Iván. Los demás se traen toros que les ‘ayuden’. Aquí no se contaba con esa ayuda, pero tampoco ha llegado ninguna otra. Esa es seguro la conclusión y la decepción del diestro, del mismo modo que de los asistentes. Hoy la gente había ido ‘a los toros’ y por ahí se ha marchado la tarde cuando al salir la gente venía ‘de los toros’. Ese importante matiz diferenciará siempre este gesto de Fandiño del de todos los demás, aunque muchos se froten las manos tratándolo de fracaso.

‘Solo ante la historia’ rezaba el eslogan de su apuesta y lo que ha sucedido es simplemente otra historia, no la historia ni en la historia que él quería escribir... y todos nosotros presenciar.

Memoria de agravios / LFU



"...Pero si perdonar a quien nos ofende es virtud y mandato evangélico, no lo es dejarse engañar como chinos una y otra vez por los partidos políticos a los que en alguna ocasión hemos dado nuestro voto..." 


Confieso que, entre las escasas virtudes que me adornan, no se encuentra la muy femenina habilidad de recordar con precisión los agravios recibidos, alojada en lo más recóndito del hipotálamo de la mujer.

Una y otra vez me propongo dejar constancia escrita de los agravios para poder utilizarlos como arma defensiva, y siempre sin excepción acabo olvidando también tan artero propósito desechando armas tan eficaces que acaban disueltas en el mar infinito del perdón.

Pero si perdonar a quien nos ofende es virtud y mandato evangélico, no lo es dejarse engañar como chinos una y otra vez por los partidos políticos a los que en alguna ocasión hemos dado nuestro voto. 

En mi caso, confieso no sin cierto remordimiento, que fui vilmente engañado en las últimas elecciones generales por el Partido popular, a quien presté mi voto tras ocho años horribles de zapaterismo y confiando en que haría honor a sus compromisos. Y como no quisiera quedarme in albis cuando alguien me pregunte por qué no pienso volver a dejarme engañar, he decidido hacer breve recuento de promesas incumplidas y agravios recibidos por el partido en el gobierno.
· 
  1. Porque mintió descaradamente prometiendo bajar los impuestos y los subió a la clase media más que ningún otro gobierno en la historia de España. Rajoy era perfecto conocedor del déficit antes d ganar las elecciones y sabía que había dos formas de reducirlo: subir los impuestos o reducir los gastos. Eligió la primera, que era, claro, lo más fácil y mintió al decir que “no había otro remedio”.
  2. Porque todos hemos podido ver el recorte en gastos sociales, pero no hemos conseguido ver el recorte en las administraciones públicas, que continúan igual de ineficientes e igual de caras.
  3. Porque Rajoy llamó sectario a ZP por aprobar la ley de Memoria histórica, que tachó de auténtico disparate, y la ha mantenido intacta durante sus cuatro años de gobierno para que cuando llegue otro iluminado, vuelva a reabrir las heridas cerradas hacía ya muchos años.
  4. Porque Rajoy clamó contra ZP por la aberrante ley del aborto de Bibiana Aido, que convertía en derecho el aborto y desprotegía totalmente al nasciturus en contra de la ley natural y de la doctrina del Tribunal Constitucional. Prometió derogar la ley cuando llegase al gobierno. Aprobó un anteproyecto de ley que encargó a uno de sus ministros y acabó arrugándose ante supuestas encuestas que le enseñó Arriola, dejando aquella “barbaridad” de ley -contra la que presentó un recurso de inconstitucionalidad- absolutamente intacta durante sus cuatro años de mayoría absoluta. ¿La razón? “Que era lo más shenshato, ya que total, cuando lleguen los otros al gobierno la iban a cambiar (sic)”.
  5. Porque cuando en febrero de 2012 la Generalidad de Cataluña estaba al borde de la quiebra, en lugar de utilizar dicha situación para intervenir la Comunidad Autónoma y atajar el problema, Rajoy les entregó 37.000 millones de euros para financiar su estrategia de sedición.
  6. Porque el 9 de noviembre de 2014, Rajoy y su gobierno hicieron una colosal dejación de sus funciones, permitió que se burlase el Estado de Derecho y cometió a mi juicio un clarísimo delito de omisión al no prohibir la celebración de un referéndum que había sido prohibido por el Tribunal Constitucional.
  7. Porque prometió ilegalizar todas las franquicias de ETA y no solo no lo hizo, sino que continuó una línea soterrada de diálogo con el entorno etarra que explica casos como el de Bolinaga y la extremada e inusitada rapidez y eficacia en aplicar la Sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, a pesar de ser contraria a la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional. 
Y no me explayo más, aunque podría. Los motivos antedichos son más que suficientes y quedan aquí escritos para servirme de recordatorio cuando dentro de unos meses alguien o yo mismo me pregunte por qué no puedo votar al Partido popular.

¿Qué haces tú, Del Bosque, qué haces tú? / por Juan Manuel Rodríguez


"...Si algo quedó demostrado, y en un partido oficial además, es que la España de Del Bosque no tiene plan B porque carece de un plan A. Pero todo quedará por fin solucionado mañana porque Vicente, ahora sí, tiene un plan secreto, un plan que nadie puede conocer, un plan que conviene ocultar a la pérfida Holanda..."


¿Qué haces tú, Del Bosque, qué haces tú?

¿Revancha?... ¿Qué revancha?... Hacen mal nuestros internacionales en referirse al partido de mañana como revancha, venganza o desquite porque eso quiere decir que siguen instalados en el 13 de junio de 2014, el día del 5-1, y para eso no existe revancha posible. Supongo que, visto todo desde el lado holandés, aquel partido de Brasil-2014 tampoco curó las heridas de la final jugada cuatro años antes. Es como si mañana, de repente, Foreman se levantase de la cama pidiéndole a Ali la revancha de un combate que se disputó hace más de cuarenta años: no existe un desquite para aquello; simplemente sucedió que, después de hacerle mobbing al mejor púgil de toda la historia, George besó la lona en el octavo asalto de una pelea que creía tener bajo control, rodó por los suelos como un inerme saco de patatas, cedió ante un golpe genial.

No nos engañemos, el partido de mañana no le interesa a nadie. ¿Prestigio decís?... El prestigio se conquista en un Mundial o en una Eurocopa y no en un partido sin relevancia, un encuentro amistoso que constituye un enorme grano en el culo de los clubes propietarios de los futbolistas. España perdió mucho prestigio por aquel inesperado (más por unos que por otros) y lamentable 5-1, el que abrió la grieta por la cual acabaría colándose ante Chile la selección. También puede perderse el prestigio en un insípido e incoloro 1-0 ante Ucrania. Por supuesto que Ancelotti, Simeone y Luis Enrique seguirán atentamente el Holanda-España por la tele pero únicamente para comprobar que Ramos, Koke e Iniesta regresan sanos y salvos y pueden contar con ellos de cara al tramo final de la temporada.

Pero si nuestros internacionales parecen estar aparcados en el pasado Mundial es única y exclusivamente porque nuestro seleccionador... también lo está. Si nuestros futbolistas hablan de "venganza" para referirse a un partido amistoso que pocos verán y en el que ningún jugador meterá a fondo la pierna es probablemente porque Del Bosque crea que este martes puede arreglar lo que estropeó hace ocho meses. Ayer, por primera vez en mucho tiempo, Vicente del Bosque hizo algo que no es habitual en él: entrenó a puerta cerrada. ¿Un domingo? ¿A puerta cerrada? ¿Para un amistoso? ¿Por qué? ¿No había que tener especial "sensibilidad" con los aficionados?... Si algo quedó demostrado, y en un partido oficial además, es que la España de Del Bosque no tiene plan B porque carece de un plan A. Pero todo quedará por fin solucionado mañana porque Vicente, ahora sí, tiene un plan secreto, un plan que nadie puede conocer, un plan que conviene ocultar a la pérfida Holanda. "¿Qué hacéis?", gritaba el viernes. ¿Qué haces tú, Vicente, qué haces tú?...


lunes, 30 de marzo de 2015

ODIO A ESPAÑA... / por Benjamin Bentura Remacha


  • “La ostentación de la “españoles” me provoca náuseas allí donde la reconozco, ya se trate de un baile regional, de una romería popular o de un evento deportivo”

Sánchez Ferlosio

ODIO A ESPAÑA... 

“Odio a España cuando pienso en los toros o en la fiesta del Rocío”. Esto lo afirma Rafael Sánchez Ferlosio en una entrevista que publicó “El Cultural”, suplemento de “El Mundo”. Y lo dice el hijo de Rafael Sánchez Mazas que, con Eugenio Montes, Mourlane Michelena, Agustín de Foxá y Ernesto Jiménez Caballero, formó la corte literaria de José Antonio, el fundador de la Falange. Sánchez Mazas, con carne numero 4 de los camisas azules, fue, además, el creador de la interjección ¡Arriba España!, que, en un sentido afectivo y al margen de su vinculación política, es un buen deseo. Escapó de un fusilamiento masivo en Cornellá del Terri e inspiró la novela de Javier Cercas, argumento de la película de David Trueba, tituladas ambas “Soldados de Salamina”. La ley del péndulo, la acción y la reacción. ¿Hacia la aldea global? Pero ese objetivo no puede empañar sentimientos concretos e íntimos. “La ostentación de la “españoles” me provoca náuseas allí donde la reconozco, ya se trate de un baile regional, de una romería popular o de un evento deportivo”, dice ahora Sánchez Ferlosio. ¿Sería posible expresarse de semejante forma en Inglaterra, Francia o Estados Unidos, pongo por ejemplo de naciones modernas dentro de sus respectivos significados? ¡Qué bochorno! Voy a tener que abandonar mi manía de leer. Leí, sin embargo, que el rockero argentino Andrés Calamaro alzaba su voz contra la intolerancia de los antitaurinos después de que una señora fuera agredida a la entrada de la plaza de toros de Valencia. Alega este señor que la agresión es un ataque a la cultura, al margen de que en un año se han cerrado en España 700 librerías. Suma y sigue.

La escala de valores se ha modificado sensiblemente. Al mediodía, por imperativo matrimonial y a la espera del preceptivo almuerzo, veo un programa de la televisión española en el que aparecen muchos toreros, hijos, amigos, divorciadas, novias y parientes de toreros. La cogida de Francisco Rivera en Olivenza ha sido el episodio más repetido en la pequeña pantalla. Me abruman las recetas de cocina y los desfiles de modelos que son los programas favoritos junto a la presencia habitual de dos “canzonetistas” y sus aventuras amorosas. Se ignoran las actuaciones toreras, los triunfos y los proyectos de las grandes ferias ya efectuadas y por venir. Toda la comunicación está en los pequeños aparatos que los jóvenes manipulan compulsivamente en el tranvía, la taberna, el ambulatorio o la universidad.

Pero, en el fondo, el toreo interesa más de lo que aparenta. El otro día vi una foto de un jubón en rojo brocado en oro que perteneció al rey sueco Gustavo Adolfo II, principios del siglo XVII, que pudo inspirar alguno de los tres vestidos que Caprile ha diseñado para Enrique Ponce en plan goyesco, uno para Antequera, otro para Ronda y el último para el 25 aniversario de su alternativa en Valencia. El hábito no hace al monje, pero en un suceso como el de la corrida de toros en el que también juega la estética se le tiene que dar importancia al vestir. Ponce, que es torero en todas las dimensiones, en el arte, en la técnica, en el respeto a los demás, en la alternancia con compañeros y ganaderías, en supervivencia y constancia, lo es también en el buen vestir. Lo fueron también toreros de otros tiempos, Cagancho, Félix Rodríguez, Rafael Albaicín, que se quiso vestir, calzar y cubrir de blanco pero alguien le recordó a “Don Tancredo”, los Bienvenida, Paco Camino, Curro Romero o José Funetes. Los vistieron, Nati, Fermín, Algaba … Dibujó John Fulton y, ahora, Caprile…

También me preocupan los carteles que anuncian los acontecimientos taurinos. Todos es arte, pero malo si lo tienes que explicar. Me ha gustado el cartel que encabeza las combinaciones de la Feria de San Isidro. Su autor es José María de la Rosa y su título “Berrendo en Cobalto”. Me recuerda mucho al colombiano Diego Ramos. No importa. Este me recordó hace unos años a Goya. Y Roberto Domingo y todos sus seguidores, Casero, Saavedra, Reus, Ruano y González Marcos, a Sorolla, Luz, sol, movimiento. ARTE. ¡Aquel toro de don Francisco con los ojos inyectados de sangre!

Hace unas fechas apunté que no todos los diestros podían anunciarse para matar seis toros en solitario. La historia desde los siete toros de Martínez de “Joselito” ya es larga y sintomática y no me pararé a analizar los últimos episodios porque no tengo elementos de juicio. Para contar chistes hay que tener gracia y si los cuenta uno que no la tiene aburre a las ovejas. Para torear seis toros hay que ser un torero muy largo o tener mucho arte. O, la perfección, las dos cosas. De Madrid al cielo. En un tiempo estaban de moda los mano a mano, en otros las corridas de ocho toros, cuando se juntaron Moura a caballo, Curro Romero matador de toros y Pepe Luis Vázquez novillero los festejos mixtos y hasta un día Balañá reunió a una docena de diestros en Barcelona y otro, tarde y noche, Antonio Bienvenida intentó matar doce toros el mismo día en Las Ventas. La Fiesta secular, ancestral y española, está abierta a todas las modalidades, incluso a la de que tres hombres de luces hagan al paseíllo para matar seis toros de una acreditada ganadería. En otros tiempos se hablaba de Pérez Tabernero, Galache, Concha y Sierra, Cobaleda, Barcial, Conde de la Corte, Atanasio, Lisardo, Clemente Tassara, Guardiola, Urquijo o Murube, Albaserrada, Albayda, Samuel, Isaías y Tulio o Zaballos. Me parece que la mayoría siguen en la relación de la Unión de Criadores de Toros de Lidia aunque no los veamos en los carteles de San Isidro o en esos que embellecen el paisaje nacional, señor Ferlosio. 

Úbeda: Hoy es Lunes Santo



Fotografías gentileza de Pedro Mariano Herrador Marín

En el año de 1.507, en bandas testamentarias, se hace la primera referencia
conocida hasta el momento, de la existencia de la Cofradía. También en bandas testamentarias se recoge la idea de que la Cofradía estaba bajo la advocación y protección del Santísimo Sacramento.

La imagen de Nuestra Señora de Gracia se veneraba en la ermita del mismo nombre, la cual pertenecía a la jurisdicción de la parroquia de San Pablo. Otra referencia encontrada es que en el año de 1.547 esta Cofradía, desaparecida hasta entonces, sin tener noticia del año, se reorganizó teniendo su lugar de residencia en la iglesia de San Nicolás.

En el año de 1.679, durante la epidemia de peste que azotó la ciudad y por orden del Excmo. Ayuntamiento, esta ermita fue habilitada como hospital. Para evitar el tránsito de la gente, se ordenó que los enfermos quedasen en dicha ermita, trasladando la imagen de la Virgen a la iglesia de Madre de Dios del Campo, sita en el camino real de Valencia. En esta ermita se pierde todo dato aclaratorio sobre la vida de la Cofradía, aunque los últimos datos existentes sobre dicha ermita son de comienzos del siglo XVIII.
Cartel Lunes Santoa

La mala tarde de Fandiño vista por Andrew Moore.


El toro “Medallito II” de Partido de Resina abrió plaza.

Enlace relacionado:

Madrid. Plaza de Las Ventas. Domingo 29 de marzo de 2015. Primera corrida de la temporada. 


 El toro de José Escolar hirió a Fandiño en la boca.

Israel de Pedro y el toro “Curioso I” de José Escolar.

Da Fandiño y el toro “Curiosos I” de Jose Escolar

Fandiño y el toro “Azafato" de Adolfo Martín

Fandiño y el toro “Azafato” de Adolfo Martín

Rafael Agudo picando al toro “Malagueño” de Adolfo Martín

 Rafael Agudo picando al toro “Malagueño” de Adolfo Martín

Jarocho y el toro “Curiosos I” de José Escolar

Miguel Martín y el toro “Garduño” de Victorino Martín









Recordando a Agapito, el puntillero de Las Ventas (1955-1983)


 
"...Ya a mediodía, en el patio de caballos de la plaza, el consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, José Luis García Alonso, descubrió una placa en su honor y expresó "la profunda satisfacción y una cierta tristeza" de los aficionados..."

Agapito Rodríguez, puntillero
  • Actuó cerca de 30 años en Las Ventas y estuvo considerado como una figura del toreo
WILLIAM LYON 
Publicado el 13 OCT. 1983
Durante casi 30 años, Agapito Rodríguez ha actuado de puntillero en Las Ventas. Sumando sus actuaciones en otros cosos, ha rematado más de 14.000 toros. Ayer actuó por última vez. Por la mañana, en el patio de caballos de la plaza se descubrió una placa que conmemora su larga trayectoria, y por la tarde actuó en una corrida dura de Palha. Después de muerto el último toro, el público sacó a hombros a Agapito. Ahora seguirá asistiendo a las corridas, pero sin la responsabilidad de antes.

Tras 28 años de rematar toros en la primera plaza del mundo, se ha retirado Agapito Rodríguez. Ayer remató su propia carrera taurina. Ayer apuntilló su último toro, y su puntilla se tornó de plata.Como todas las verdaderas figuras del toreo, Agapito se cortó la coleta con una corrida de verdad: los toros de Palha venían descarados de pitones y embistieron duros y encastados. Agapito no se amilanó. Apuntilló todos a la primera. Al comenzar el festejo le dieron una puntilla de plata, y al final fue sacado a hombros.

Ya a mediodía, en el patio de caballos de la plaza, el consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, José Luis García Alonso, descubrió una placa en su honor y expresó "la profunda satisfacción y una cierta tristeza" de los aficionados.

Agapito, emocionado, le contestó que sí y que gracias a todos. Muchos aficionados se acercaron para abrazarle o pedir su autógrafo. Cuando firmaba, parecía temblarle un poco la mano.

Este hombre bajito y delgado nació hace 60 años en El Pardo y toreó algunas novilladas sin gran fortuna. Se fue a trabajar al Matadero Municipal de Madrid y en 1955 debutó como puntillero en Las Ventas. Calcula que a lo largo, de su carrera ha rematado más de 14.000 toros.

"La labor del puntillero puede ser fundamental en el triunfo del matador", dice Agapito. "Sobre todo si el diestro ha estado bien: quiere que el toro muera pronto para que no se enfríe el ambiente." Luego añade: "Y si ha estado mal, pues también quiere que se muera pronto, claro".

Agapito señala que uno de los diestros que más importancia concedió al puntillero fue Luis Miguel Dominguín, uno de los primeros matadores en llevar en su cuadrilla a su propio puntillero. De todos los matadores que ha visto, Agapito se queda con Domingo Ortega. "Era un sabio del toreo", dice Agapito. "Entendía los toros a la perfección". Y Agapito tuvo fama de rematar pronto, fue una figura en esta modalidad. "Al meterles mano a los toros he tenido suerte. Paco Camino me decía que yo no levantaba al 98,5% de los toros", dijo, con una sonrisa. Claro que a veces pasaba lo contrario. "Cuando levantas al toro con la puntilla es un momento amargo, has perjudicado al matador y a ti mismo".

Agapito ha cosechado grandes triunfos, sobre todo al tener que apuntillar desde el burladero a toros inválidos que no querían seguir a los cabestros hasta el corral. En dos de estas ocasiones, la corrida se televisaba, y en una de las tardes el público le obligó a dar la vuelta al ruedo. Pronto Agapito dejará el matadero -tras 32 años- y se dedicará a su familia. Espera poder matar el gusanillo en algún que otro festival o novillada de pueblo.

Un aficionado le preguntó por qué se marchaba, y contestó, como todas las grandes figuras: "Porque ha llegado el momento. Yo podría seguir unos años más, pero luego un día me podría coger un toro y la gente diría: 'Mira, todavía sigue éste, y fijate lo que le ha pasado'. Prefiero irme a tiempo".

Entonces se calló un momento, como pensando por primera vez en lo que hacía. "Oiga", dijo al aficionado, con un gesto casi de pánico. "¿Y si resulta que esto lo echo de menos más de lo que pensaba?"


Domingo de Ramos en Madrid. Fandiño, o lo que va del "¡Hosanna!" al "¡Crucifícalo!" / por José Ramón Márquez




"...Puede decirse que Fandiño no le dio a la Plaza la ración de irracionalidad que ésta demandaba, pero acaso no se le pueda pedir más: a fin de cuentas no deja de ser un torero moderno..."



8 También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
9 Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Marcos, 11

I. Se abre la puerta de cuadrillas y aparece, paso decidido, gris y oro con cabos blancos, Iván Fandiño. Viene a matar seis toros. El público se ha manifestado de manera inequívoca en el plebiscito llenando la Plaza como los días grandes de San Isidro. Esto es lo más importante de la tarde, que ante la llamada del toro la taquilla ha funcionado y la afición se ha ilusionado. Éste es el toque de atención que deberían recoger los que gestionan el negocio de los toros: que el anuncio de toros de verdad frente a uno que es capaz de asumir el riesgo de ponerse enfrente de ellos es algo que mueve a las gentes a ir a la Plaza.

Antes de iniciarse el paseo el matador recibe la cerrada ovación de reconocimiento de la afición. Mira Fandiño hacia un lado y hacia el otro y ve el óptimo resultado de su obra con los tendidos, las gradas, las andanadas, los palcos y las escaleras llenos de gente. Espectáculo de masas planteado a pelo, sin el trágala de un abono cautivo, en el que se avala la validez de lo propuesto en los carteles en una votación a favor con veinticuatro mil tíos pasando por la taquilla; veinticuatro mil indiscutibles síes escrutados a las seis de la tarde.

En el cartel, junto a Fandiño, Partido de Resina (antes Pablo Romero), Adolfo Martín, Cebada Gago, José Escolar,Victorino Martín y Palha: lo que nadie quiere matar con tal que se crea un poco figura, los toros proscritos por el mero hecho de ser diferentes. El ambiente en la Plaza propio de los grandes días, con la afición expectante y los de los cubatas y gintonics poniéndose morados, como si se fuese a promulgar al día siguiente la Ley Seca.

Fandiño hace el paseo despacio, alejado del peonaje, entre aclamaciones y hosannas y luego recoge parsimonioso una cerrada ovación en el tercio.

12 Respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué queréis, pues, que haga del que llamáis Rey de los judíos?
13 Y ellos volvieron a dar voces: ¡Crucifícale!
Marcos, 15

II. Muerto el sexto la plaza es un guirigay. Algunos ya han lanzado almohadillas al ruedo antes de doblar el toro, muchos muestran su desaprobación al conjunto de la tarde silbando, otros se fueron de la localidad durante la faena al sexto o a la muerte del quinto; la decepción que se manifiesta en las gentes es sólo el reflejo de la expectativa que se había creado, que cada cual nos habíamos creado. Caen más almohadillas mientras el torero se prepara para salir camino del patio de caballos. Las cuadrillas le arropan y parece que no quieren dejar al hombre atravesar en soledad los 61 metros y medio de arena que le han de llevar al día de después, que para él será aún más doloroso que el día presente. A esas horas, con las canales de los toros ya en el desolladero, cuando toda la suerte ha quedado echada, es cuando debería resplandecer la épica dimensión de la apuesta que había trazado Iván Fandiño eligiendo para su día de más responsabilidad los toros que detestan quienes entienden el toreo como un mero ejercicio esteticista, como un ballet con un convidado de piedra de cuatro patas y lengua babeante, como una hortera caricatura de la tauromaquia, pero el público -esa bestia feroz a la que se refería aquel gran aficionado y antitaurino que fue Eugenio Noel- no puede perdonar la desilusión, que para el hombre contemporáneo no se cifra en otra cosa que en habérsele hurtado la contemplación del triunfo de Fandiño, momento histórico, único e irrepetible, pues bien es sabido que la vida del hombre de nuestros días es una sucesión infinita de momentos históricos, únicos e irrepetibles. Es entonces cuando la decepción se vuelve griterío: ¡Crucifícale!

Fandiño sale de Las Ventas muy enfadado, camino de su particular Semana de Pasión.

III. La corrida de toros ha sido una interesante corrida de toros, seria, con comportamientos variados y planteando dificultades, como deben ser los toros. La gran duda de la tarde era esa ruleta rusa que es Pablo Romero, y esta vez tocó en el ya tradicional registro de blandura.

Medallito II, número 24 fue un toro precioso que adoleció de los defectos ya característicos de los pupilos de la divisa celeste y blanca. 

El Adolfo que hizo segundo, un serio cinqueño llamado Azafato, número 24, tenía que haber sido el del primer triunfo de la tarde. Fandiño se amontonó con él y, en mi opinión, los errores que cometió con este toro le lastraron ya toda la tarde. 

Primillo, número 7, de Cebada hizo tercero y trajo desde La Zorrera una enorme cantidad de inanidad y de encastada mansedumbre. 

El cuarto, Curioso I, número 11, de José Escolar fue un regalo para el aficionado del fuenlabreño, por serio, por listo y por el cuajo y el trapío que tenía. Fue al caballo con alegría, fue alegre a banderillas y a la hora del último tercio fue exigente y planteó las dificultades que debe plantear el toro de lidia y que no existen con la mona. 

El quinto, Garduño, número 63, de Victorino metió la cara con franqueza en los capotes en una embestida vibrante, derribó al penco de Rafael Agudo y se lastimó una pata, por lo que fue devuelto y nos quedamos sin verle, con lo que prometía. En su lugar salió otro Adolfo,Malagueño, número 14, toro serio y escurrido, también cinqueño, frente al que había que poner serios y firmes argumentos que el matador a esas alturas de la tarde ya no estaba dispuesto a plantear. 

El sexto, Bonito, número 149, de Palha, fue un toro desabrido y cobardón, que en seguida decidió no estar interesado en lo que se cocía en el ruedo, como la mayoría de los que estaban en la Plaza, incluido el matador.

IV. Lo hemos dicho mil veces y lo hemos visto otras mil: si el toro no embiste, entonces tiene que embestir el torero. Pienso en Fernando Lozano, en César Rincón, en Mariano Jiménez, en Domingo Valderrama, en Antonio Ferrera... en tantos que en un momento dado han puesto en el ruedo más raza, más fiereza y más rabia que el toro y han conseguido el triunfo denodadamente con la cierta promesa de que lo que allí había se ventilaba o bien en la Puerta Grande o bien en el hule del doctor Padrós. Ese planteamiento ambicioso y deliberadamente apasionado es lo que se echó hoy en falta en Fandiño, si acaso lo que él quería era el triunfo de puerta grande. No llega a conectar con el público realmente en ningún momento de su tarde porque las gentes ven ahí abajo a un torero mecánico; y, sin embargo, en los dos momentos que pone corazón: cuando el Escolar le viene a toda mecha hacia los medios y él espera y le da el muletazo sin inmutarse o cuando a ese mismo toro anteriormente le hizo unas chicuelinas de bastante ajuste, la Plaza es suya, dos momentos fugaces.

Puede decirse que Fandiño no le dio a la Plaza la ración de irracionalidad que ésta demandaba, pero acaso no se le pueda pedir más: a fin de cuentas no deja de ser un torero moderno.

El cartel

Corrida del Domingo de Ramos en Madrid. La tarde “histórica” de Fandiño fue una debacle sin paliativos / por J. A. del Moral.




"...Si esta corrida se hubiera celebrado dentro del abono isidril, el escándalo hubiera tenido grandes proporciones y televisada en directo, hubiera causado a Fandiño un daño irreparable. Jamás en mi vida fui testigo de un recital de impotencia y hasta de pánico escénico e insolvencia profesional a ningún torero con cierto rango acreditado. Jamás..."


Corrida del Domingo de Ramos en Madrid. 
La tarde “histórica” de Fandiño fue una debacle sin paliativos


Tanto se había engordado el globo con los seis toros de la ganaderías más temibles para Fandiño que se agotaron las entradas. En gran parte por un público absolutamente desconocedor ni por lo más remoto entendido. Si esta corrida se hubiera celebrado dentro del abono isidril, el escándalo hubiera tenido grandes proporciones y televisada en directo, hubiera causado a Fandiño un daño irreparable. Jamás en mi vida fui testigo de un recital de impotencia y hasta de pánico escénico e insolvencia profesional a ningún torero con cierto rango acreditado. Jamás. Tuve que frotarme los ojos para creer lo que estábamos viendo. Y estas cosas pasan cuando se exageran los triunfos y se quiere hacer creer a la gente que estamos ante un diestro realmente importante. Claro que solo tuvo suerte con el primer toro de Adolfo Marín. Pero se le escapó porque no sabe lidiar ni torear adecuadamente a toros con fuerza limitada aunque sea muy noble. Lo demás fue una cuesta abajo terrible porque en la segunda parte de la corrida, Fandiño perdió totalmente los papeles, mostrándose impotente e incapaz de resolver nada e incluso de medio taparse. Una pena. Lo siento muchísimo pero así fue. Y, por cierto, ¿donde estaban ayer los exigentísimos reventadores del tendido 7?: Calladitos como muertos


Madrid. Plaza de Las Ventas. Domingo 29 de marzo de 2015. Primera corrida de la temporada. Tarde enmarañada y templada con lleno total.

Seis toros de otras tantas ganaderías, muy bien presentados según los tipos de sus encastes, que salieron por este orden: El primero de Partido de Resina, resultó prácticamente inválido. El segundo de Adolfo Martín, muy noble aunque blando. El tercero de Cebada Gago, sin fuerza y a peor por mal lidiado y fatalmente toreado. El Cuarto, de Escolar Gil, manejable de más a menos y arruinado al final. El quinto, de Victorino Martín fue antirreglamentariamente devuelto tras encojarse en banderillas. El su lugar se corrió un sobrero de Adolfo Martín bastante peor que el titular. Finalmente, el sexto fue de Palha, muy deslucido y a peor por mal lidiado y fatalmente tratado

Único Espada, Iván Fandiño (plomo y oro): Pinchazo, estocada trasera caída y descabello, silencio. Corta trasera atravesada y descabello, silencio tras leve división. Estocada y descabello, silencio. Pinchazo hondo tendido saliendo rebotado y siete descabellos, aviso y pitos sin saña. Dos pinchazos y tendida, aviso y leve división. Dos pinchazo y estocada, bronca general

Finalizado el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas del desastre aéreo y Fandiño fue obligado a saludar una gran ovación que, a la postre fue la única que escuchó en toda su tarde. En el tendido del 2 bajo aparecieron media docena de antitaurinos con ganas de armarla pero fueron rápidamente detenidos por la policía en medio de una monumental bronca contra esta clase de gentuza. Uno se ello recibió un golpe en la cabeza con un bote de alguna bebida lanzado por algún espectador.

Muy espectacular cornamenta exhibió el primer toro, de Partido de Resina, antes Pablo Romero. Cornalón donde los haya, cárdeno y lamentablemente sin fuerza desde que salió hasta que murió a manos e Fandiño que apenas logró lucirse en el primer capítulo de su tarde pretendidamente histórica.

Buen saludo a la verónica de Fandiño al segundo, de Adolfo Martín. Muy noble de salida. Luego, desiguales toro y torero en el galleo por chicuelinas. También flojo, le aliviaron la suerte de varas y no hubo quites. Lucidos los peones aunque sin nada especial, Fandiño bridó la faena al público en los medios y desde allí citó al toro que tomó sumiso la muleta en tres pases y el de pecho con la derecha. Muy fijo y noble el animal, Fandiño forzó la hondura de los siguientes muletazos y el toro no lo aguantó desluciendo la segunda ronda. Al natural, sin mando ni temple, resultó desarmado y estos inconvenientes perjudicaron las en principio muy nobles embestidas del burel. Solo uno bueno dio en medio de varios intentos frustrados. Más con la derecha apurándolo todo sin que hubiera unanimidad de pareceres entre el público. Unos a favor y otros en cuenta. Mal al insistir para casi nada en un momento tan malo. Se le fue el toro y la oreja que debió saber ganar. Lo mató demasiado tarde de estocada corta trasera tendida atravesada y descabello. Silencio tras leve división.

De Cebada Gago fue el tercero, colorao de muy buenas hechuras. Un bello ejemplar. Huyó pronto de capotes y, antes de hacerlo del de Fandiño, le hizo un feo extraño. A partir del susto, el de Orduña tomó precauciones aunque por lo muy huidizo del animal apenas le dio opción de lucirse con el capote. Se picó solo. El primer puyazo lo tomó en el caballo contrario. Fandiño lo llevó al de tanda para el segundo con excesivos capotazos y permitió que le pegaran muy fuerte. ¿Por ver si así dejaba el animal de irse de una lado a otro? El toro esperó y se dolió en palos. Bien Curro Robles. Noble por el lado izquierdo, al dar Fandiño el segundo natural, el toro cayó a la arena. Otra vez en pie, más con la zurda sin unidad ni apenas alguno decente. Otro toro sin fuerza, mal lidiado, excesivamente castigado y otra ruina de faena en sucesivos intentos de prolongarla con la gente ya a la contra en su mayor parte. Lo mató de estocada trasera y descabello, silencio sepulcral.

El cuarto, un hermoso galán cárdeno obscuro de Escolar Gil, se dejó en las vibrantes verónicas de saludo que Fandiño recetó demasiado cerrado en tablas. Distraído este toro, Fandiño lo colocó de lejos ante el caballo y, aunque fue sin celo, apretó mucho al sentir el hierro, quedándose encelado por dentro. Mas lejos aún lo puso para el segundo puyazo y el toro se desentendió poniendo a todos en ridículo porque a este segundo fue al paso tras distraerse. Quite por chicuelinas muy ceñidas de Fandiño en los medios que también resultó en parte frustrado con una muy suciamente tropezada. Saltó un espontáneo y enseguida fue detenido. Euforia general en banderillas con ganas de que la corrida se fuera arriba de una vez tras una primera parte tan deslucida. Muy bien los rehileteros que saludaron una gran ovación. Fandiño empezó la faena por bajo con la derecha. Dos muletazos y a las rayas para intentar los redondos, otra vez sin suerte ni aciertos. Se movió demasiado el matador de Orduña, el toro le vio, le desarmó y por poco le coge al desbordarle. No hubo arreglo posible. Más pases enganchados, más respingos y a peor el trasteo que tampoco pudo tomar vuelo al natural. Por el izquierdo, tardeó el de Escolar y, aunque en algún muletazos metió la cara, en los demás, no. Muy empeñoso Fandiño pero torpísimo, dio la impresión de impotencia y de estar a merced de su oponente. Más a derechas sin posible arreglo sino todo lo contrario. Qué petardo más grande, señores. Pinchazo hondo tendido resultando rebotado y casi herido en la cara, y siete descabellos con aviso y pitos. E increíble ovación al toro en su arrastre.

El quinto fue del siempre esperado Victorino Martín. Se batieron palmas antes de que saltara el ruedo. Un muy serio cárdeno que buscó tablas y se asomó al callejón. No fue de los que enseguida meten la cara por abajo y Fandiño pareció un naufrago con el capote en el saludo. El toro empujó mucho y derribó en el primer puyazo. Le dieron estopa de paso. Fue alegre al segundo. Y la gente con el toro, como antes sin prestar ya atención al matador que ni siquiera hizo un quite. El tercio de banderillas se cubrió entre protestas por lo encojado que pareció estar el animal. Fue devuelto antirreglamentariamente. En su lugar soltaron un sobrero de Adolfo Martín. Cárdeno conipaso con más cara que cuerpo. En el recibo, Fandiño pareció un principiante indocumentado. El toro tampoco ayudó. Recibió duro castigo en varas. En vez de hacer un quite, Fandiño puso al toro de lejos y como fue, la gente encantada. Esta vez no le castigaron. Pero perdió las manos antes de ser banderilleado. Bien Miguel Martín en palos. Fandiño, pareció perdido y sin saber qué hacer. Corriendo delante del toro, quitándose asustado en los cites e impotente e incapaz de medio meter al animal en la muleta. Con tal actitud e ineptitud el toro empeoró poniéndose imposible. Y Encima, pinchó y repinchó (dos y tendida). Pititos. Esto mismo lo hace cualquier figura y se arma tal escándalo que hay que suspender el festejo en pleno tumulto.

El último toro fue de la ganadería portuguesa de Palha. Salió huidizo. Larga cambiada de rodillas y destemplado capoteo del diestro vasco. Y la gente, tragando. ¿También la prensa esta noche y mañana? Ni orden ni el más mínimo concierto en la lidia de este postrero ejemplar. Fandiño volvió a poner al toro de lejos al también y para colmo inválido. ¿Para taparse él? Pero el toro fue al caballo y por poco derriba. Otra vez de lejos y a matarlo en varas. ¡Qué escándalo, señores¡ Y otra vez sin hacer el quite. Los peones volvieron a estar lucidos en banderillas. Fueron los únicos salvables de la tardecita de marras. La faena de Fandiño fue otra demostración de impotencia y de vulgaridad absoluta. Trapazos, aliño y esta vez la bronca no pudo contenerse. Debería haberse cortado la coleta tras matar a este sexto tan desgraciado.