Estaba condenado a más de 400 años de prisión y cumplió 19
El etarra Valentín Lasarte, de vinos y pintxos a 100 metros del bar donde asesinó a Gregorio Ordóñez
Estuvo en la terraza de un local de la Plaza de la Constitución, en San Sebastián, unas horas después de haber sido puesto en libertad. No tiene ninguna orden de alojamiento de sus víctimas
Nueva afrenta a las víctimas del terrorismo. Sólo unas horas después de haber sido puesto en libertad, el etarra Valentín Lasarte no dudó en darse un paseo por el casco histórico de San Sebastián en compañía de algún familiar.
El asesino vasco Valentín Lasarte y una fotografía de Gregorio Ordóñez.
Eran en torno a las siete de la tarde cuando el sanguinario etarra, que ahora dice estar arrepentido pero que se niega a esclarecer atentados o ofrecer detalles sobre compañeros de ‘comandos’, apareció por el Bulevar donostiarra.
Lasarte, acompañado de un grupo de personas entre las que se encontraba algún familiar, se dirigió por las calles peatonales del casco antiguo hacia la Plaza de la Constitución, un lugar donde ya se le rindió homenaje a Iñaki de Juana Chaos, ahora en Venezuela, cuando salió de prisión.
Valentín Lasarte se sentó en uno de los bares de la plaza y allí degustó unos vinos y unos pintxos, según ha podido confirmar El Confidencial Digital a través de varios testigos presenciales.
Quienes pudieron ver al etarra que ahora dice estar arrepentido aseguran que estuvo muy tranquilo en todo momento disfrutando de sus primeras horas en libertad.
Se da la circunstancia que el sanguinario etarra se sentó en un local que se encuentra a sólo 100 metros del bar La Cepa. Allí, el ‘comando’ de ETA del que Lasarte formaba parte asesinó en enero de 1995 al concejal del PP en el ayuntamiento donostiarra, Gregorio Ordóñez.
El pasado mes de enero se cumplieron diez años de este crimen perpetrado por Lasarte y sus compañeros etarras que pegaron un tiro en la nuca al joven político vasco.
Varias víctimas del terrorismo con las que contactado ECD y algunos guardias civiles que han sufrido las amenazas de ETA lamentan que Valentín Lasarte pueda disfrutar de San Sebastián como si no hubiera pasado nada, como si no hubiera asesinado a nadie.
Explican que el etarra no tiene ninguna orden de alejamiento y que puede moverse por donde quiera después de que la pasada fuera puesto en libertad (estaba condenado a más de 400 años de prisión y cumplió 19.
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