("Tras el umbral espera", tinta sobre papel del autor)
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Por Luis López
/ Tercio de Pinceles /
En esta ocasión mi inseparable paleta y mi inquieta pluma van de la mano en este relato corto que tiene algo de propio... ¿sabe alguien si los que nos sentimos creativos no estamos resucitando nuestra obra hasta llegar hacerla perfecta?
Tantas veces como viva,
sacudiré toallas como percales
y mi franela será una camisa emperchada.
Volveré,
si,
para ahogar en aquel tendido de abono
mis tempranos atardeceres
más allá de la hora de Belmonte.
Reencarnado,
me lanzaré de la tapia de los sueños
a valles donde terrores astifinos
pespunteen el aire con olor a almizcle.
Retornaré a eternos patios de primera
enredado en la pasamanería de la ilusión
para desenroscar,
tarde tras tarde,
bocas de riego en interminables giros
derramando sentimientos
y locuras benditas.
¡Alamares y muchos machos necesitaré
para que los arranquen a “puñaos”
en cientos de mecidas salidas a hombros… !
Ahora que todo termina
y si no es mucho pedir,
vuelve a romperme las entrañas
pues mejor que viejo infartado
arrastrado por anónimos sanitarios,
prefiero que sean mis compañeros de terna
los que me lleven en volandas al final del túnel.
¡Y qué me canten por soleares
vestidas de mantos negros,
que el hijo de vaca parido
está de nuevo en camino!.
y mi franela será una camisa emperchada.
Volveré,
si,
para ahogar en aquel tendido de abono
mis tempranos atardeceres
más allá de la hora de Belmonte.
Reencarnado,
me lanzaré de la tapia de los sueños
a valles donde terrores astifinos
pespunteen el aire con olor a almizcle.
Retornaré a eternos patios de primera
enredado en la pasamanería de la ilusión
para desenroscar,
tarde tras tarde,
bocas de riego en interminables giros
derramando sentimientos
y locuras benditas.
¡Alamares y muchos machos necesitaré
para que los arranquen a “puñaos”
en cientos de mecidas salidas a hombros… !
Ahora que todo termina
y si no es mucho pedir,
vuelve a romperme las entrañas
pues mejor que viejo infartado
arrastrado por anónimos sanitarios,
prefiero que sean mis compañeros de terna
los que me lleven en volandas al final del túnel.
¡Y qué me canten por soleares
vestidas de mantos negros,
que el hijo de vaca parido
está de nuevo en camino!.
"Ahora que todo termina" - Luis López
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