LA NIÑA DE ANTOFOGASTA
Por Aquilino Sánchez Nodal
Madrid, 6 de Abril de 2011
Han pasado más de dos años, fue el día 17 de Febrero de 2.009, el mundo del toro y los amantes del caballo llorábamos la pérdida de la mujer que mejor mostró que la frágil porcelana no está reñida con el valor y la torería. Ha muerto “La Diosa Rubia del Toreo”. La fecha del comienzo de este relato es el 25 de Julio de 1.944. Es el prólogo de la historia, aunque las referencias llegan hasta el día fatídico de su fallecimiento.
En este mes de Julio, unos días atrás, los periódicos informan que, Conchita Cintrón, ha embarcado en Puerto Cabello con destino a España y Portugal, en cuyas plazas de toros pretende actuar como rejoneadora y si, se lo permiten, a pie. Conchita no tiene aspecto de sudamericana, muy al contrario, parece británica. Es una jovencita fina, educada y parece fuerte a pesar de no llegar a los 45 Kilos de peso. En esto del toro lleva unos cuatro años. Antes se doctoró en doma, salto y exhibiciones hípicas. El viaje a la Península Ibérica lo ha hecho acompañada de su madre y de su apoderado, Rafael Vallejo. No es peruana, Conchita ha nacido en Chile, en el pueblito de Antofogasa, el día 9 de Agosto de 1.922, pero en la República de Perú ha pasado los últimos 15 años de su vida. Cumplirá 22 años el mes próximo. Actuará en España precedida por la fama conquistada en plazas mejicanas. En la finca de los Duques de Alba de Sevilla comparte exhibición a caballo tentando unas becerras con la joven Cayetana heredera de hacienda y títulos de la Casa de Alba. El resumen de su biografía es apasionante para los amantes de las corridas de toros.
Vence la resistencia paterna que la prohibe asistir a clases de equitación en una escuela llamada “El Picadero”, en donde, un veterano rejoneador “mata el gusanillo”, impartiendo clases de monta. Con 11 años, Conchita, muestra unas aptitudes innatas para dominar los caballos. El maestro portugués, afincado en Lima, Ruy da Cámara, observa los progresos y decide instruirla en el arte del rejoneo.
Con 13 años, Ruy invita a los padres, señores de Cintrón Verrill, a pasar unos días en una finca ganadera llamada, Santa Barbara, propiedad de don Manuel Barnechea, al Sur de Lima. Conchita torea a caballo y a pie varias vacas con arte y sentimiento. Las clases han sido aprovechadas, comprende la perfecta cooperación que debe existir entre jinete y caballo para poder burlar, torear y rejonear con mayor facilidad. Ante el prometedor futuro de la caballista torera y para perfeccionar le ejecución de las suertes, Ruy construye en el solar que posee, una placita de toros a la que llama, “Tentadero de la Legua”, en exclusiva para que, Conchita se ejercite en el toreo a caballo y pie a tierra. En la plaza de Acho se anuncia una exhibición de doma y toreo con carácter benéfico. Da Cámara consigue que se anuncie a la rejoneadora. Es la primera vez que actúa delante del público.
Dominio ecuestre
El éxito es extraordinario. Es el momento de mostrar la capacidad de la torera a los paisanos de Ruy, los portugueses. Viajan a Portugal y en Campo Pequeño se presenta para rejonear un novillo antes de la actuación de los forçaos. Aquel viaje de fin de semana se convierte en una estancia de cinco meses en el País vecino. Regresa a Perú y es anunciada en la plaza de Lima, … “la rejoneadora y matadora”. El Presidente de la República del Perú la concede la nacionalidad peruana. El 20 de Agosto de 1.939, con 17 años, Conchita Cintrón se presenta en la plaza del "Toreo", en la capital de México por recomendación de Chucho Solórzano, en la cima de su carrera de matador de toros que la ha visto torear en Lima. Todas las plazas de toros mejicanas son testigo de su capacidad torera a caballo y a pie. México D.F., Puebla, Pachuca, Ciudad Juárez, Saltillo, Monterrey, Torreón, Guadalajara, Aguascalientes … Comparte cartele con, Fermín Espinosa Armillita, Lorenzo Garza, Luis Castro, “El Soldado”, Luis Procuna, Silverio Pérez y el mencionado Chucho Solórzano, en todas triunfa sin apelativos. En su corazón guarda para toda la vida a tres matadores de aquellos años, Juanito Gallo, Alberto Balderas y José González, “Carnicerito de Méjico”, los tres murieron en los ruedos en presencia de Conchita Cintrón. Su apoderado, Rafael Vallejo afirmaría: “Conchita ha toreado en México 211 corridas de toros, ha dado muerte a 401 toros y ha cortado 137 orejas. Viaja a Los Ángeles contratada para un festejo incruento y protagoniza una de las mejores películas taurinas, “Maravilla del Toreo”. Los aficionados mejicanos, en votación popular la conceden “El Trofeo de Oro” por sus triunfos al conjunto de todas sus actuaciones en plazas aztecas. En la inscripción de la placa se puede leer grabado: “Honor al Arte y el Valor”. Conchita Cintrón ha cruzado el Atlántico para gloria de su nombre y deleite de los aficionados españoles al eterno Arte del Rejoneo.
La simpatía realzaba su belleza
“Maravilla del Toreo”. Los aficionados mejicanos, en votación popular la conceden “El Trofeo de Oro” por sus triunfos al conjunto de todas sus actuaciones en plazas aztecas. En la inscripción de la placa se puede leer grabado: “Honor al Arte y el Valor”. Conchita Cintrón ha cruzado el Atlántico para gloria de su nombre y deleite de los aficionados españoles al eterno Arte del Rejoneo.
En España es apoderada por el famoso matador de toros, Marcial Lalanda, que para promoción de la bella amazona, apodera a su vez a Pepe Luis, Manolo Vázquez y a Antonio Ordóñez. En Lisboa, anunciada para una corrida de rejones sus compañeros de cartel se niegan a torear aludiendo a su condición de mujer, para solventar la situación, torea a pie.
Conchita Cintrón Verrill, se despide de los ruedos en 1.950 de Francia, en Burdeos el día, 1 de Octubre, de España en la plaza de Jaén el 18 del mismo mes. Torea a pie un toro de Oliveira. El 5 de Septiembre de 1.951 se casa con un sobrino de su maestro, Ruy da Cámara, de nombre, Francisco Castelo Branco. Se instala en una finca campera cerca de Lisboa. Con 87 años, miles de Kilómetros y la columna hecha trizas no puede torear a “la parca”.
No se tienen noticias, pero con toda seguridad, “La Diosa Rubia” continua haciendo fantásticas faenas a caballo y a pie en el Cielo.
Cuando echaba pie a tierra se mostraba como gran torero
La torería siempre en Conchita
Con Juan Belmonte
Conchita Cintrón
¡Qué bonito! Conchita fue una gran mujer que dio categoría al toreo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Rodrigo