lunes, 6 de junio de 2011

San Isidro, Una buena feria como cobaya de futuro / Por Pedro Javier Cáceres

-Iván Fandiño un triufadro de San Isidro-

Una buena feria como cobaya de futuro


Por Pedro Javier Cáceres
Madrid, 6 de Junio de 2011
La semana ¿torista?

El tramo final de San Isidro, tildado como torista, han sido 5 días de vaivenes entre la decepción y la esperanza. Sí con momentos de mucha emoción de por medio.
Decepción, una más, del juego lamentable , y presentación descuidada (un mestizaje entre equina y porcina) de las ganaderías llamadas duras, un eufemismo, cuando lo duro es llamarlas por su nombre : mansas y descastadas, con mayúsculas.
Esta feria ha sido un fracaso de este concepto de la yihad venteña que requiere una revisión urgente sobre la llamada semana torista aunque siempre salta algún toro que blasona el hierro y permite seguir con este cuento. Y, además, el quite de un remiendo o un sobrero de otro hierro que medio justifica la corrida.
Por ejemplo: el martes. Un buen toro, gran toro, el 2º de Peñajara, auxiliado por un sobrero de Carmen Segovia.

Fue el lote de un muy capaz César Jiménez que si tuvo que cortar la segunda oreja del “peñajara”, anduvo con valor sereno y calcular concepto en el de Segovia.
Las dos orejas son justas, con el pero de su primer toro, y la PG, justa, pero que aviva otro debate aquí propuesto hace semanas.

Jiménez cierra una muy buena feria tras una labor muy notable en la corrida de Samuel. Mansa, mal presentada, cuernos y carnes, poco más o menos, solo dejó guerrear a un Ferrera puesto y dispuesto y un Padilla que cumplió trámite.
En la de Peñajara, mala —en general- sin suerte pero espeso Eugenio de Mora, y ganas sin más recursos de Javier Cortés.
Gran decepción supuso, para unos más que para casi todos, la corrida de Palha, muy mal presentada y de nulo juego. Casi ni el primero si no es porque la víctima era Bolívar. El tercero tuvo mejor ver por el buen trato de un David Mora con ganas de salir de estas corridas. La espada le cerró el triunfo orejero.
Hubo un sobrero, una cosa en sepia, el 6º, con hierro casi desconocido, Aurelio Hernando, que era un motor con cuernos; pero que gustó por la emoción que produce arrollar que no es lo mismo que embestir.
David Mora estuvo muy por encima evidenciando sus progresos. Uno de los toreros que aprueban, en alto, en esta feria. Tarde en la que Salvador Cortés, con lote infumable anduvo disperso, sin encontrar la colocación y molestado por el público.
Y llegó la de Cuadri para broche de oro. Eso se decía y barruntaba. Imponente de presencia, que no de presentación. Me explico: cabezas, lomos, pechos y culata de asustar; camiones con cuernos. Esa presencia impone, no cabe duda. La presentación, que se refiere al tipo zootécnico del toro de lidia común, deja mucho que desear de la presencia.
Dio poco juego. Se salvó de la quema por ser estandarte de la inquisición y por dos ejemplares que además tuvieron la fortuna de caer en manos de Iván Fandiño.
Pletórico de todo Fandiño, cortó una oreja que tuvieron que ser dos de no amorcillarse el primer toro y sale de esta feria como uno de los grandes.
El Fundi, veterano maestro, no se dio coba ante un lote peligroso, y sí se la dio Alberto Aguilar que salió vivo de milagro.
Tampoco funcionó la novillada del lunes de El Ventorrillo. Si acaso el lote del debutante Rafael Cerro que sale de la feria como una promesa con valor, hechuras y calidad. Ahora debe corregir vicios de ventajismo que en Madrid no gustan.
Víctor Barrio expuso, pero no llegó a los niveles de su tarde anterior y David Silvetti, sin novillos, anduvo a la altura de dignidad y expectación que han creado todos los mexicanos de esta feria.

SAN ISIDRO, EL BALANCE 

1.- SÍNTESIS
Una feria satisfactoria que avala el planteamiento de la misma en su texto como San Isidro y el contexto global de las “ferias de primavera”.
Sirve de señuelo a la Comunidad cara al pliego de condiciones.
Un buen servicio de la Empresa cara al futuro.
Los datos
24 tardes. 8 o 10 de “no hay billetes”, muchos llenos y el resto entradas excelentes.
5 PG: 3 de matadores de toros y 2 de rejoneadores. (3 de dos orejas de un toro).
19 orejas: 14 de matadores de toros, y 5 a caballo.
5 toros de premio claro:

2 de Juan Pedro
Alcurrucén
Ventorrillo
Peñajara
Más de 20 toros buenos, encastados o en noble.
Otros 20 toros medios, sirviendo o manejables.

2.-ANÁLISIS
La gente tiene ganas de toros
La gente quiere ver torear (garantizada la emoción del toro de Madrid)
Por ello protestó la duplicidad de Cuvillo, las corridas fantasmas y la presentación de varios corridas y muchos ejemplares
La gente ha premiado actitudes antes que excelencias o perfecciones

o Muchas tardes se han olvidado del “ojo de halcón”
Al contrario de otros años fue feria en la que los toreros, acertados o errados, más sobrados, menos, insuficientes (incluso con orejas cortadas) pisaron con responsabilidad y compromiso la arena
Importante que las figuras tiraran del carro y que el cuadro de honor esté copado por ellos. Este es un espectáculo de élite, y a partir de ahí caben y se benefician todos:
Los triunfos de Talavante y Manzanares, las orejas de Juli, Castella (una más una) y El Cid dan lustre y armamento mediático a cualquier feria. Más si es de postín. La primera del mundo.
De las figuras no brilló Morante y Perera sí puso corazón pero en más de un toro faltó cabeza, lo mismo que el “proyecto” de figura Daniel Luque.
Cayetano es lo que es, le incordien y le molesten, o no.
El Fandi libró con discreción su batalla madrileña de obligado cumplimiento en una guerra que no es la suya.

Tal fue el caso de Padilla.
Importante que toreros emergentes, meritorios y alguno de los de “eterna espera” hayan triunfado a lo grande como Fandiño, abierto la PG como Jiménez o cortado su oreja como Uceda.
Más la estabilidad de Juan Mora, la rehabilitación de Serafín Marín, la garra de Ferrera, el sitio de Abellán o las buenas vibraciones de Morenito de Aranda (la ultima de las dos tardes) y David Mora
Y los mexicanos...

Jóvenes, confirmantes y con un alto grado de competitividad. Con valor, pero también concepto y maneras.
Saldívar impactó de primeras y salvó con éxito el 2º test.
Se abre paso en el circuito de ferias, como el novillero Sergio Flores.
Adame anduvo a la altura de las circunstancias. No fáciles.
Lo mismo que Silvetti en su novillada.
Garibay pagó con sangre su entrega.
Faltó mayor ambición, concepto del toreo y sentido de la lidia en los jóvenes, unos con el infortunio de sus lotes como Miguel Tendero y Javier Cortés, otros con la “desgracia” de tener buenos toros como enemigos : Juan Bautista y Rubén Pinar.
Frío y muy medido, aunque correcto Matías Tejela, por debajo de él mismo.
Fallaron toreros de coraje y guerra “muy de Madrid” (Fundi, Rafaelillo y Urdiales) salvo la fe en sí de Robleño y Alberto Aguilar. Inédito Sergio Aguilar.
Desdibujados y mas exigidos por muy vistos: Eugenio de Mora, Salvador Cortés y Luis Bolívar.
Importante que tras el equilibrio que parece se ha producido en los tendidos (el 7 y la “ilustración” deben de existir, pero la mutación se ha producido en el resto de la plaza, que ha pasado a la acción: disfrutar y divertirse dentro de un rigor sin hacer seguidismo de los entendidos)...
...“se endurezca la P.Grande para que no duelan orejas al límite”
Importante que, aun con timidez, se van recuperando las “vueltas”

3.- CONCLUSIONES PARA ENMIENDAS y ABUNDAMIENTOS
El cuento del “torismo” y los “encastes” duros (mansos) tiene corta vida: con Cuadri y Escolar, nos apañamos. Ni el gran toro de Peñajara le redime.
Si se sigue hablando de corridas duras hay que rehabilitar a Victorino... Y Fuente Ymbro. ¿Por qué no Jandilla? Incluso Adolfo y La Quinta.
El tópico del monoencaste y la división comercial/dura de las corridas se desenmascara
Más ganaderías de las habituales en las grandes ferias como El Pilar en vez de medianas y ramplonas que apenas lidian en plazas y ferias de segunda (Sorando, Las Ramblas, con perdón).

La de El Torreón fue el gran fracaso de este colectivo. La de Ventorrillo también, a pesar del “toro de la feria”.
Ha sido ilustrativo, independientemente del juego que hayan dado, cómo ganaderías reservadas a las figuras han sido lidiadas por las clases medias.
Fuera duplicidades de hierro en la Feria.

(Que Cuvillo hubiera lidiado una en la feria, y Victoriano del Río no se hubiera reservado para la Beneficencia)
Más compromiso a figuras como El Juli y Morante para haber estado al menos una tarde más en la feria.
Reprobación con toda firmeza a los apoderados y veedores de las “figuras” (casi todos) por los mangoneos en las fincas y corrales.

Con serio aviso a la Empresa que haya de venir para que no
consienta coacciones y chantajes de estos.
Felicitarnos todos por el nivel de los novilleros, la mayoría a la antigua, en novilleros, sin tener ganado apropiado para brillar artísticamente, salvo excepciones de uno, a lo sumo dos, novillo por tarde :
Los debutantes Sergio Flores y Rafael Cerro han causado inmejorable impresión, lo mismo que Jiménez Fortes y Víctor Barrio (su primera tarde).
Maduro y serio el francés Duffau y esperanzadora presentación de Diego Silvetti.
A Larios le vino grande el compromiso de Flor de Jara, tanto los malos como el bueno y López Simón mostró su perfil más bajo.
Tampoco hubo “material” propicio en las corridas de rejones. Aún así Leonardo está llamado a ser una gran figura del torero a caballo.

Ventura abrió la PG y Hermoso sigue siendo la maestría y la referencia. Sergio Galán debió triunfar, maltratado por la presidencia.
Satisfacernos que en feria dura, de criba, tan solo haya habido dos heridos : Jiménez Fortes e Ignacio Garibay.

4.- MORALEJA
Con estos mimbres el cesto es más que notable de concepción y

desarrollo.
Restauran protagonismo a los que nunca debieron perderlo y se anula toda importancia como únicos y exclusivos garantes del público la cualificación y competencia o no de autoridad y facultativos.
Pasan de seña de identidad a anécdota, sostenida por la nostalgia,

los reventadores de plantilla y las consignas espurias y preconcebidas.

5.- UNA REFLEXION FINAL
Para conocer, asimilar y poner en valor.
Todas las novedades aportadas: diseño, programación, apuesta por los mexicanos, etc. ha sido, con la supervisión general de José Antonio Martínez Uranga, un trabajo ejecutivo de Manuel Martínez Erice.
Lo que pase en el futuro con el pliego de condiciones está por ver. Pero es de justicia subrayar que el relevo, paulatino, generacional en Taurodelta se está llevando a cabo con éxito, y eso es una garantía para Madrid, si toca, como para la Fiesta, tan necesitada de refresco en todos sus gremios, estamentos y escalafones.
Buena feria. Felicidades, Manolito (con cariño).

Enhorabuena, a partir de ahora, D. Manuel…Martínez Erice.

ESTRAMBOTE
¿Servirá para algo?
Me temo que no. Solo hay que ver los carteles de las ferias que se han hecho públicos esta semana con San Isidro vencido.
De los triunfadores de arriba, las figuras, muchos, no están en por pedir dinero.

Del resto de los toreros que han pasado con nota alta, tampoco se les hace justicia porque “no tienen nombre”.
El “sistema”.
Este es el mal de la Fiesta (entre otros muchos) y que no lo remedia ni Madrid ni San Isidro.
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El Imparcial.es

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