LA IGLESIA Y LOS TOROS
Enrique Barrios Barrios***
Diario Notitarde / Valencia-Carabobo
ANTIGUO PRECEDENTE.-
En el curso del siglo XVI, desde Roma se dictaron órdenes de prohibición relacionadas con la fiesta de los toros. Basta recordar que el Papa Pío V, mediante la Bula llamada De Salutis Gregis Dominici promulgada en el año de 1567, se contemplaba condenar con la pena de excomunión, a todo aquel que participara en una corrida de toros.
Al morir Pío V, el Papa Gregorio III suspende la prohibición, decretándola nuevamente Sixto V en el año 1583, hasta que vuelven a ser permisadas otra vez, por el Santo Padre Clemente VIII.
El referido cambio de opiniones entre los Pontífices de la Iglesia, nos viene a demostrar como desde los primeros tiempos de iniciación del espectáculo taurino, se han presentado las confrontaciones entre los adversarios y partidarios de las corridas de toros.
EL PADRE JOSE PALMAR.-
En el Suplemento Mensual titulado IGLESIA. URBE Y ORBE, publicado por el Diario El Nacional del día 27 de Noviembre de 2011, el sacerdote José Palmar en la última página del citado suplemento, incluye un artículo bajo la denominación "Corrida de toros ¿patrimonio cultural?", donde expresa que la Iglesia no debería permitir las corridas de toros, refiriéndose a la Feria Taurina de La Chinita en Maracaibo, pues ellas constituyen una expresión del bestialismo que traemos desde la era de la caverna. Por ello, "al toro le clavan banderillas que le llegan hasta los pulmones, le echan tinner en las patas para enfurecerlo, le ponen vaselina en los ojos para dificultarles la visión, le clavan agujas en los testículos para que el dolor lo agobie y no se les da agua ni comida durante varios días."
Únicamente por ignorancia pueden hacerse tales afirmaciones o este sacerdote, se dejó engañar por los antitaurinos quienes propagan argumentos semejantes, al tratar de convertir la mentira en verdad. Para un aficionado a los toros, es indignante tanta falsedad.
EL ARZOBISPO DE MARACAIBO.-
El prelado de la Iglesia Monseñor Ubaldo Santana, Obispo de la Diócesis de Maracaibo, en el sermón del día de La Chinita, proclamó su desacuerdo con las corridas de toros, al considerar que los taurinos con su afición, están propiciando la violencia contra las mujeres, los niños y los ancianos. Tal señalamiento es equivocado, pues son las bandas criminales existentes en el país las que ejercen actos de violencia al secuestrar, atracar y matar a los venezolanos, y en especial, a los segmentos de la población indicados por Monseñor Santana.
La patria quedaría agradecida de aquellos que resolvieran dedicarse a combatirlas y sancionarlas. Por otra parte, el mundo del toro en Venezuela conoce de la empatía por la fiesta brava, tanto del Arzobispo de Mérida Monseñor Baltazar Porras como del Arzobispo de Valencia Monseñor Reinaldo Del Prette, siendo por ello pertinente el deseo proferido antes de cada corrida "Que Dios reparta suerte".
enbebe@hotmail.com
***Enrique Barrios Barrios, es Presidente del Capítulo de Valencia del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, y ex Diputado de la Asamblea Nacional.
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