Los aficionados quiteños se manifiestan pacíficamente por la Fiesta y contra el acoso y amenazas de activistas antitaurinos que causan disturbios y daños en el mobiliario urbano de las calles de Quito
Taurinos y antitaurinos hicieron ayer nuevamente público su descontento. Los primeros por la suspensión de la Feria de Quito y los otros por las corridas de toros que se realizarán en la Plaza Belmonte mañana en la noche.
Desde las 10:30, los amantes de la tauromaquia se dieron cita en los exteriores de la Plaza de Toros Quito, ubicada en el norte de la capital, para exigir que las autoridades pongan un alto a las agresiones de las que dicen ser víctimas diariamente por parte de los opositores a la fiesta brava.
El torero Mariano Cruz aseguró que a diario reciben ataques. "Nos llaman asesinos, cómo explico yo a mis hijas que su padre no es un asesino. Creo que el presidente (Rafael Correa) debería escuchar a los toreros como escucha a otros grupos. Si bien somos una minoría, también somos ecuatorianos y merecemos respeto", añadió.
Por su parte, Santiago Aguilar, de la Unión Nacional de Espectáculos Taurinos, señaló que con la cancelación de la Feria se han perdido unas 100 mil plazas de trabajo directos e indirectos.
Una hora más tarde, a las 11:30, en el parque de El Arbolito, localizado en el centro-norte de Quito, se congregaron unos 150 ecologistas y antitaurinos para marchar hacia la Plaza Belmonte, encabezados por integrantes de la agrupación Diabluma, que es opuesta a las corridas.
Escoltados por la policía, los manifestantes avanzaron hasta la calle Guayaquil y José Antepara, donde pretendieron dirigirse hacia el Municipio de Quito. Ahí se produjeron los primeros roces con los uniformados quienes recordaban a los manifestantes que tenían permiso para llegar a la plaza de toros y no a otro lugar.
En primera instancia los manifestantes aceptaron la aclaración policial y caminaron hasta la Plaza Belmonte, pero luego todos salieron corriendo hasta tomar la Guayaquil y llegaron al edificio del Cabildo. En el camino algunos uniformados lanzaron gas pimienta a los antitaurinos, que profirieron insultos contra el alcalde Augusto Barrera y quienes conforman el Concejo Metropolitano.
Los policías controlaron que los manifestantes no ingresen al municipio y les permitieron que ocupen uno de los carriles de la calle Venezuela, donde permanecían hasta el cierre de esta edición.
En días pasados, Felipe Ogaz, representante de Diabluma, señaló que esta manifestación iba a ser una fiesta por el "triunfo" conseguido con la suspensión de la Feria de Quito.
Acitvistas antitaurinos provocando disturbios frente a la policía
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