jueves, 10 de enero de 2013

Juan Belmonte, que juega al tenis / Por José Ramón Márquez



-He practicado deporte en los momentos libres que me deja mi profesión y nunca me encontré mejor de forma como cuando maté... el tiempo en los courts de tennis.

José Ramón Márquez
En este año trece en el que se cumple el centenario de la alternativa de Juan Belmonte, la Real Maestranza de Caballería de Sevilla ha encargado a un pintor llamado Hernán Cortés, que es un Hernán Cortés contemporáneo, sin su Malinche y sin su Bernal Díaz del Castillo, el canónico cartel que anunciará la Temporada 2013 en el coso del Baratillo.

Tan curados de espanto estamos con los dichosos carteles, aún no repuestos de aquella cucaracha pinchada por un mondadientes que perpetró Miguel Barceló hace cinco años, que lo que menos nos podíamos esperar es que le encargasen el cartel a un señor que, por lo menos, acredita que sabe dibujar. La pena es que no le hubiesen encargado el del año doce a este Hernán Cortés y haber dejado las moderneces y los confetti que le pusieron a Gallito el año pasado para echárselos al Pasmo de la calle Feria, puesto que al decir de tantos es él quien inventó el toreo moderno. 

Si uno hubiese tenido ocasión de departir con el señor Cortés, cortésmente le habría sugerido ideas que irían más en consonancia con lo que es el toreo que, según tantos, trajo Juan Belmonte, y le habría explicado cómo los polvos de aquella ‘revolución’ trajeron los lodos del actual torero sportman, hombre que o bien va vestido de Emidio Tucci o bien va con unas camisas llenas de letreros enormes en los que pone ‘La Martina’.

Como sportman en toda regla, Belmonte da sus opiniones del balompié, como haría cualquier torero de los de hoy en día, aunque le falta la condición de ser ‘hincha’ de un equipo:

-Mira, te adelanto que asisto a los match de fútbol desde una tarde que, guiado por mi hermano Manolo, fui a presenciar uno. Desde entonces, contagiado por esta afición que aquejaba a Manolito, suelo asistir a la mayoría de los que se celebren, cualquiera que sea la población en que me halle.

Y se declara partidario del tennis:

-He practicado deporte en los momentos libres que me deja mi profesión y nunca me encontré mejor de forma como cuando maté... el tiempo en los courts de tennis.

Y del boxeo:

-El boxeo es interesante. Me aficioné a él en mis viajes por América, presenciando unas peleas fabulosas en Nueva York y en Panamá.
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¿Qué cosas se les podían haber ocurrido al Cuco y al Almendro si se llegan a encontrar a Joselito vestidito de blanco y con una raqueta en las manos.
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3 comentarios:

  1. No es extraño, Juan Belmonte es, además de torero un hombre adelantado a su tiempo y un ser humano de gran curiosidad por todo lo que le rodea, gran lector, aficionado a la música (a toda, le gustaba por ejemplo la música árabe), amante de los viajes y de conocer otras culturas... no es extraño que percibiera las virtudes del deporte que entonces no era todavía popular. Le guste a Ramón o no le guste un tipo genial ese Belmonte, y un torero como la catedral de Burgos,lo que no debería restarle nada a Joselito ya que los dos se complementan a la perfección.

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  2. Sin menos preciar la Catedral de Burgos, que es un esplendido monumento y está considerada entre las mejores catedrales de España y del mundo, si ponemos como ejemplo, que Juan Belmonte, es un torero como la catedral de Burgos, mejor dicho estaría puesto que rea sevillano, decir como la catedral de Sevilla, que es la catedral gótica con mayor superficie del mundo.

    Clavelitos

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  3. Cierto es y rectifico, amigo Clavelitos, Juan Belmonte fue un torero como la catedral de Sevilla.

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