Lo que Madrid da las figuras lo quitan ¿El sistema?... La afición y el público, también
Pedro Javier Cáceres
No hace mucho que una vuelta al ruedo en las Ventas era una vuelta por las ferias de España. Ahora, ni cortando dos orejas y armando un lío muy gordo: caso Joselito Adame.
Bien es cierto que la “cosa” viene de largo.
El último gran éxito, rotundo, que se recuerda es el de César Rincón en el 91. Arrasó con todo e hizo historia de la tauromaquia.
Ya entonces, esa temporada, el colombiano tuvo que ir por goteo peleando sustituciones, en carteles de lujo ¡eso sí!, para culminar el año en figura máxima, aunque el dinero correspondiente no llegaría hasta más tarde.
En el 93 fue Javier Vázquez el que sorprendió en su alternativa. Gracia a una estrategia de pocas prisas y precipitaciones logró sumar cerca de 40 festejos, entre contrataciones y sustituciones, casi siempre eligiendo carteles adecuados. Resolvió el madrileño con dignidad pero al año siguiente, sin grandes triunfos, costó días y ayuda aproximarse a campaña similar. Las segundas oportunidades están sólo destinadas a unos pocos: por su valía proyectada, o por su ubicación en “casas” taurinas con poder.
En el 96 fue Víctor Puerto tras su confirmación y cortar de dos en dos cuatro orejas en dos tardes. La historia se repetía bajando en contratos al 3º año. El anterior (97), bueno, fue fruto de su capacidad para aprovechar los restos que le dejaban en las ferias su condición de triunfador de San Isidro.
Verdad es que Adame se ha quedado en puertas de mostrar triunfos tangibles, pero lo hecho y proyectado lo sabe todo el mundo, más el staff taurino.
Cerrada Pamplona, antes de, quedaban otras como Bilbao y Santander, y un puesto a última hora que recogió, en ambas ferias, Rubén Pinar; un notable superviviente de San Isidro y con cierto cartel en Santander, apoderado por Gerardo Roa (casa Chopera, gerente de ambas ferias).
Se ha anunciado Gijón, y tampoco está el mexicano. Y así podríamos seguir.
Sin embargo, al contrario que en la época de Ordóñez, Camino, El Viti y más tarde con la generación de Manzanares padre, donde a los jóvenes triunfadores se les hacía un hueco para ver su capacidad midiéndose con las figuras de la época, últimamente la escasa media docena de las mismas no sólo tienden a arroparse en carteles cerrados, sino que rizando el rizo, 4 de ellos se han prodigado y este año, corregido y aumentado, en manos a manos (un eufemismo, son corridas de dos toreros; dos figuras, vale; pero de ahí a un mano a mano va un abismo. El único que reviste estas características de los últimos anunciados es el de Bilbao con Perera y Fandiño ante los Fuente Ymbro).
La cuestión que nos debemos plantear (yo lo intenté el otro día con varios compañeros de programa, ganaderos, y empresarios), nada fácil —nadie contesta firme-, es sí en Bilbao o en Santander, Málaga, etc. en cualquiera, uno, varios, o todos, los mano a mano que se anuncia se abre y se cierra terna con el triunfador y revelación de San Isidro ¿va más gente? ¿va la misma? ¿se entiende que el triunfador de Madrid quita público? ¿máxime cuando los mano a mano no son novedad ni circunstancia única sino vicio repetitivo?
Si fuere así, el problema no es del sistema, que también, sino de público y afición. Y a partir de ahí que cada uno haga su diagnóstico… y a poder ser su prescripción, cuando no su tratamiento terapéutico, incluso quirúrgico.
En entrevista en La Divisa de ondacero.es el portavoz de la Junta Administrativa de la Plaza de Toros de Bilbao, Juan Manuel Delgado aseveró que cuentan con Adame para posibles sustituciones. ¿Cuáles? La pregunta ya tiene enjundia y pocas dudas.
Pero en el mejor de los casos, y suponiendo éstas lleguen y el “acatarrado” sea una de esas figuras (atiborradas en mano a mano, lo cual sustituir parece inviable) ¿estos aceptarían abrir cartel? Otra traba más.
Este es el sistema y nadie lo quiere cambiar.
No es válido el caso de Rincón en el 91, primero porque el impacto del colombiano en Madrid fue escandaloso, y porque enseguida fue cogiendo sitios en las ferias y posiciones de figura alternativa por sus continuados triunfos rotundos en las barbas de los gallitos de entonces.
Y también ayudó, que el triunfo le llegara con 10 años de alternativa por lo que cualquier sustitución le valía para ir por delante de Joselito la joven figura referente que marcaba el uno por delante y otro por detrás, escolta y motorista.
No es el caso de Adame, con grandes dificultades, como hemos apuntado para entrar en grandes carteles por vía de sustituciones, menos si hubiere de hacerlo por el cabeza de cartel.
Y aquí es donde se impone una reflexión.
Más teniendo en cuenta el hecho producido con Adame en Madrid donde el sentido común, en un alarde vanguardista de progreso inusual en el mundo del toro, propició que lo ganado en la plaza no se despilfarrara en los despachos atendiendo a una urgencia de sustitución aunque en el cartel hubiere dos extranjeros.
Han trabajado en esa línea para el futuro, asunto que halagar, pero atendiendo sólo, de momento a la nacionalidad y la revisión de los convenios para adecuarlos a las circunstancias actuales y tiempos modernos, sin fronteras.
Pero, aprovechando la apertura, esta medida debe ir más allá.
No es nuevo para quienes me siguen desde hace más de 30 años. Algo que dije y escribí, hace tiempo y en bucle repitiéndolo en muchas ocasiones cuando un meritorio no podía acceder a una sustitución de lujo por el hecho de no tener antigüedad para encabezar el mismo.
La teoría es simple: que en el caso excepcional de sustitución, el sustituto asuma todo el rol —menos el económico, no vayamos a enredar- del sustituido.
Matar el 1º y el 4º ni impide que el espada más antiguo dirija la lidia. Sí es que hay algo que dirigir, porque de lo que se trata es abrir cartel, lo demás son escusas de mal pagador.
De esta forma, muchos jóvenes triunfadores no tendrían el hándicap de su antigüedad para disfrutar de un puesto en cartel soñado. De la misma manera se acabaría el cuento del compro, vendo, cambio... de cromos y a más de una empresa se le acabaría el discurso manido que a veces es sonrojante.
Posiblemente, por humildad, apoderamiento, más que independiente apócrifo, y por no ser carne de prensa leotardera, carecer, casi, de patria taurina —más en España- el avanzar en la depuración de la obsoleta burocracia taurina no vaya a favorecer en nada a Joselito Adame. Pero al menos es un faro para guía de un futuro más modernizado y junto con su actuación en Madrid tenérselo por agradecer. Aunque con ello no toree y por lo tanto no le sirva para comer.
¿Para esto se juega uno la vida y triunfa en Madrid? ¿Es la 1ª del mundo, mundial?
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El Imparcial
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