¿Qué falla en los mano a mano? Además del toro
Pedro Javier Cáceres
No es nuevo, ni de este 2013, el programar manos a mano entre las figuras como reclamo taquillero ante la escasez de figuras con tirón, si es que lo tienen en la medida de castrar una terna convencional (los datos de Valencia y Huelva- Juli-Manzanares son elocuentes, no se han llenado los cosos de 10.000 y 7.000 localidades respectivamente: 75% y 90%)
Pero del dicho (mano a mano) al hecho va trecho.
Empezando por el toro, quedó escrito la semana pasada a colación del fiasco de Valencia.
No se selecciona para una “final four, o five”, si no para una “pachanguita”.
El hierro es lo de menos —según qué casos-. Ahí están los 3 de Victoriano del Río para Talavante en Valencia, incluso los de J. Pedro de Morante: dignos, incluso por encima de lo habitual. Pero la ausencia de corrida única y sorteo le quitó esencia a lo promocionado.
El toro, primera mentira, “piadosa”, eso sí, porque todos tragamos con tal que veamos torear…
…Ver torear, si puede ser un toro, pero en competencia, el quid de la cuestión. No aparece, pecado capital; estafa sobre lo anunciado: tauricidio de leso fraude.
Confrontación, ni siquiera enfrentamiento. Gestos, quites, rabia… orgullo torero.
Con torear bien, bonito, técnico, poderoso, cortar orejas, incluso triunfar uno a uno no es suficiente para el ¿excepcional? reclamo.
Más valiendo, aquí, el empate; pero a cuatro o a cinco, o a seis. Pero no a cero.
Por mucho que el marcador maquille con otro resultado el frío balance final en el que no se matizan los goles en fuera de juego, los metidos con la mano y, en las más de las ocasiones, en propia puerta por el “contrario”.
No es cuestión de satanizar los mano a mano, si no de exigir a quienes lo asumen compromiso, responsabilidad.
La temporada pasada los hubo, y nadie se quejó. Antes al contrario.
El de José Tomas-Juli en Badajoz, Ponce-Morante en Valencia, Juli- Talavante (sustituyendo a Manzanares) en la misma Huelva que hoy siente nostalgia de aquel. Y ¡como no! el Manzanares-Talavante de Sevilla.
No se trata de demonizar los mano a mano. Ni hacer un “totum revolutum” porque todos no son iguales por mucho que se confabulen y roten en el “trile”.
Todos imputados pero de cómplices o colaboradores más o menos necesarios (en el pecado llevan la penitencia —caso de El Juli-) a ser actor principal hay diferencia.
Si miramos por el retrovisor a 2012 y obviando los mano a mano de identidad propia, Badajoz y Valencia, que hacen historia, recordaremos cómo en Huelva atacó El Juli, incluso poniendo banderillas, y contrarrestó Talavante. Corrida entera de Cuvillo. En Sevilla fue Manzanares el que, desde el minuto 1, se fue a la puerta de chiqueros por dos veces, y no se arredró Talavante.
¡Qué grandes espectáculos!
¡Y nadie reparó si el toro era más chico o más grande!, ni se le miró el código de barras para saber su procedencia. Fueron 3 de Juan Pedro y 3 de Cuvillo, y sortearon, no fueron con el “paquete básico”, ni cada escogido lote viajó con la cuadrilla correspondiente.
2013 Valencia. El Juli ataca —porta gayola- pero como si avisara tipo guerra de Gila (¿es el enemigo?), y Manzanares prolongando siesta. Así cantó más la birria de toros “becarios” escogidos al efecto.
Morante -con “sus juanpedros” - a su bola; bien a muy bien en el 5º. Talavante, a la suya, con los suyos. Bien a secas, aun saliendo en hombros. Nada que ver con los retos contados protagonizados en 2012, donde saliendo perdedor, numéricamente, tocó podio y gloria.
Ayer en Huelva.
El toro de Huelva, a menos. Pero ataca El Juli, otra de “guerra de papá” y Manzanares no se da por enterado.
Sólo al final, en el 6º, el público, santo público festivo y veraneante —harto de tanta representación- es el que protagoniza el mano a mano con Manzanares instándole a que haga un esfuerzo, y a su forma lo hace.
Foto de Puerta Grande con dos toreros como continente que enmascara el contenido y la filosofía con que se habían anunciado. Leer crónicas, hasta de medios parciales.
Así el patio se anuncian más. Más de casi lo mismo. Los cubiletes son los de siempre con una sola y caprichosa bolita.
No hay, o no se prodigan ¡con toros! — o sin ellos- los Juli-Castella, Castella-Perera…o Fandiño; con bolita secuestrada por el pillaje, para entrar en juego con todos ellos.
Bueno sí. Perera es el único que aguanta el tirón. De ahí que con tanta farsa y verdades a medias el mano a mano de Perera-Fandiño en Bilbao (escenario de “champion” con su toro amplio) con la corrida de Fuente Ymbro —inédita en los mano a mano del póker “juanpalomo”-. Antes, el 15, se medirán en Dax, para irse conociendo.
¿Qué está fallando aquí? ¿El “habitante”? ¿Cuál o cuales? ¿En qué grado de negligencia, dolo o culpabilidad total?
¿Manzanares y la mandanga? ¿Talavante y sus secuelas? ¿El Juli por su seguidismo? ¿El arte inconmensurable de Morante que al no ser de este mundo no puede, o no debe, parangonarse en mayor reto que consigo mismo?
Hoy tocaba rotación, y Manzanares, fijo en el invento, se medía a Morante en el Puerto de Santa María. ¿Más de lo mismo?
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