miércoles, 13 de agosto de 2014

Ecuador. Peñaherrera un triunfador en Tanicuchí: Cuatro orejas / Por Manolo Espinosa “El Ciclón”




Peñaherrera un triunfador: 
Cuatro orejas

  • El Matador Martín Campuzano, pensamos que se llevó el peor lote: uno de Atocha y otro de Santa Rosa. Al primero que tenía poca fuerza, se le notaron dos defectos: que se frenaba y que calamocheaba mucho poniendo en riesgo al torero

Manolo Espinosa “El Ciclón”
Ecuador, 12/08/2014.-
En tarde despejada y noche fría, se inicio la corrida mixta del sábado anterior, anunciada para las 5 de la tarde, en la plaza de toros “San Lorenzo de Tanicuchi”; con unos cuantos minutos de retraso que no incomodó al respetable que copó más de medio coso, y que acudió al envite de la empresa por un cartel presentable, puesto que venía el triunfador del año anterior, el diestro Martín Campuzano, el rejoneador Sebastián Peñaherrera y el novillero Hernán Eduardo Tapia. 

Se inició el espectáculo con el caballista al que le correspondió un toro de Trinidad y otro de Ortuño. El primero de su lote con poca fuerza, algo soso que pegaba arreones, lo toreó templadamente, dejando los rejones de castigo en buen sitio, cambiándose a las banderillas y en una de esas entradas, el toro lo sorprendió pegando un puntazo en la grupa de la jaca, sin mayor importancia. Acertó con el rejón de muerte, colocándolo en buen sitio por lo que recibió dos orejas. En el segundo, la faena fue mucho más intensa porque tenía un toro codicioso y con muchas manos al que hizo muy bien las cosas. Los rejones de rigor, las farpas en todo lo alto y banderillas que caló en el respetable; se adornó elegantemente y fue premiado con música: quiebros, engaños y temple en la lidia, así como sus entradas que las realizó con precisión, más la buena colocación de los hierros hicieron la fiesta en los tendidos. Colofonó la faena con el rejón de muerte que aunque un poquitín trasero, la autoridad lo premió con una oreja pero reconsidero su decisión, por los méritos del joven caballista, concediéndole la segunda, entre la aprobación del respetable.

El Matador Martín Campuzano, pensamos que se llevó el peor lote: uno de Atocha y otro de Santa Rosa. Al primero que tenía poca fuerza, se le notaron dos defectos: que se frenaba y que calamocheaba mucho poniendo en riesgo al torero. Recibió al de Atocha con la capa en apretados delantales, rematando con elegante media verónica. En varas el toro protestó y con la muleta se inició con pases por alto para continuar por naturales. Algunas tandas buenas y no redondeó porque el toro no colaboró. Estuvo pesado con la espada y perdió lo que podía haber sido un trofeo. En su segundo toro intentó ejecutar verónicas pero fue imposible, por lo que se pasó a la pica. Ya con la muleta le instrumentó pases por alto, derechazos algunos estimables. Ensayó naturales insistiendo mucho porque el toro se distraía y se frenaba. Con la espada volvió a fallar quedando todo en aplausos. 

El Novillero Hernán Eduardo Tapia, se llevó el mejor lote: uno de Atocha y otro de Santa Rosa. Al de Atocha, lo recibió a porta gayola siendo arrollado, saludó con buenas verónicas rematadas con revolera. Continúo por navarras y remató soltando la punta del capote. Con la muleta hizo cambiados por la espalda sometiendo a la res. Tandas con la derecha de buena ejecución, naturales, manoletinas y con la espada perdió los apéndices. El segundo de salida no nos gustó su estilo, pero luego de la pica se fue a más. Llevando la muleta en la diestra el novillero comenzó doblándose para ir por derechazos entre templados y atropellados rematando con pases rodilla en tierra. Al final se puso pesado con la espada diluyéndose toda posibilidad de triunfo. El público disfrutó porque el festejo fue agradable y un rejoneador triunfante salía por la puerta grande en medio de las palmas del público, que se quedó con ganas de seguir viendo toros en esta plaza.

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