Del toro al infinito: Albacete: La tarde de Alcurrucén

Miguel Abellán, Daniel Luque y Juan del Álamo

Redacción 'Del toro al infinito' / Fotos: La Loma

Albacete, 11/09/2014

Magnífica la presentación de los toros de los hermanos Lozano con el hierro de Alcurrucén, de menos a más con tres reses últimas con trapío digno de plaza de máxima categoría, siendo de resaltar la patente integridad de sus astas, como corresponde a una plaza como la de Albacete que tradicionalmente se viene respetando las buenas hechuras y seriedad de los encierros que se lidian en su famosa feria, y que supera incluso a algunas cosos clasificados reglamentariamente como de primera categoría. Plaza donde se conjuga la exigencia de una afición contrastada históricamente con el cumplimiento del deber reglamentario de sus presidentes, como los actuales Joaquín Coy y Luis Natalio Cuesta, y los equipos asesores veterinarios.

Miguel Abellán y Daniel Luque no aprovecharon las buenas condiciones de sus respectivos oponentes corridos en primer y segundo lugar, realizando faenas largas y de menor tono aplaudidas por el público y que , no obstante, hubieran tenido premio de no haber sido rematadas con clamoroso fallo a espadas.

Estos afamados matadores se perdieron en una tediosa labor de pegapases con los "núñez" de los Lozano en los que predominó la mansedumbre pero con fondo de nobleza y sumisa obediencia a las telas de sus lidiadores que de haber estado más dispuestos hubieran obtenido mayor brillantez en sus faenas de muleta.

El garbanzo negro de la corrida se lo llevó Juan del Álamo con el tercero de la tarde con el que estuvo pundonoroso y eficaz.

Las codiciosa y repetidas embestidas del sexto y último de la tarde, no pudo ser dominada por el salmantino, tornándose el toro en áspero y bronco, imponiéndose a la voluntad de Juan del Álamo.

El festejo:

Albacete, miércoles 10 de septiembre de 2014. Toros de Alcurrucén, bien presentados. Miguel Abellán, ovación con saludos y silencio; Daniel Luque, ovación con saludos tras aviso y silencio; Juan del Álamo, silencio en ambos. Entrada: Casi tres cuartos de plaza.