jueves, 11 de septiembre de 2014

LA BATALLA DE LA SANTAMARÍA UNA MÁS EN LA GUERRA DECLARADA DE LOS ANTITAURINOS



César Rincón se convirtió en el gran líder 
de la causa, en la defensa de la Fiesta de los Toros
y de la Plaza Santamaría de Bogotá

EL VITO / A LOS TOROS bogspot
Ha sido un proceso que en el camino fue regándose como una mancha de aceite hasta involucrar a la sociedad colombiana, desde el día que el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro manifestó públicamente su disposición anti taurina, hasta que hace menos de un mes 14 novilleros se colocaron frente a la Plaza de Toros Santamaría de Bogotá en huelga de hambre. Las chispas que encendieron el proceso de confrontación, fueron aquellas declaraciones ecologistas de Gustavo Petro, Alcalde de Bogotá, quien en incoherente actitud su función de guerrillero del M-19 que había participado en 1985 en el asalto al Palacio de Justicia donde murieron muchos colombianos en una acción criminal para cuestionar al gobierno de Belisario Betancur, entonces presidente de Colombia.

Petro no participó en la toma del Palacio de Justicia, pero como militante comunista y guerrillero activo sí avaló la acción criminal. 

En el camino la demanda que interpuso el doctor Felipe Negret, empresario de la Plaza de Toros y presidente de la Corporación Taurina de Bogotá, fue apoyada y estimulada no sólo por los grupos taurinos colombianos, sino por ciudadanos del mundo, hombres y mujeres como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, los presidentes Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, personajes antagónicos en la vida pero que se unieron al mundo en defensa de la Fiesta de los Toros ante la actitud del Alcalde Petro.

Hoy la Corte Constitucional de la República de Colombia falló a favor de la fiesta brava en la capital del país, ordenando el martes al “disponer lo necesario para la reanudación del espectáculo taurino, mediante la adopción de mecanismos contractuales u otros administrativos que garanticen la continuidad de la expresión artística de la tauromaquia y su difusión”.

La Corte en su fallo le dio seis meses de plazo al Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) para que cumpla con lo señalado.

Este pronunciamiento fue la respuesta a la demanda interpuesta por la Corporación Taurina de Bogotá, un recurso se alegó la protección de los derechos al debido proceso y la libertad de expresión artística, que, dice, se vio vulnerada con la suspensión de la temporada taurina y con la terminación unilateral y anticipada del contrato de utilización de la plaza por orden del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en junio del 2012.

El argumento de la Corte Constitucional para fallar a favor de la demanda de Felipe Negret, la que apoyaron los taurinos de Colombia y el mundo , fue que “La autoridad administrativa intervino indebidamente el contenido de la expresión artística y cultural en la Plaza de Toros de Bogotá”.

Vale la pena hacer un alto en nuestro relato informativo, para recordarle a nuestros muy amables lectores que situaciones de indebidas intervenciones de escenarios taurinos se viven en estos momentos en Venezuela, intervenciones de plazas de toros sin que el pueblo tenga quien le defienda ante el despojo porque en esta nación no hay separación de los poderes públicos y la Justicia, genuflexa y obediente, respira con aires de la voluntad del Ejecutivo y del régimen militar.

La ponencia de la Corte señala que el legislador ya ha fijado las normas sobre los espectáculos taurinos en Colombia a través del Reglamento Nacional Taurino, en el que se considera este tipo de eventos es un modo de “expresión artística del ser humano” y que “la Plaza de Toros de Santamaría ha sido legalmente destinada como escenario de espectáculos taurinos en Bogotá”.

Negret le dijo a EL TIEMPO que recibe el fallo “con respeto” y le pidió al alcalde Gustavo Petro –que ha dicho en diferentes escenarios que prefiere dejar la Alcaldía antes que abrir la plaza de toros– “someterse a la justicia”. Expresó su preocupación porque, en las últimas semanas, la Alcaldía ha anunciado obras que terminarían aplazando las corridas de toros.

La decisión la Corte es contundente y acoge dos sentencias frente a este tema. Una señala que las corridas solo pueden hacerse en los municipios en los que sean manifestación de una tradición regular. La otra es la que declaró constitucional la Ley por la cual se establece el Reglamento Taurino que dice que los alcaldes y los concejos municipales no pueden prohibir las corridas de toros en los municipios donde exista tradición.

La decisión de la Corte se da en medio de una campaña liderada por antitaurinos para realizar una ‘firmatón’ en contra del regreso de los toros en Bogotá. No obstante el fallo de la Corte Constitucional, las corridas de toros no volverían a la plaza Santamaría, por lo menos en dos años debido a que el escenario entrará en proceso de reforzamiento estructural por seguridad. La directora del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), María Eugenia Martínez, dijo que, “con autorización de toros o no, la intervención de la plaza ya estaba definida, dados los deterioros y daños estructurales que presenta y los riesgos establecidos, en caso de una evacuación, con una única salida en este momento”.

Sentencia que tampoco se podrá cumplir, pues ha sido el Concejo de la ciudad la que echa por tierra el propósito de María Eugenia Martínez, fiel funcionaria de Gustavo Petro que pretendía prolongar la batalla perdida.

El arquitecto español Antonio-José Mas-Guindal Lafarga, experto en recuperación y reforzamiento estructural, entrevistado por la periodista Sally Palomino, confirmó que la situación actual del conjunto de la plaza de toros de Santamaría es la de un lugar desatendido en su totalidad durante 80 años de existencia, “fruto de pequeñas obras de ocasión improvisadas y poco felices, realizadas por manos poco preparadas”.


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