viernes, 9 de enero de 2015

EL ESCAPARATE DE SAN ISIDRO / por Antolín Castro


Primer paseillo de 2014.  T0to: La Loma
Ojalá que en 2015 se den los carteles que hacen falta

"...Hágase el esfuerzo para que San Isidro recupere la esencia de nuestra Fiesta. Para empezar habrá que recuperar los abonados perdidos en estos últimos años. Nada sería mejor que marcarlo como objetivo primero. No se puede dejar caer ni un abono más por el precipicio del desinterés..."

EL ESCAPARATE DE SAN ISIDRO


Antolín Castro
Metidos ya en 2015, ese año del que esperamos todo… o nada, sería bueno darle un buen empujón a la feria que de verdad representa el escaparate de la Fiesta en todo el mundo.

Estamos en enero y, aunque se supone que la empresa ya tendrá algo hilvanado, hay tiempo de programar una feria que se salga del mapa habitual de los últimos años. De igual modo que está prevista para el Domingo de Ramos la corrida en la que Iván Fandiño se enfrentará a seis ejemplares de ganaderías de las que piden el carné, igualmente hay que dar la imagen de que se quiere cambiar el rumbo de la acomodada fiesta que se viene ofreciendo.

Hágase el esfuerzo para que San Isidro recupere la esencia de nuestra Fiesta. Para empezar habrá que recuperar los abonados perdidos en estos últimos años. Nada sería mejor que marcarlo como objetivo primero. No se puede dejar caer ni un abono más por el precipicio del desinterés. Por tanto, de cara a ese punto, no hay cosa mejor que realizar la contratación de José Tomás para que su tirón ayude esa causa. No solo él garantiza ese objetivo pero es, sin duda, una apuesta ganadora.

Acompañando esa contratación, deberían programarse festejos de verdadero atractivo para los aficionados. Tras el éxito de Perera con los de Adolfo el pasado año, es hora de ofrecer un mano a mano con la misma ganadería y con Urdiales como oponente de ese enfrentamiento. El mismo ganadero dijo que los mejores naturales a sus toros los dieron esos toreros, pues a qué esperamos para ponerlos frente a frente.

El Juli, por unas razones u otras, se va escapando de matar los miuras que se propone. Otro festejo que vería con gusto la afición. Acompañado de Rafaelillo, Robleño, Escribano o Castaño, sería posible ver toda la capacidad del de Velilla en el lugar adecuado: San Isidro.

Otras de las figuras, Manzanares o Talavante, podrían formar parte de la terna en la corrida de Escolar. Sebastián Castella, torero de la empresa ahora, también podría anunciarse con esa corrida de Escolar o Victorino por ejemplo. El caso es sacarles de la comodidad en la que están instalados.

Y junto a esa programación, saliéndose las figuras de su conformismo y comodidad con las corridas de garantías, se abrirían huecos en los carteles de esas ganaderías más apetecibles para dar entrada al resto de espadas, promoviendo verdadera competencia y oportunidad para todos.

No soy quien tiene la obligación, y responsabilidad, de hacer los carteles, pero son estas ideas las que nos pueden sacar de la rutina en la que estamos instalados y que nos han llevado al momento actual. Pueden, si quieren, mirar para otro lado, son ellos los que programan, pero la pérdida de abonados de estos años no se puede echar en saco roto, si no queremos que continúe la sangría.

Y si esto no se hace en San Isidro, adquiriendo un compromiso ético por parte de todos, estaremos abocados definitivamente al sucedáneo con el que se está acabando con los valores de la Fiesta. Es decir, acabando con ella. Hace más cualquiera de los carteles sugeridos aquí que media docena de indultos de los que alardean después por las provincias. Lo saben ellos, lo sabemos todos, pero veremos si tienen, de una vez, ganas de darle un giro a la actual situación.

Ya lo saben, a la hora de preparar el escaparate, piensen que los aficionados están hartos de ver siempre el mismo escaparate de San Isidro: El previsible, el de las rebajas. Aunque sea solo por esta vez, hagan uno al que todo el mundo se le quede mirando. Será una manera de ver las consecuencias.

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