lunes, 11 de mayo de 2015

3ª de San Isidro en Madrid. Eugenio de Mora y Morenito de Aranda al mismo borde de la Puerta Grande



"...Por cierto que, aprovechando de paso este prólogo, quiero referirme a la inadmisible ausencia de Ponce, no solo en esta feria. También en la corrida conmemorativa de los cincuenta años que antier se cumplieron en la plaza cordobesa de Los Califas..."

Eugenio de Mora y Morenito de Aranda al mismo borde de la Puerta Grande

Madrid. Plaza de Las Ventas. 
Domingo 10 de mayo de 2015. Tercera de feria. Tarde soleada con suaves nubes, calurosa y con algo de viento. Dos tercios de entrada.

Cuatro toros de Valdefresno, muy bien presentados, un sobrero de Hermanos Revesado corrido en tercer lugar tras la devolución del anunciado por derrengado, y un segundo sobrero de El Risco tras la devolución del anunciado tras romperse una mano en banderillas. Dieron buen juego pese a la mansedumbre de unos y la blandura de otros. Mansurrón en varas y muy noble aunque también muy remido en la muleta el primero. Muy huidizo y rajado a media faena aunque muy noble el segundo. Noble pero muy blando el tercero. Un muy buen toro el cuarto. Noble aunque sin clase y desigual el quinto. Deslucidísimo el sexto por su gran debilidad.

Eugenio de Mora (encarnado y oro): Pinchazo, estoconazo tendidos y tres descabellos, aviso y ovación. Estocada, oreja.
Morenito de Aranda (nazareno y oro): Estocada caída atravesada suficiente, aviso y gran ovación. Estoconazo, oreja.
Arturo Saldívar (marino y oro): Estocada y descabello, silencio. Estocada, silencio.

Cartel prometedor por la revalorización que últimamente han conseguido precisamente en la plaza de Las Ventas tanto el de Mora de Toledo, Eugenio de Mora, como el castellano Morenito de Aranda, gran triunfador con puerta grande incluida en la recientemente celebrada corrida de la Feria de La Comunidad que resultó cierta aunque inesperadamente histórica como nuestros visitantes y lectores pudieron comprobar. Oportunidad y suerte merecidas que ojalá se traduzca en un nuevo éxito para ambos espadas.

Eugenio de Mora ha madurado para bien después de vivir un largo periodo en el que, de más, fue a menos y otra vez a muy más. Todavía es joven. Y, como siempre, un buen torero y todo un señor. Cabal en la vida y en su finísimo y siempre prudente trato. Yo tuve ocasión de comprobarlo cuando hace ya bastantes años coincidimos en Lima. Además, Eugenio comparte esta amistad con nuestro gran colaborador, Ángel Conejo. Otro caballero de los que tan pocos hay y que escribe como dice su nombre, tal cual los ángeles… Así que, deseos fervientes de suerte para los tres incluido quien subscribe.
Les acompañó como tercer espada el mexicano Arturo Saldívar que anda subiendo escalones y le vemos con agrado.

El ganado, salmantino, de Valdefresno. Una de las vacadas de la gran familia Fraile a quienes debemos agradecimiento por saber guardar lo que queda de los encastes Atanasio y Lisardo. La de Valdefresno quedó inscrita en los libros de oro del toreo gracias al famosísimo toro de nombre “Lironcito” con el que Enrique Ponce se consagró en Las Ventas como primerísima figura del toreo mundial. En su aquella tarde bien ganado sitial sigue sentado como emperador del toreo. El por ahora último emperador de la historia por mucho que les rechinen los dientes a sus eternos detractores…

Por cierto que, aprovechando de paso este prólogo, quiero referirme a la inadmisible ausencia de Ponce, no solo en esta feria. También en la corrida conmemorativa de los cincuenta años que antier se cumplieron en la plaza cordobesa de Los Califas. Seis toros para cinco figuras máximas de la actualidad y la increíble inclusión del hijo de Manuel Bénitez EL Cordobés, prácticamente inactivo y desahuciado profesionalmente, llamado Julio quien, claro estaba, fracasó y encima con el mejor toro de la tarde, un estupendo ejemplar de La Palmosilla con el que firmó otro acta de defunción profesional. Dicen que actuó por imposición de su padre. Mejor hubiera sido que este hubiera hecho el paseo de paisano como hicieron tres de sus coetáneos antes del fomal.
¡Hombre, por Dios! que Ponce llevaba más de veinte años actuando tanto en el festival a beneficio contra el cáncer, antier convertido en corrida de toros, y en la feria de Salud, tratado como torero de la tierra. Estas cosas no hablan bien de la nueva empresa mexicana con Pepe Cutiño como gerente. Muy mal por la parte que le toque en tal desafuero porque, quien más ha toreado y triunfado en su plaza de Olivenza, este mismo año con un toro muy complicado, también ha sido el valenciano. La consustancial bondad personal de Ponce dejará la cuestión como si no hubiera ocurrido. Pero no para quienes como yo, siempre damos cuenta de las injusticias. Me duele que mi querido compadre Cutiño se haya olvidado de que Ponce es quien es… Ya se lo dije personalmente cuando me lo encontré en Sevilla… Y, encima, en la corrida cordobesa de marras no se llenó la plaza… Quede ahora todo esto por escrito para que conste en acta.

Vayamos ahora al grano descriptivo de la corrida que ocupa esta crónica con todos los detalles que acostumbramos darles.
Terminado el paseíllo, una ovación dedicada a Morenito de Aranda le obligó a saludar. Debió invitar a sus compañeros a compartirla.

El primer toro, muy en el tipo de la casa. Negro y cornalón correteó por el ruedo en su salida a su aire hasta obedecer a Eugenio de Mora que no logró fijarlo del todo ni confiarse con el capote por lo mal que le miró y se frenó. Por su cuenta tomó el primer puyazo en el picador de reserva y se mostró reacio a ser llevado al segundo picador hasta salir de naja al sentir el hierro, volver por su cuenta a otra agresión y volver a marcharse. Tomó el tercero yendo desde cerca. Manso sin apenas paliativos en el primer tercio. Se pareó con mérito y el toro continuó a su aire. En la brega pareció meter la cara en algún capotazo por ambos pitones. Y así ocurrió en la muy decente primera ronda con la derecha en el arranque de la faena de Eugenio. 
Huidizo cuando no remiso, mal que bien volvió a pasarlo de muleta el de Mora de Toledo. Como asimismo al natural de uno en uno, alguno de muy buena factura que ligó al de pecho con generosa maestría. Extraordinarios los naturales que siguieron coreados por los tendidos. Muy toreramente pausado, volvió por naturales en los que tuvo que provocar mucho con la voz al animal para aprovechar de cabo a rabo la tardona aunque buena embestida del animal. Como asimismo de nuevo a derechas. Muy buena faena de Eugenio. Sí señor. Trincherazo ligados a más redondos, cambio y adornos de muy buen gusto. Si lo matara bien, oreja de toda ley. ¡Pena de pinchazo¡. Y estoconazo algo tendido que necesitó del descabello en tres golpes. ¡Mecáchis en diez¡ Le obligaron a saludar muy merecidamente.

Un pavo con todas las de la ley el castaño cuarto. Magnífico recibo por verónicas de Eugenio de Mora. Y estupendo el toro por el momento. Bueno el primer encuentro, bien administrado el puyazo. Imagino que por orden del matador. Puesto de lejos, reusó y se fue. Acercado al caballo de nuevo, un segundo puyazo bien administrado como el anterior. La media fue lo mejor del quite de Morenito de Aranda. Regular tirando a mal los peones en banderillas. Y demasiados capotazos entre par y par. De rodillas Eugenio para empezar la faena a derechas. Muy valiente. Y estupendo el de pecho en pie. Espacio y sitio para los redondos. Bien colocado. La mano por delante y lagos, hondos y ligados los muletazos. Pausa obligada para que el animal aguante. Más a derechas con enredo al dar el de pecho, de inmediato corregido para hacerlo bien. Con la izquierda, dio gusto verle torear. Y eso que el toro ya no repitió. Repetición al natural con bellísimo desdén. Y tras otra pausa, más buenos con la derecha, cambio y adorno de ley. A este hay que matarlo, don Eugenio, que ayer ya adquiriste este distinguido trato. Y estocada de rápidos efectos. Petición nutrida de oreja que fue concedida sin la venia de los del 7. Buena señal. Son las protestas que tratan de reventar los éxitos de las figuras. La verdad se ha de decir. Si hubiera matado pronto y bien al primero, de Puerta Grande. ¡Enhorabuena¡

Morenito a porta gayola para recibir al segundo. El torazo salió distraído. Morenito tuvo que llamarlo y al acudir por muy poco se lo lleva por delante. Puesto en pie, trató de esmerarse a la verónica hasta que el animal se fue de donde las medio tomó. Cumplió en el primer puyazo. Bien el picador Héctor Piña. Distraído pero noble, buenas verónicas pegó Morenito en su muy templado quite. Volvió a cumplir en el segundo encuentro. Chicuelinas y revolera de Saldívar en el quite de su turno. Huidizo y todo, hubo toro. Muy bien Luis Carlos Aranda en banderillas pese a caérsele un palo en el tercer par. Brindis de Morenito al público. El animal se fue de la trinchera con que Morenito empezó su faena. De seguido templando con la mano derecha casi en los medios, cambio y de pecho excelentes. Soberbiamente reunida y ligada la segunda ronda. Lastima cuando se rajó el toro y Morenito tuvo que ir a encontrárselo una y otra vez en busca de los naturales que logró hasta legar lo mejor en junto a las tablas. También allí con la derecha muy requetebién, enroscándose al toro una y otra vez a su cintura. Esperemos que mate y no pierda la ya ganada oreja. Antes de intentarlo, ayudados y trinchera de las que volvió a huir el burel. Y, por fin, estocada caída atravesadilla. Adiós de nuevo al segundo trofeo de la tarde.

Otro protestado el quinto por los 481 kilos que pesó. De risa. Cuatro verónicas excelsas, se va el toro y otras dos más, se volvió a ir en el recibo de Morenito. Bien cortada la huida del toro por Saldívar. Buen puyazo de Quinta Jr. Felicidades al padre, Manuel. Y otro buen puyazo divinamente administrado del zagal. Quite por muy por preciosas y celebradas zapopinas de Saldívar. Réplica de Morenito a la verónica con fabulosa media de remate. Grandes pares de Pascual Mellinas y de David Adalid. El toro se partió la mano izquierda al salir del encuentro y fue devuelto. En su lugar soltaron al segundo sobrero de El Risco. Castaño de pelo e imponentísimo por perchas y gran cuajo. Se espantó del capote de un peón en su salida y empezó a huir y a no querer pelea. Hasta que Morenito lo metió muy bien en su capote. De nuevo Quinta Jr en buena acción a caballo. Quite por tafalleras y delantales de Saldívar. Nuevamente muy bien los peones ya mencionados en banderillas. Enorme la ovación para ambos. Bueno aunque algo arisco el toro en el buen arranque de la faena cerca de las tablas, Abierto al tercio con la derecha, hubo de todo. Pases muy buenos, caída o amagos de caerse del animal e inconveniencias subsiguientes. Mejoraron mucho las cosas después, siempre a derechas. El toro embistió algo rebrincado. Pese a lo cual, el de Aranda hasta siguió muy derecho con relajo. Pasó casi lo mismo al natural con festín en trincherazos. Y un final a derechas de menos a muy más acople. Ayudaos por alto con galanura. Buena aunque desigual la faena por lo informal del burel. Y Estoconazo. También se pidió la oreja por el conjunto de su actuación.

Buena la alegre salida del tercero. Algo renqueante y ¿protestado por su peso, 489 kilos? Estos del 7 son imbéciles. Saldivar se arrepintió en su intento de veroniquear en un frustrado saludo – le apretó mucho el toro – y se empleó en la brega hasta llevarlo al caballo, claudicando el animal antes de tomar el primer puyazo. Para que querían más, empezó la bronca. Levemente castigado en el segundo, volvió a perder las manos y fue devuelto. En su lugar soltaron un sobrero de Hermanos Revesado. Bonito castaño. Y por bonito, algo protestado por los de siempre. Distraído y suelto del capote de Arturo Saldívar hasta que lo medio fijó con inconclusos lances de los que volvió el toro a desentenderse. Cumplió en el primer puyazo doblando las manos al salir y por su cuenta tomó el leve segundo. Metió la cara en el tercio de banderillas cubierto con desigualdad. Buen par de Víctor Hugo “Pirri”. Empezó la faena con dos pases cambiados y el de pecho obligando demasiado al animal que perdió las manos por ello. Una pena porque el toro, templado a media altura, podría haber sido hasta bueno. A estos animales débiles hay que ayudarlos, no maltratarlos. Las buenas intenciones del mexicano al natural, resultaron intrascendentes. Y lo mismo con la derecha. La estocada fue lo mejor.

El sexto, con casi 600 kilos, fue el de más peso de los de Valdefresno. Un colorao amplísimo de todo. De salida hizo como sus hermanos ya lidiados y este perdiendo las manos antes de la cuenta al salir de los capotazos de Saldívar. Cumplió en varas pero continuó blandeando mucho de remos. También en banderillas. Fue el otro del lote menos propicio. Algo tuvo que rascar Saldívar con la muleta con plausible empeño tras brindar la faena al público. De nuevo cometió el error de empezarla con cambios por la espalda. Noblón sin fuerzas para seguir la pañosa y el animal rodando por la arena. Un ir y venir alrededor del toro sin perder nunca la ilusión de agradar al respetable. Tendría que haber matado antes.


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