martes, 15 de diciembre de 2015

Vuelven David Mora y Tejero / Por Paco Mora


"...Y es que la Fiesta de los Toros siempre fue, es y seguirá siendo grandeza. En ella los sentimientos alcanzan su mayor altura. El de Mora y Tejero es un caso paradigmático de esa realidad..."

  • El mano a mano entre David Mora y Jiménez Fortes que se anuncia para el mes de febrero en el Palacio de Vistalegre de Carabanchel, es la demostración de que también las empresas taurinas tienen su corazoncito.

Vuelven David Mora y Tejero

Tejero no ha dejado de creer ni un instante en la valía de David Mora y ha rendido culto a la amistad y a la confianza en su futuro, sin un momento de flaqueza. Disfrutó de sus triunfos como si le fueran propios y ha sufrido con su larga y difícil recuperación.

El mano a mano entre David Mora y Jiménez Fortes que se anuncia para el mes de febrero en el Palacio de Vistalegre de Carabanchel, es la demostración de que también las empresas taurinas tienen su corazoncito. Mora y Fortes son dos toreros que han permanecido largo tiempo en dique seco, a causa de su entrega sin límites en el ruedo de Las Ventas, allí donde, público, toros y responsabilidad pesan más que en ninguna otra plaza del mundo. Y la temporada próxima será un auténtica prueba de fuego para ellos.

David Mora hará su primer paseíllo en su nueva época bajo la atenta mirada de Antonio Tejero, que ha demostrado que la relación apoderado-torero debe ir mas allá de los propios intereses, puesto que el de Córdoba, que ha sido figura entre los toreros de plata, ha sabido ser leal a su poderdante durante todo el tiempo –cerca de dos años- que ha necesitado el toledano para recuperarse de una terrible cornada que le tuvo a las puertas de la muerte. Me consta que Tejero no ha dejado de creer ni un instante en la valía de David Mora y ha rendido culto a la amistad y a la confianza en su futuro, sin un momento de flaqueza. Disfrutó de sus triunfos como si le fueran propios y ha sufrido con su larga y difícil recuperación. David es un hombre de una pieza y ha sabido atender a los cantos de sirena conservando a su lado a quien fue y seguirá siendo su hombre de confianza. Tal para cual. Dos hombres y un destino, podría ser el título de la película.

Y es que la Fiesta de los Toros siempre fue, es y seguirá siendo grandeza. En ella los sentimientos alcanzan su mayor altura. El de Mora y Tejero es un caso paradigmático de esa realidad.

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