miércoles, 16 de diciembre de 2015

El cono / por Juan Manuel Rodríguez



"...Que Del Bosque diga sin ruborizarse, ahora que un culé anda por medio, que él no va a entrar en el ámbito privado de los clubes cuando resulta que lo hizo con Arbeloa, Mourinho o Diego Costa, define mejor que cualquier otra cosa en qué se ha convertido este personajazo..."

El cono

Las declaraciones de Del Bosque en la Cadena Ser, Toni Grande en Radio 4G y javier Tebas en los desayunos de Europa Press van todas por el mismo camino: protejamos a Piqué, cuidémosle, démosle cariño. Ayer escribí un artículo, por supuesto irónico, en La Galerna justamente en esa psicodélica y circense dirección: "Arbeloa debe pedir perdón", se titulaba. Pero, tan sólo veinticuatro horas más tarde, lo cómico se convierte en real, lo absurdo en costumbrista, el esperpento valleinclanesco se actualiza y adopta las formas del seleccionador nacional de fútbol, su segundo y el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, todos ellos por cierto declarados madridistas de boquilla. "A Piqué no tenemos que martirizarle", afirma el tercero; "Estamos contentos con Piqué", dice el segundo; "No voy a entrar en el ámbito del Real Madrid y del Barcelona", sentencia el tercero.

Que Del Bosque diga sin ruborizarse, ahora que un culé anda por medio, que él no va a entrar en el ámbito privado de los clubes cuando resulta que lo hizo con Arbeloa, Mourinho o Diego Costa, define mejor que cualquier otra cosa en qué se ha convertido este personajazo. Que su segundo, que se reunió con Xavi y admitió, sin ponerle inmediatamente de patitas en la calle, que el ex capitán del Barcelona sugiriese cómo y con qué futbolistas debía jugar España, diga que están contentos con Piqué cuando éste acaba de insultar a un ex compañero y, por cierto, campeón del mundo con esa camiseta, habla bien a las claras del grado de podredumbre intelectual al que hemos llegado. Que Tebas, que es el jefe de la Liga, diga que no hay que martirizar al central del Barcelona después de que haya llamado "cono" al defensa del Real Madrid, remata la faena.

Hay que tomarse las cosas con humor, por supuesto que sí, naturalmente. Pero Del Bosc, Toni Pequeño y Javier A Ver Si Te Vas, y espero que ninguno de los tres me fusile por llamarles así con mucho cariño (yo, como Piqué, también soy un chistoso), han olvidado el pequeñísimo detalle de que Arbeloa, que fue 56 veces internacional hasta que el seleccionador nacional de fútbol, Xavi Hernández, decidió dejar de convocarle para que en España se viviera la paz de los cementerios, ha sido el insultado y Piqué quien le ofensor. Pero no hay nada que hacer. Ya sea por rencor o simplemente por interés personal, Del Bosque ha decidido convertir la selección nacional en un filial del Barcelona y, con tal de que jueguen bien para él, está dispuesto a todo. Dentro de muchos años alguien deberá explicar por qué en la época de mayor éxito de la selección hubo sin embargo tantísimos aficionados que acabaron desenganchándose. Yo entre ellos.

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