miércoles, 6 de enero de 2016

MANIZALES/ 2ª DE FERIA. La feria se dispara / por Jorge Arturo Díaz Reyes.


Andrés Roca Rey llenó la plaza, debutó, formó la marimorena, indultó a “Incógnito”, y se fue por la puerta grande. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes


"...Lástima la suerte de varas que ya no es requisito para el triunfo, ni para nada. Vivimos épocas de “innovaciones”, de posmodernismo. Todos los picadores se fueron aplaudidos por no haber picado. Así andamos. Ser es no ser..."


La feria se dispara

Cali, Colombia, 5 de Enero de 2016
Andrés Roca Rey llenó la plaza, debutó, formó la marimorena, indultó a “Incógnito”, y se fue por la puerta grande. Cristóbal Pardo, despojado por el abroncado palco, derrochó torería. Decoroso el rejoneador Willy Rodriguéz. Saluda el capitán Barbero que echó dos toros de notable juego

Los de Santa Bárbara, en Domecq, pequeños, mínimos de romana, pero bellos de lámina y dignamente armados, recordaron mucho por sus hechuras a los toros de César Rincón. Dos de ellos dieron pelea noble, mucho el segundo justo de fiereza y bravío el sexto que se ganó el indulto sin ser picado a ley, como no lo fue toda la corrida. Encastados, tercero que fue a menos, y el quinto que sacó asperezas. Por contra los dos despuntados para rejones no se movieron. Pero las diferencias de talante no ensombrecieron la soleada tarde, la enriquecieron con sus contrastes y probaron la versatilidad de los lidiadores. Lástima la suerte de varas que ya no es requisito para el triunfo, ni para nada. Vivimos épocas de “innovaciones”, de posmodernismo. Todos los picadores se fueron aplaudidos por no haber picado. Así andamos. Ser es no ser.

Andrés Roca Rey, ha llegado a la fiesta como un vendaval. Desde sus primeros escarceos novilleriles parece nacido para el triunfo. Torero de todo toro y de toda plaza. Tauromaquia larga cuajada de recursos sorprendentes para su edad, y matizada con opciones emocionales en cada caso. Canónico cuando se puede, bullidor cuando toca y alegre siempre. Sereno en el arrojo. Eficaz en la técnica. Preciso en la lidia. Parece además bendecido por la buena suerte. Hoy entró a la monumental, montera en mano y sin una mueca, ligó dos faenas de variedad y emoción. Delantales, verónicas, revoleras, espaldinas, faroles, caleserinas, chicuelinas, largas, cambios estatuarios por pecho y espalda, derechas en redondo, naturales en círculo, de rodillas y de pié, al derecho y al revés, forzados, firmas, arrucinas, luquesinas, molinetes, trincheras… mejor dicho todo el catálogo. Frente el tercero que vino a menos y ante el indultado sexto con el cual llevó la plaza al paroxismo, al pasodoble “Feria de Manizales” y a la gritería de ¡Torero, torero! 

Cristóbal Pardo, sobreviviente a un pavoroso accidente y tres años de para, pisó la gris arena con aires de torero caro; sitio, poso, mando, temple, medida, continencia. Bordó con el noble segundo una faena inmaculada en los tres tercios, de gran significado y predicamento, la cual remató de riguroso volapié. La plaza era un clamor, pero Usía le negó la segunda oreja, quien sabe por qué, arrebatándole la puerta grande y desatando las iras de los contribuyentes que le dijeron de todo. Frente al encastado, áspero e incierto quinto, de nuevo aseado, suficiente, dominador, falló con el acero, quizá salvando con ello al palco (que le tocó un aviso cuando el toro doblaba) de otra bronca.

Willy Rodríguez, el jinete de Chitaraque, no desentonó pese a la petrificación de sus dos toros. A lomos de “Mirla, “Hormiga”, “Escándalo” y “Bárbaro” rejoneó, banderilleó y mató con precisión y acompañamiento popular al primero, saludando. El cuarto le hizo perder el tino, el orden y finalmente los papeles, desistiendo de las empuñadas cortas, luego de las rosas y pinchando repetidas veces.

En el papel no parecía uno de los carteles más atractivos, pero la concurrencia que provocó y la fiesta que desató probaron lo contrario. En los toros donde menos se piensa salta un ratón. Igual que en Cali, Roca Rey se sitúa de salida entre los candidatos a triunfador de la feria. Está embalado.

FICHA DEL FESTEJO
Martes 5 de enero 2016. Plaza Monumental de Manizales. 2ª de feria. Sol y calor. Casi lleno. 

Seis toros de Santa Bárbara (en Domecq), 1° y 4° despuntados para rejones. Ligeros de romana, bonitos de lámina y dispares de juego. Ovacionado el 2°, Indultado el 6° “Incógnito” negro listín, cornivuelto N° 779, de 440 kilos de peso. Silenciado el 3°, pitados 1°, 4° y 5°.

Willy Rodríguez (rej), saludo y silencio.
Cristóbal Pardo, oreja tras fuerte petición y bronca al palco y silencio tras aviso.
Andrés Roca Rey, saludo y dos orejas simbólicas.

Incidencias: 
Andrés Roca Rey salió a hombros al final de la corrida.

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