lunes, 11 de abril de 2016

8ª de feria en Sevilla. Ventura, cumbre como siempre en la Maestranza. Como la matraca del “esto se acaba” / por J. A. del Moral

Diego Ventura entusiasmó a lomos de Sueño 

"...Pero esto no se acaba ni se acabará nunca se empeñen los que se empeñen en terminar con nuestra Fiesta. Váyanse todos los agoreros a sus casas. Reconcómanse, mortifíquense, retuércense, maldíganse, revuélquense en la porquería ideológica que desparraman sin cesar. No os vale nada, solo la utopía. Pero, en cualquier caso, váyanse de una vez por todas y no molesten más con la matraca del ESTO SE ACABA porque está más que vista y desgastada que Carracuca..."


 Ventura, cumbre como siempre en la Maestranza. Como la matraca del “esto se acaba”

No salió una vez más por la Puerta del Príncipe por la negativa antirreglamentaria de la presidencia en otorgarle la oreja del quinto toro que pidió el público mayoritariamente. Había pinchazo dos veces antes de enterrar un rejonazo de efectos fulminantes. Ya había cortado las dos del segundo. Y a eso se agarró el palco. Pero es igual. Diego Ventura estuvo ayer inconmensurable con sus dos enemigos, mejor el segundo que el más parado quinto. Cumbre en los recibos para fijar a los toros, sensacional en la preparación de las banderillas, largas y cortas, que clavó con milimétrica precisión y pureza interpretativa. Magistralmente. Y desigual con el rejón de muerte. Certero en su primer toro y pincha uvas en su segundo.

No soy experto en esta materia como saben mis lectores. Pero creo que soy justo. Tan justo como para evaluar la entusiasta y vulgar actuación de Sergio Galán que abusó de saludar a lo largo de su tarde. Cortó una oreja del cuarto con el que anduvo algo mejor que con el de Fermín Bohórquez que abrió plaza.

Y muy elegante, sobria y fina montando la amazona francesa, Lea Vicens. No así al clavar que lo hizo con manifiesta desigualdad por lo que se fue sin trofeos aunque con el cortés respeto de los espectadores.

  • OTRO TEMA ACTUALMENTE CANDENTE: “ESTO SE ACABA”
Los enemigos de la Fiesta no están dentro como dicen repetidamente unos cuantos, sino fuera. Empezando por los antitaurinos animalistas amparados últimamente por los partidos políticos enemigos de España y de sus tradiciones más genuinas entre los que están algunos socialistas aunque no todos. Y siguiendo por los aficionados y periodistas agoreros que siempre los hubo y los habrá. Son gentes envejecidas y algunos jóvenes prematuramente envejecidos. Ley de vida que se viene repitiendo a lo largo de la historia en todas las épocas de toreo.

Llevo viendo toros más de sesenta años en casi todas las plazas del mundo mundial. Y también escudriñando libros y hemerotecas de la antigüedad, de la modernidad y de la actualidad. Nada nuevo bajo el sol. Lo aseguro. Los amargados siempre siempre siempre escribieron y dijeron lo mismo: “ESTO SE ACABA” cuando los que se se fueron acabando y ahora se acaban son ellos. Dan pena.

En cualquier época hubo corridas de toros buenas y malas, fuertes y flojas, fáciles y difíciles, bonancibles y peligrosas. Como también ferias de muy escaso éxito artístico junto a otras netamente triunfales. Concretamente, en Sevilla sufrimos muchas ferias aburridísimas que se salvaron al final por la campana o ni siquiera. También vivimos ciclos triunfales. Muchos más. En Sevilla y en todas partes. Y siempre la misma canción: ESTO SE ACABA. Darse prisa que ESTO DE ACABA. Y así, durante tres siglos o quizá más… Pero esto no se acaba ni se acabará nunca se empeñen los que se empeñen en terminar con nuestra Fiesta.
Váyanse todos los agoreros a sus casas. Reconcómanse, mortifíquense, retuércense, maldiganse, revuelquense en la porquería ideológica que desparraman sin cesar. No os vale nada, solo la utopía. Pero, en cualquier caso, váyanse de una vez por todas y no molesten más con la matraca del ESTO SE ACABA porque está más que vista y desgastada que Carracuca.

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