viernes, 7 de abril de 2017

Toledo, siglo y medio de historia




 ..la crisis supuso un frenazo en la expansión y la importancia de la cartelería hasta que hace tres temporadas, de la mano de la casa Lozano, Toledo y su plaza volvieron a contar en el calendario taurino.


José Miguel Arruego
Ponce, que cuajó una tarde soberana, El Juli y Castella compusieron la terna del resurgir taurino del Corpus Toledano, en 2014, una cita que en los dos últimos años contó de nuevo con sendos cartelazos (Morante, El Juli -que cortó cuatro orejas después de dos faenas memorables- y Talavante) y de nuevo Ponce y El Juli junto a Álvaro Lorenzo el pasado año. 

Le toca a éste último ahora asumir la batuta de la Tauromaquia de su ciudad y hacerse un hueco en los abonos para que el nombre de Toledo siga sonando en las ferias. El cartel de este sábado, con Ventura y toros de Capeaa caballo y Garcigrande y Alcurrucén para lidia a pie es todo un reclamo para el buen aficionado y una excusa para pasar el día en una de las ciudades más bonitas de España. La oferta es tentadora


Es una de las plazas más tradicionales del panorama taurino. Su fachada, sus muros, sus tendidos, respiran historia. Un siglo y medio de historia taurina que Toledo, conmemora este sábado. Porque Toledo dio abolengo y categoría a quien hizo el paseíllo en su extenso ruedo, por donde han desfilado en estos 150 años todas las figuras del toreo.


En 1943 Nicanor Villalta, Cagancho y El Estudiante formaron terna en la primera Corrida del Corpus propiamente dicha y, desde entonces, la Ciudad Imperial siempre presumió de acoger en su gigantesco redondel a las máximas figuras de todas las épocas. Paco Camino es con doce tardes quien más veces trenzó el paseíllo en Toledo en tan emblemática fecha pero junto al torero de Camas, han actuado en este inmueble, que ahora cumple 150 años, Manolete, Dominguín, Litri, Aparicio, El Cordobés, Ordóñez, El Viti, Curro Romero… y más recientemente Paquirri, Antoñete, Espartaco, Capea, Robles, Joselito, Ponce, José Tomás… entre otras muchas figuras.


Y esta fecha ha sido testigo de faenas tan recordadas como la de Antoñete a un toro de Gavira en el 85, del recital de un José Tomás que en 1997 ya apuntaba a la cumbre, del indulto del toro ‘Lentejuelo’ de El Ventorrillo un año después o de la faena de Manzanares en 2007, una de sus mejores faenas de aquel periodo. Sucedió que primero la bonanza económica llevó a las distintas empresas que pasaron por este coso a programar un serial de dos o tres espectáculos en torno a esta fecha, y la importancia del Corpus se disgregó, pues no todos los carteles contaban con igual remate. Luego la crisis supuso un frenazo en la expansión y la importancia de la cartelería hasta que hace tres temporadas, de la mano de la casa Lozano, Toledo y su plaza volvieron a contar en el calendario taurino.

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