miércoles, 24 de mayo de 2017

Griezmann imitando a Agüero / por Juan Manuel Rodríguez



¿Así que tu actual equipo, con el que tienes contrato en vigor, que te ha mejorado hasta los 8 millones y que podría estar dispuesto a llegar hasta los 10, tiene sólo un 7 de posibilidades de que te quedes? ¿Y qué equipo tiene un 10 sobre 10?... Porque un 0 de posibilidades ya sabemos que tiene el Real Madrid, ahora que has confirmado que no te quiere y que va a por Mbappé.


Imitando a Agüero

Hace tres meses, Enrique Cerezo dijo que el único futbolista que se había ido mal del Atleti había sido Agüero. Y añadió: "Por tonto". Por muy tontos o por demasiado listos, los futbolistas acaban jugando siempre donde quieren, como bien sabe el propio Cerezo. El otro día, en una entrevista concedida a L'Equipe, el dueño del Mónaco decía que Mbappé iba a decidir su futuro. Y es verdad. Si alguien pone 120 millones y el chico quiere irse, se irá. Y si alguien pone 120 millones pero el chico no quiere irse, no se irá. Manda el futbolista. Pero también es cierto que, aunque mande el jugador, te puedes ir de un sitio bien, mal o regular. Özil, por ejemplo, se fue mal del Madrid. Di María también. Y Robinho en su día. Xabi Alonso se fue bien, y eso que fue de la noche a la mañana. Y el Niño Torres se fue bien del Atleti. Así que el jugador tiene que decidir si quiere irse o si se quiere quedar y, en el primer caso, cómo se quiere ir, si bien o mal.

Griezmann es un futbolista espléndido, un jugador del que se hablaba muy poco en la Real Sociedad y al cual pusieron en el mapa del fútbol mundial tanto el interés del Atlético de Madrid como el trabajo de su entrenador, el Cholo Simeone. Griezmann se ha beneficiado de todo eso para revalorizar su caché, que le ha llevado a poder "comer en la misma mesa" que Cristiano o Messi, y, aunque el jugador ha sabido mantenerse siempre en un segundo plano, Antoine lleva dos días de auténtico despropósito, 48 horas que, si acabara quedándose finalmente, lo que ahora mismo ya parece una verdadera entelequia, debería explicar muy bien a una afición que siempre le ha adorado. El juego no consiste en saber si se quiere más a papá o a mamá. El juego no consiste en ir a una tele a decir que si viene el Manchester United a por ti, y en una escala del 1 al 10, tienes un 6 de posibilidades de irte, pero que el Atleti tiene un 7.
 ¿Cómo es posible que Griezmann diga que él quiere ganar títulos, que el objetivo del Atleti es acabar tercero y que está preparado para irse?... Desde el punto de vista del club, la actitud de Griezmann es inadmisible e incomprensible. Para Simeone también es un palo: ¿El objetivo es ser tercero? No, querido, no: el objetivo es competir hasta el final, que es lo que lleva haciendo el Atlético de Madrid desde hace 5 años; pero los títulos no te los garantiza nadie, ni siquiera los futbolistas tan buenos como tú: una Supercopa de España desde que llegaste al Calderón en 2014. Si Griezmann hubiera dicho todo esto a través de las redes sociales, por ejemplo a través de Twitter, pensaríamos que su sobrino le había pirateado la cuenta. Pero no, lo dijo él, lo dijo con su boquita y con su lengüita. O, para ser exacto, con su bocaza y con su lenguaza. E imitando a Agüero.

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