lunes, 15 de mayo de 2017

SEVILLA: Bien Colombo ante un descastado lote de Guadaira


Jesús Enrique Colombo / Fotografías La Loma


Redacción 'Del toro al infinito'
Sevilla, 14 de Mayo de 2017
Las ilusiones del joven venezolano, Jesús Enrique Colombo, en su ansiada presentación en la Real Maestranza sevillana, se vieron truncadas por el mal juego de los novillos que le tocaron en suerte -mala suerte para ser más exacto- de la ganadería de Guadaira de encaste Domecq vía Jandilla.

Su primero, que abrió plaza, de escasa presencia, tirando a esmirriado, sin fuerza y sin raza, aguantó los lances de recibo de Jesús Enrique, un buen quite por verónicas, una mísera pelea en el caballo, y las arrancadas justas para un lucido tercio de banderillas...y acabó todo. Nada má le quedó el bovino que despreciaba el tesonero cite de Colombo que fue arrancando algunas medias serias con la muleta como si de "un sacacorchos" se tratara.

Con mejor presencia salió el castaño cuarto mostrando con su huidizas carreras sobre el albero del coso del Baratillo la mansedumbre que llevaba dentro. Más que embestidas fueron arreones sin humillar y con miradas derramadas sobre el frío público que ocupó un tercio de los tendidos.
Larga faena, en exceso por el empeño del tachirense en sacar agua de un pozo seco, estrellándose una y otra vez con el marmolillo de rajada condición. 

Colombo dejó el sello de su capacidad y solvencia ante tan deplorable material e hizo lo que tenía que hacer, estar por encima de las posibilidades que ofrecieron sus enemigos y matarlos con sendos estoconazos.

A Jesús Enrique Colombo le  espera ahora su presentación en Las Ventas. Va a ser el próximo 22 de Mayo ante novillos del Montecillo. Su madera de torero, su ilusión y sacrificio bien le hacen merecedor de mejor suerte para que los novillos de Paco Medina medio le embistan, el resto ya sabrá ponerlo el torero.



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Valadez emerge en una tarde con argumentos

PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTOS: ARJONA-PAGÉS

Una novillada con picadores acogía la Real Maestranza de Caballería de Sevilla este domingo, primera de la post-Feria, en la que hacían el paseíllo Jesús Enrique Colombo, Leo Valadez y Toñete. Un encierro de Guadairatras el gran éxito del año pasado se lidiaba.

El torero más destacado de la tarde fue el mexicano Leo Valadez, dio dos vueltas al ruedo en sus dos novillos tras dos trasteos solventes y con el denominador común del toreo templado. El segundo de la tarde fue un noble y obediente animal de Guadaira, el cual dejó al mexicano soltar muñecas y soltarse a la verónica. Empujó con celo al jaco y acometió con galope al capote de un Toñete que dejó un buen quite por tafalleras, pese a no ser su fuerte ahora mismo lo lances de capa. Tuvieron temple y mando los muletazos iníciales, mejor los últimos que cerraron la serie inicial con las rodillas genuflexas. Faena presidida por la firmeza de plantas y el temple. Tuvo mayor rotundidad por el derecho, el animal pese a no humillar si tomó con clase la pañosa. Por el izquierdo bajó algo la faena debido a la menor entrega del animal. Labor de torero rodado y placeado ante un animal con virtudes, pese a su justeza de raza. Cerró la faena con un torero a dos manos y una estocada por derecho. Tras petición de oreja y escuchar un aviso, dio una vuelta al ruedo. Palmas para el novillo en el arrastre.

Tuvo ante sí Valadez un quinto animal con virtudes pero la raza medida. Su cuadrilla le hizo las cosas perfectas, gran puyazo de Bernal, suave lidia de Curro Vivas y dos pares que le valieron el desmonterarse a Pepín Monje. Quitó por Zapopinas -Lopecinas- con el compás abierto el mexicano, sobresalió el temple con el que realizó dicha suerte capotera. Con la muleta la faena tuvo dos partes, una primera con mayor temple y ligazón, en la cual la gente se metió más en la labor del azteca y una segunda más irregular por la rajada condición del animal. Aun así, faena de buen metraje de un novillero muy rodado. Tras la estocada se le pidió la oreja, dando este una nueva vuelta al ruedo.

Tiene muy buen concepto Toñete, más verde con la capa, pero se le atisban cosas con interesantes en la muleta. Ante el tercero, un animal sin casta ni raza dejó patente su forma de torear ante uno de Guadaira que no puso nada de su parte. Se templó a derechas, se quedó en el sitio y tiró de el, en una labor sorda pero con fondo. Pese al nulo juego del novillo quiso el madrileño que Sevilla le viera al menos predispuesto. Se dejó matar en una estocada en la que salió magullado, tanto en el muslo izquierdo como en la frente, se salvó de milagro. Antes su banderillero -Ángel Gómez- también resultó volteado al parear al castaño, como su jefe de filas, se salvó por los pelos de un serio percance. Finalmente Toñete fue ovacionado por una Sevilla que le obligo a salir a la raya del tercio.

Tuvieron poca historia los primeros tercios de la lidia del sexto, un animal como todos sus hermanos al que le faltó raza. Tuvo movilidad en las telas el novillo con el que Toñete escuchó la música -de forma acelerada y desacertada- en una faena desigual pero con algunos pasajes templados. El de Guadaira iba perdiendo celo en sus embestidas conforme se sucedían los pases -tandas en algunos casos excesivamente largas por las condiciones del animal- en una faena que pese a la predisposición del novillero solo caló en pasajes sueltos. Se le nota aún la bisoñez y la falta de rodaje a un novillero al que todavía le quedan por pulir defectos, dentro de un concepto con notas positivas. Se atacó en la suerte suprema y fue silenciado tras escuchar dos avisos.

Poco lucimiento se vio en el abreplaza, un animal de Guadaira que ya desde salida cantó su justeza de raza. Usó el capote con soltura en un recibo con mayor intención que lucimiento. Colombo dejó tres pares solventes, por su ejecución, ante un animal que nunca iba entregando. Templó por momentos el venezolano al novillo en una faena con buen pulso ante un animal descastado. Se libró hasta en tres ocasiones de un posible percance debido a las coladas del utrero. Lo mejor fue la estocada volcándose entre los pitones -de enorme merito y valor-. Su labor fue finalmente silenciada, una faena de tesón y ganas, en la que el novillero nunca le perdió la cara al animal, intentando sacar agua de un pozo seco.

Sin historia resultó el capitulo en el cuarto de la tarde, un manso y desclasado animal con el que Colombo se mostró dispuesto pero sin conseguir ahormar faena. Le intentó poner gusto a los muletazos, dejó algún derechazo suelto cantado por el público que llenaba casi en la mitad de su aforo el coso sevillano, pero solo fueron una raya en el océano, muy poco premio para faena tan larga. Se mostró voluntarioso, con ganas de dar un golpe en Sevilla, pero su lote no ayudó en nada. Embestidas muchas veces a la defensiva de un cuarto novillo que nunca se entregó en las telas. Tras una estocada de rápido efecto fue ovacionado.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Novillada de abono. En torno a media plaza en tarde soleada y de agradable temperatura.

Seis novillos de Guadaira. Correctos de presentación pero de juego dispar y con la raza medida. Destacó el segundo de la tarde, aplaudido en el arrastre.

Jesús Enrique Colombo: Silencio y ovación. 

Leo Valadez: Vuelta al ruedo tras aviso y vuelta al ruedo

Toñete:Ovación y silencio tras dos avisos



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