viernes, 19 de enero de 2018

El espejo de Cristiano / por Juan Manuel Domínguez



Cuando Cristiano y/o su entorno piden una equiparación salarial con Messi o con Neymar, que supondría tanto como doblarle su sueldo actual, y cuando todo hace indicar que el Real Madrid no va a pasar por ese trágala, pensamos instintivamente en la Liga china.


El espejo de Cristiano

Marca publicaba ayer una noticia con el siguiente titular: "La lista que enfada a Cristiano: fuera del top 5 de los mejor pagados". El asunto tiene su miga y está íntimamente relacionado con el problema que, según yo veo, tiene ahora mismo Cristiano si pretende que un club europeo equipare su sueldo con el del jugador mejor pagado, que es Leo Messi, que cobra 40 millones netos por temporada. Digo que la lista tiene su miga porque de los cinco jugadores que están por encima de Cristiano en la clasificación de los mejor pagados, uno es el citado Messi, otro es el consabido Neymar, que cobra 36 millones en el PSG, y los otros tres o juegan o han jugado, como es el caso de Tévez, en la Liga de China. Lavezzi, que cobra 23 millones, está jugando en el Hebei Fortune; Óscar, que está jugando en el Shanghai SIPG, se lleva 24, y el ya citado Tévez estaba cobrando 38 millones en otro equipo chino, el Shanghai Shenhua.

Quedémonos con Tévez, que es un animal de competición. 38 millones de euros estaba cobrando el Apache en la Liga china y, sin embargo, acaba de volver a su país, Argentina, para fichar por Boca Juniors. A Tévez le están matando en las redes sociales porque acaba de confesar que se ha tirado 8 meses de vacaciones, que cuando saltaba al campo se preguntaba qué hacía allí y que si se ha marchado es porque quiere ganar la Copa Libertadores y sueña con vestir la camiseta de la selección argentina y, quién sabe, también con la posibilidad de proclamarse campeón del mundo en Rusia. Carlos Tévez tiene ahora mismo los años que Cristiano va a cumplir en febrero, 33; es esa edad fronteriza que separa al futbolista decorativo, al prestigiosísimo y carísimo jarrón de la Dinastía Ming, del futbolista que aún se siente con ganas de luchar por títulos y por victorias. No todos somos iguales. Lavezzi, por ejemplo, que tiene 32 años, querrá hacer caja. Y lo de Oscar, que tiene 26, no lo entiende nadie, aunque él aún tiene tiempo suficiente por delante para volver a Europa. Pero Tévez y Cristiano están cortados por idéntico patrón.

Cuando Cristiano y/o su entorno piden una equiparación salarial con Messi o con Neymar, que supondría tanto como doblarle su sueldo actual, y cuando todo hace indicar que el Real Madrid no va a pasar por ese trágala, pensamos instintivamente en la Liga china. Yo creo que si allí ha habido alguien tan loco y tan inmensamente rico como para pagarle a Tévez 38 millones, habrá también alguien dispuesto a llegar a los 40 que exige Cristiano.

En Europa dudo que lo haya, en China seguro que sí. Pero Cristiano tiene que sopesar también que la lista que aparecía en Marca era la de los mejor pagados, no la de los más competitivos. Y ese es el problema que tiene ahora mismo Cristiano, que no el Real Madrid: decidir si es demasiado veterano como para seguir compitiendo al máximo nivel o si aún tiene suficiente carrete como para acabar en el Imserso de una Liga de juguete que está creciendo mucho, eso es cierto, que paga muy bien, eso también es cierto, pero que a nadie le importa... salvo porque allí tenemos trabajando a algunos amigos y conocidos.
Lo que tendrán que decidir próximamente (el Real Madrid también tiene que planificar su futuro y eso requiere tiempo) Cristiano y Mendes es si se quedan con la gloria o si asaltan el furgón del dinero. El único modo que yo veo de que Cristiano alcance económicamente a un futbolista de 30 años que acababa contrato el 30 de junio y que desde el 1 de enero podía negociar libremente con quien le diera la gana es agarrar el petate... e irse a China. Como Marco Polo. Dudo mucho que en el Hebei o en el Shanghai tenga demasiadas opciones de ganar su sexto Balón de Oro pero yo de Cristiano me lo creo todo, incluso eso. Cristiano debe mirarse en el espejo de Tévez y, como hacía la Madrastra de Blancanieves, preguntarse: "¿Es lo que quiero?" Y si es lo que quiere, adelante. Le desearemos lo mejor. Y, por fin, por primera vez en mucho tiempo, veremos con cierto interés la Liga china. Yo creo que el espejo de Cristiano debe ser Tévez y no Lavezzi pero...

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