martes, 15 de mayo de 2018

SAN ISIDRO 2018. LOS ‘600’ Y EL SOBRERO / por Antolín Castro


David Mora con el sobrero. Foto: Plaza1


LOS ‘600’ Y EL SOBRERO

S.I.18.- Rematamos hoy siete tardes, una semana, y resulta que, coincidentemente, empezamos este lunes la primera de las cuatro semanas completas que nos quedan por ver toros y toreros. Vamos, como para ponernos nerviosos o impacientes a estas alturas.

Me voy a permitir recordar que yo me saqué el carnet de conducir con un ‘600’, allá por 1971. La verdad es que aquellos coches hicieron la delicia de las familias españolas de aquella época, ya que eran capaces de llevarles a cualquier parte sin fallar casi nunca. No es que fueran lo mejor en automóviles ni en confort, pero cumplían siempre o casi.

Bueno, no fue a la primera, pues en la prueba práctica no se pudo arrancar el ‘600’ de la autoescuela y el juez decidió que yo no merecía otra oportunidad, me dieron por suspendido y no me dejaron utilizar ningún sobrero.

Al contrario, hoy en Las Ventas, han salido varios de ‘600’ cumpliendo con su misión de llegar hasta el final de las lidias, sin caerse ni quedarse parados, a pesar de la mala fama que se les echa a los toros que pesan tanto. No tienen buena prensa, esa es la verdad. Luego, cuando éstos, a los que teóricamente les sobran los kilos, no se caen, nadie dice, ni se acuerda, de que el toro ‘debe tener solo 500 kg’. Allá películas si dos de los triunfos más sonoros en esta plaza en la última década fueron los éxitos sin discusión, y apoteósicos, de Juan Mora y Esplá, que lo fueron con toros que superaron los 600. 

Pues utilizando la metáfora de mi no celebrado primer examen de conducir, hoy el juez que tenía que decidir, cuando vio que uno de los ‘600’ no arrancaba, nadie le dio un capotazo, concedió otra oportunidad brindando un sobrero a David Mora. Yo no tuve tanta suerte. Claro que, a lo mejor, aquél examinador cumplió seguramente con su deber y el Sr. Gómez lo hizo, sí, pero antirreglamentariamente. En la plaza hay que insistir a que el 600 arranque, sin ver su comportamiento, que bien puede ser manso, no se puede cambiar, salvo que los del palco este año se pasen el reglamento por el arco del triunfo.

Como decíamos, los de ‘600’ de Las Ramblas fueron nobles y se dejaron, y hasta humillaron, y si no se alcanzaron triunfos rotundos fue porque las faenas no llegaron a la máxima expresión, pero de que les valieron a sus matadores, sobre todo los dos primeros, a Mora y Del Álamo, dan buena cuenta las dos ovaciones recibidas, cosa que no había sucedido ninguno de los días anteriores. Y es que los ‘600’ te llevaban a todas partes aunque no fuera con mucho confort.

El sobrero, de regalo presidencial, también ofreció posibilidades y el madrileño lo aprovechó a medias y lo estropeó todo con los aceros. El salmantino quiso también en su segundo pero no llegó al acople definitivo. José Garrido tuvo el lote más soso y áspero y solo pudo mostrar sus ganas.


Cada día el palco nos deja ocasión de escribir diferente. A eso también se le llama tener que lidiar con la crónica todos los días. Tendrá también su mérito, supongo.

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