martes, 5 de junio de 2018

S.I.18 ¡¡ CUIDADO !! por Antolín Castro




Octavio, sin embargo, ha sido menospreciado por el palco, minimizando la oreja que le pedían los espectadores, que a nuestro juicio no era suficiente, pero mucho más concediendo la vuelta al ruedo al primer Saltillo. Son tan pocas las veces, nunca para ser exactos, que va un toro tres veces al caballo que el presidente ha debido quedar enamorado de tal proeza. Ese hecho puntual fue por voluntad de su lidiador para lucirle. Pero el toro, ni por asomo, merecía ese premio. No humilló, no embistió por el izquierdo… en resumen, un toro muy normalito.

¡¡ CUIDADO !!

S.I.18.- Ese fue el grito más escuchado en los tendidos durante la tarde. El encierro de Saltillo ha producido constantes sobresaltos entre los profesionales que se han enfrentado a ellos, así como preocupación y hasta pánico entre los asistentes.

La asistencia ha sido la peor de la feria, menos de media entrada. No era difícil acertar el aforo que se iba a cubrir. El cartel lo componía una terna prácticamente desconocida para el gran público y una ganadería con nombre legendario, pero de juego más que dudoso.

El caso es que quienes se acercaron a presenciar el festejo se marchan sabiendo quién es Octavio Chacón. El torero gaditano ha estado a un gran nivel en todos los momentos en los que le ha tocado intervenir, ya fuera en sus toros como en su papel de director de lidia. No nos equivocamos si decimos que hasta hoy ningún director de lidia se había tomado en serio sus obligaciones, Chacón sí y es de agradecer. Esto es Madrid y San Isidro o es que ¿ya es una plaza más de tercera?

Octavio, sin embargo, ha sido menospreciado por el palco, minimizando la oreja que le pedían los espectadores, que a nuestro juicio no era suficiente, pero mucho más concediendo la vuelta al ruedo al primer Saltillo. Son tan pocas las veces, nunca para ser exactos, que va un toro tres veces al caballo que el presidente ha debido quedar enamorado de tal proeza. Ese hecho puntual fue por voluntad de su lidiador para lucirle. Pero el toro, ni por asomo, merecía ese premio. No humilló, no embistió por el izquierdo… en resumen, un toro muy normalito.

Si hubiera salido en último lugar, tras ver a sus cinco hermanos, lo mismo a todos nos habría parecido hasta bien un toro que pasa aunque sea solo por un pitón para premiarlo después de lo visto, claro que entonces la actuación del gaditano nos hubiera parecido de dos orejas tal como tuvimos que vivir la tarde a base de ¡ayes! y ¡cuidados! gritados desde los tendidos.

La mansedumbre la hemos contado varios días, es casi una constante, sí, pero sin mala leche. Los toros de hoy desarrollaron ya desde que salieron de la finca y sabían que los que van de luces son hombres a los que cazar, sobre todo si no tienen trastos en las manos.

Puede que a alguien le guste esta ganadería. En mi experiencia, he de decir que por mí que los lleven al matadero. Ya los de Dolores fueron un dolor, los de Miura un calvario, lo de Saltillo lo supera todo y mejor que acaben sin que sepamos sus nombres.

Esaú Fernández y Sebastián Ritter las pasaron canutas delante de ellos, expusieron hasta que fue posible, más no se podía hacer, y solo Esaú se puso pesado con la espada. Pero la actuación de Octavio Chacón es de lo mejor que hemos visto en la feria. Hay que tener ¡cuidado! con muchas cosas y una de ellas es que Chacón tenga mejor oportunidad de mostrarse como torero.

¡Cuidado! también con el palco, que lleva una feria como para que les echen a todos. 

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