Ese crisol cultural de peruanidad que tan bien amalgama y representa este torero Andrés Roca Rey, revolucionando el toreo actual, líder del escalafón español, podría llenar Acho las 5 fechas.
¿Será Lima la capital mundial del espectáculo?
Bitácora de América. Lima, 25.09.2018
Gracias a Andrés Roca Rey, y a Juan Manuel y “Casa Toreros de México”, amable lector aficionado a los toros del Perú y Balnearios, más pueblos jóvenes y poblaciones emergentes legales, que nos permitimos lanzar una hipótesis de trabajo como título de esta entrega. ¿Iría usted aficionado de Lima y el Perú profundo Provinciano – ese que respeta sus Fiestas Patronales con veneración – a los toros, para vivir esa venerable señora que es la más de dos veces centenaria Plaza de Toros del Perú Colonial, Acho, ubicada en el Centro Histórico de la capital peruana, con casi 50 ferias vividas en honor del Cristo Morado del Perú, el Señor de los Milagros?
Ese crisol cultural de peruanidad que tan bien amalgama y representa este torero Andrés Roca Rey, revolucionando el toreo actual, líder del escalafón español, podría llenar Acho las 5 fechas. Como anfitriones de los mejores toreros del mundo, estará la presencia de los nuevos, el agitanado Joaquín Galdós de Lima, y pisando fuerte los Cubas y Alfonso Simpson. Venga el maestro de maestros ¡ Enrique Ponce ! El Juli en sus 20 años en Acho. Agreguémosle los Morante, Manzanares, Paco Ureña, Antonio Ferrera, Fandi, y el homenaje a Fray Martín de Porres por Juan José Padilla, los que están, los que estuvieron – FANDIÑO – y los que vienen.
Toreros, representantes de una Fiesta que hay que vivirla antes de criticar, que se juegan la vida frente a un privilegiado e imponente, en su constitución, toro de lidia, criado por ganaderos que aman la Fiesta desde hace más de 500 años de historia, Vienen estos héroes vivientes a honrarnos en nuestra identidad, la Peruanidad, el Caballo Peruano de Paso, la Marinera y el Tondero del Norte del Perú, presentes en la plaza; y se verán las caras, se enfrentarán a toros-toros españoles aclimatados en la finca de “Camponuevo” del maestro Rafael Puga Castro.
El albero del Rímac, la Plaza de Acho de Lima – Perú, ubicada en un barrio que al igual que La Victoria, el Cercado o Barrios Altos – a solo tres años que la Patria de Bolívar y San Martín llegue al Bicentenario de la Independencia –, representa todo lo que somos, la música peruana, la comida peruana, las imágenes de la multiculturalidad de un país que por fin empieza a ordenarse en lo político, de una ciudad Lima con 12 millones de personas, que acoge a artistas y a espectáculos internacionales de toda índole, la curiosidad, la novedad hay que saborearlos.
¿No sueña usted amable lector y aficionado a descubrir lo que va a suceder en una plaza, en un ruedo tan añejo, gestionado por personas responsables en el manejo de estos menesteres, con una historia de personajes y personalidades, de la mujer peruana de todas las esencias, que han llenado sus tendidos y que lo puedan volver a hacer por quienes son los llamados a darle la categoría que se merece, nosotros, a partir del 20 de octubre, sábado y domingo a las 3.30 de la tarde, en que se presentarán 5 tardes de toros, novillada y dos Festivales que representan las Bodas de Oro por los 50 años de la Asociación de Aficionados Prácticos ATA, con la presencia de invitados de México, España, Francia, Ecuador y Venezuela.
No es que nos muevan intereses que no sean por afición y por Peruanidad para transmitir estas cosas, sino que hay que ver la sensibilidad y arte con valor en el toreo de Andrés Roca Rey, orgullo de América y España, un joven de 22 años a quien su entorno familiar y de aficionados le dieron a cuentagotas los elementos básicos para convertirse en casi un monstruo de estos tiempos, llevar muy en alto el estandarte de la juventud exitosa, dedicado a lo que le llama su ser, haciendo realidad aquello que tanto le pidieron sus padres al Divino Hacedor para con él. Ha sabido escuchar Andrés Roca Rey los consejos de su entorno, ha sabido compenetrarse con el quehacer de los toreros históricos, ha sabido aquilatar los valiosos enfoques de los comunicadores de masas como José Antonio del Moral y otros en sus crónicas independientes fundamentadas. Traer a una plaza los públicos más reacios a llenar las localidades como el sol general o andanada y tendidos de sol y sombra, ya como abonado, es el reto que enfrenta el ciudadano de a pie que gusta de los espectáculos masivos y de nivel mundial.
Ver a Acho llena hasta el último rincón, durante cada una de las 5 corridas, amable lector, se puede lograr porque el Perú de hoy busca la verdad de las cosas. Y eso es precisamente el toreo. Gracias a Andrés Roca Rey y a su entorno con el maestro Campuzano, se puede proyectar al mundo entero que este país que lo vio nacer y crecer tiene riquezas a montones. Todo está por hacer, y todo se puede lograr y el mejor ejemplo de ello es Roca Rey. El toreo nos enseña eso y mucho más, de lo que tiene valía y significación. Honremos la Fiesta, en la Feria del Toro, tal como se anuncia este año la Feria del Señor de los Milagros.
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