martes, 11 de diciembre de 2018

Cristiano es pasado glorioso para el Real Madrid, el Real Madrid es presente rabioso para Cristiano / por Juan Manuel Rodríguez


Si hoy la afición le recuerda es porque el equipo está sufriendo y jugando mal, nada más. Sólo él ha sido incapaz de pasar página y eso es porque, en el fondo, sabe que el Real Madrid ha estado, está y estará tres escalones por encima de la Juve

Cristiano es pasado glorioso para el Real Madrid, el Real Madrid es presente rabioso para Cristiano

Si yo, que he elogiado y defendido de todas las formas posibles, en la radio, en la tele y por aquí, a Cristiano Ronaldo, tuviera que definirle por algo no sería precisamente por su humildad. Ojo, no estoy diciendo que la humildad sea imprescindible para triunfar en el deporte profesional y, de hecho, a él incluso le ha podido venir bien para su carrera deportiva ser un vanidoso, un orgulloso y un prepotente. Por lo demás, es muy posible que muchos futbolistas profesionales crean que los demás les tenemos envidia porque son guapos, famosos y ricos (y de hecho, en muchos casos es verdad) pero muy pocos se atrevan a reconocerlo en público como hizo él, así que vanidoso, orgulloso y prepotente sí, pero también sincero y, por supuesto, el mejor futbolista que yo haya visto jamás en vivo y en directo vistiendo la camiseta del Real Madrid.

Quizás peque de la misma sinceridad que Cristiano pero debo reconocer que yo siempre tuve claro que Cristiano era un prepotente y un vanidoso pero, como Roosevelt dijo una vez de Anastasio Somoza, aunque obviamente en otros términos ("tal vez sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta"), Cristiano era mi vanidoso. Con Hugo Sánchez, por ejemplo, me pasó lo mismo pero nunca pedí que anularan un gol suyo porque llamara "morito" a Ezaki Badou, porque se llevara las manos a sus partes dirigiéndose a la grada rival o porque provocara la expulsión de Ablanedo. Cristiano se partía el alma por el Real Madrid, su ambición era infinita, siempre quería más y no me paré a calibrar si, además de todos sus pluses deportivos, debía exigirle a CR7 que fuera un ejemplo para la humanidad. Dieter Brandau, por ejemplo, sí lo hizo, sí se planteó si merecía la pena tener al mejor futbolista sobre el terreno de juego pero a un egocéntrico de tomo y lomo, pero yo no, nunca, jamás: por supuesto que mereció la pena, a mí sí me la mereció. ¿Demasiado sincero?

Pero ahora ya no es mi vanidoso, ya no es mi prepotente, ya no es mi orgulloso sino el de la Juve y ya no tengo por qué aguantarle su falta de educación, más aún cuando esa falta de educación va dirigida hacia el club que le ha hecho grande. Porque de eso no albergo la menor duda: el Real Madrid ha hecho más por Cristiano que Cristiano por el Real Madrid. Los gestos del futbolista de la Juve hacia un compañero y amigo suyo como Luka Modric... no hablan en absoluto bien de él. Parece como si tanto él como su entorno fueran incapaces de distinguir entre un buen jugador y una buena persona y el objeto de su inquina, que no es otro que Florentino Pérez. Es como si, encerrado las 24 horas del día en una burbuja de egocentrismo, el mejor futbolista del mundo hubiera llegado a creer en serio que el Real Madrid iba a desaparecer sin él llevando el 7, cuando resulta que su 7 lo heredó Mariano y, mal que bien, el club sobrevivirá.

Recuerdo cuando se dijo de José Mourinho que en cuanto abandonara el Real Madrid empezaría a arremeter contra él, de eso hace ya más de cinco años; pero cuando Mou ha hablado de su ex equipo ha sido siempre en tono elogioso y respetuoso, y él sí que podría haber tenido motivo de enfado porque, mientras estuvo aquí, nadie salió a dar la cara, nadie le defendió en público. Pero, ¿Cristiano?... Cristiano tendría que besar por donde pisase Florentino porque, a petición de su representante, que le exigió "sensibilidad", éste se inclinó por aceptar y rebajar su cláusula de rescisión de contrato en 900 millones de euros. Como hoy mismo ha dicho Odriozola, "Cristiano es pasado".

Es cierto, Cristiano Ronaldo es pasado (glorioso) del Real Madrid y parece que, para él, el Real Madrid no deja de ser un presente (rabioso). Está despechado, ofendido y, en el fondo, se siente humillado porque Florentino aceptase ser "sensible" con él tal y como le pidió Jorge Mendes, otro ejemplo para la humanidad. Creyó que el presidente del Real Madrid iría rogando a La Finca y que los socios merengues se manifestarían en Cibeles, pero no. Si hoy la afición le recuerda es porque el equipo está sufriendo y jugando mal, nada más. Sólo él ha sido incapaz de pasar página y eso es porque, en el fondo, sabe que el Real Madrid ha estado, está y estará tres escalones por encima de la Juve. El Barça sólo está dos y de ahí precisamente, querido Cristiano, que Leo Messi no vaya a cometer la tremenda torpeza de irse jamás a Italia. Tú lo querías, ahí lo tienes. Disfrútalo.

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