lunes, 7 de enero de 2019

Dos rochas estupendos / por Jorge Arturo Díaz Reyes


Juan de Castilla. Foto: Camilo Díaz

Tercero y sexto, fueron para Juan de Castilla quien les cortó sendas orejas y salió a hombros. Curro Díaz pinchó faena de gran contenido. Encastado y serio encierro de Achury Viejo. El séptimo de Dosgutiérrez, para recortadores. Casi lleno.

Dos rochas estupendos

Cali, Colombia, 01.06.2019
En un festejo muy mixto (rejoneador, lidiadores a pie y recortadores), Felipe Rocha abrió la feria con un sexteto negro, cuatreño, de no mucha romana, pero muy serio por delante. Con poder, salieron mostrando las erizadas y finas perchas. Uno remató en el burladero de la segunda suerte y clavó medio pitón en las tablas. Sacó intacto su diamante. El primero de rejones no se movió. El segundo, con mucho genio vendió cara su vida. El bravo tercero, pronto y codicioso, uno de los de la temporada. El cuarto, para rejones, repetidor. El quinto manseó. El sexto, de gran nobleza y son. El séptimo, bravo. El hierro sabanero refrenda con toros su éxito novillero en la reciente feria de Cali.

Juan de Castilla, se llevó el lote. Completico. El emocionante tercero, que se disparaba galopando al toque y a veces sin él y luego repetía y repetía buscando pelea. El muy armado sexto, franco, alegre y acompasado, casi pastueño. El paisa opuso al uno más ganas y corazón que sosiego y temple. Luchó denodadamente por no ser desbordado y la gente se puso de su parte. Cuando “Madrileño” rodó con sus 480 kilos en los medios. El escándalo mayúsculo consiguió la oreja, mas no la segunda ni la vuelta para el toro que también fueron pedidas.

Con el sexto Juan no pudo lucir con la capa pero rodilla en tierra inició con majos doblones un solo de toreo en redondo muy gustoso y celebrado. Tres, cuatro tandas rimadas de a cinco volcaron la monumental con chupacobres y todo. Por la izquierda el toreo no tuvo igual claridad, compás ni aseo. La faena fue más allá de lo justo y “Barretino” fatigado terminó injustamente en tablas, donde un espadazo desprendido le mató y la oreja fue más valiosa que la primera.  
      
Curro Díaz, con un toro de mucha complejidad, que con sus brutas e inciertas acometidas descargaba corrientazos de alta tensión al tendido, planteó una faena llena de contenido. Toda por naturales muchos de frente. Aguantando y tragando una bestialidad. No había, ligazón, mal podía haberla, pero la verdad golpeó al público que terminó rendido y jaleante secundado por la banda. El volapié, sin cartón, rebotó en sólido. Luego la estocada total rodó al marrajo y la ovación fue de gala. Con el quinto fue por lo perdido, las verónicas cadenciosas exaltaron y el brindis del debutante al público fue de ley. Pero el toro se paró, parado y no hubo poder humano. Estocada y leves palmas.

Andrés Rozo, bregó contra el manso de apertura le buscó la cara larga y desesperadamente, para terminar, oyendo aviso y entregándolo al sobresaliente Mateo Jaramillo quien liquidó la caótica brega con estocada y descabello. Con el otro, de mejor juego, el entusiasmo y el desacierto no fueron menos. Pinchazos, metisacas, bajonazos y enojo del respetable.   
  
La plaza casi llena vibró hasta el final con los impresionantes recortes de la cuadrilla de rejoneadores españoles al serio y fiero “Platudo” que cerró el buen primer capítulo de la feria
  • FICHA DEL FESTEJO

Domingo 6 de enero 2019. Plaza Monumental de Manizales. 1ª de feria. Sol. Casi lleno. 
Siete toros de Achury Viejo (en Parladé), bien presentados, encastados y de diverso juego. Destacaron 3º y 6º ovacionados en el arrastre. El bravo 7º de Dosgutiérrez fue para los recortadores españoles.
Andrés Rozo (rej), silencio tras aviso y pitos.
Curro Díaz, saludó y palmas.
Juan de Castilla, oreja y oreja.

Incidencias: 
Saludaron Gustavo García “Jeringa” y Héctor Fabio Giraldo tras parear al 2º y John Jairo Suasa “Chiricuto” y Ricardo Santana tras parear el 3º.

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