viernes, 6 de marzo de 2020

SEVILLA. HOMENAJE AL "COMANDANTE DORADO": "Al Cordobés le llegué a pagar 111 millones de pesetas para torear con su hijo"

 El periodista Santiago Sánchez Traver, Paco Dorado y el presidente del Aula Taurina, Miguel Serrano - J. B.

El «Comandante Dorado» reapareció públicamente en un homenaje recibido en la Real Maestranza de Sevilla

Paco Dorado: «Al Cordobés le llegué a pagar 111 millones de pesetas para torear con su hijo»

«En un viaje a Valencia (Venezuela) el avión se retrasó y desembarcamos 15 minutos antes de la corrida de toros de aquel día. Yo quería ir a verla pero estaba muerto de hambre. Se lo dije a Paco Dorado y él llamó al presidente de la plaza de toros, que ese día tenía sus 34.000 localidades vendidas, y le dijo que había que retrasar la corrida, como mínimo, una hora. Llegamos todavía más tarde y Paco, entrando con su chaqueta colgada del hombro por el callejón, le hizo un gesto al presidente de que ya podía dar comienzo». Con esta anécdota que refleja la bohemia del personaje, quiso Juan Antonio Ruiz «Espartaco» recordar sus vivencias con el singular empresario y apoderado taurino, durante el homenaje que el Aula Taurina de la Real Maestranza de Sevilla le organizó este miércoles.

Paco Dorado lleva casi una década desconectado del mundo taurino. Firmó un contrato en 2012 para gestionar cuatro años la plaza de toros de Utrera y el desastroso resultado taquillero le acabó jubilando antes de lo previsto. La que se suponía era la despedida de Pepe Luis Vázquez junto a Morante de la Puebla no llegó a congregar más de un tercio del aforo. «Morante se llevó la mitad del dinero de la taquilla», aseguró Dorado.

La presencia del ínclito empresario taurino en un acto de este calibre es una utopía. Únicamente arrastrado por la profunda amistad que mantiene con el periodista Santiago Sánchez Traver, que fue el encargado de moderar el acto. Y culpable de que el «Comandante» no se perdiera entre sus recuerdos más farragosos. «Me dio un ictus y se me olvidan las cosas», exclamó Dorado.

El vínculo tan fuerte que periodista y empresario han mantenido durante sus respectivas carreras profesionales sirvió para que estuvieran casi dos horas recordando mil y una anécdotas de su época más «dorada». El Salón de Carteles de la Real Maestranza estuvo repleto de toreros y antiguos compañeros de callejones del apoderado radicado en Sevilla: Juan Antonio Ruiz «Espartaco», Tomás Campuzano, José Luis Parada, Dávila Miura, José Luis Capillé, etc.

La semblanza de Sánchez Traver hizo un recorrido a lo largo de la vida del empresario: desde sus comienzos vendiendo leche, pasando por su primera incursión taurina apoderando a Tomás Campuzano, hasta su renuncia a sus acciones en Quesos Vega para continuar con su carrera taurina.

La larga lista de toreros que comenzó con Tomás Campuzano acabó con Julio Benítez «El Cordobés» en el año 2012. Entre ellos destacan los nombres de José María Manzanares, Rafael de Paula, José Luis Parada, Javier Conde, Manuel Díaz «El Cordobés», José Luis Moreno o Chamaco. Y llegó a regentar hasta 27 plazas durante una misma temporada en Andalucía.

El «Comandante» recordó que su afición taurina le vino tras haber compartido el servicio militar con Francisco Rivera «Paquirri». Su etapa como apoderado comenzó durante el proceso constituyente español con el segundo de los Campuzano. Y el propio torero lo recordó así: «Yo estaba en Gerena intentando localizar a un taxista de Aznalcóllar para preguntarle cuánto me costaría que me llevase a una novillada que me había salido en Sant Feliu de Guíxols. En esas me vio Dorado que me acabó ofreciendo su coche, y con él fuimos toda la cuadrilla». El que empezó como chófer acabó siendo la persona clave en la carrera del diestro de Gerena. Juntos torearon once novilladas en la Maestranza, de las cuales cortó orejas en diez.

Paco Dorado recordó cómo conoció a Manuel Díaz «El Cordobés», con el que vivió sus años gloriosos como apoderado: «Mi amigo Juan Guardiola me mandó a una novillada a Higuera la Real para cobrarle. Estando en un bar del pueblo se me presentó Manolo y me dijo que quería que yo lo apoderase y que me iba a poner rico. Su desahogo me cayó en gracia y le acabé firmando un contrato en una servilleta. Fue el primer y único documento que firmamos».

La gran obsesión del «Comandante» era que su torero consiguiese torear con su padre, Manuel Benítez «El Cordobés»: «El Benítez me pidió 111 millones de pesetas por torear con su hijo en Palma de Mallorca. Un precio desorbitado para aquella época y para esta. Consiguió involucrar a Antonio Asensio, fundador del Grupo Zeta y por entonces presidente de Antena 3, para que le diese esa cantidad en concepto de derechos de imagen por televisarla. Con los carteles ya en la calle, «El Cordobés» empezó a ponerme mil y una pegas a la hora de firmar el contrato, porque se había rajado y no quería torearla. Finalmente, esa corrida la tuvo que matar su hijo en solitario».

También recordó experiencias desafortunados con toreros como «El Juli», al que llegó a contratar para la feria de Algeciras: «Apalabré con él pagarle 17 millones de pesetas por adelantado y si la corrida no acababa siendo un éxito en taquilla, él me devolvería una parte de lo ingresado. Finalmente así ocurrió y el mozo de espadas vino a verme para entregarme 500.000 pesetas. No se lo acepté y los mandé a...».

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