Es nuestra realidad / por Rafael Comino

Puede asegurarse, sin temor a equivocarse, que Pedro Sánchez es un hombre enfermo de ambición por el poder, sin escrúpulos, ni moral, que está más cerca del comunismo radical que de la socialdemocracia. Sus actuaciones, a lo largo del tiempo que lleva en política, especialmente en el último año, así lo demuestran claramente.

Es nuestra realidad

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cadiz

Se presupone que cualquier gobierno democrático quiere lo mejor a para su país, entre otras razones porque si todo va bien será reelegido, sin embargo, en España las cosas no son así, lo cual es difícil de entender, pero esa es la realidad, que pasamos a demostrar.

Para hacer nuestra demostración razonada vamos a partir de varias premisas ciertas, sin la más mínima duda:

1) El gobierno está formado por PSOE y Podemos, con el apoyo de los partidos separatistas (Bildu es además proterrorista).

2) Una parte muy importante del PSOE (la mayoría) es actualmente izquierda radical. Con Felipe González era socialdemócrata, pero desde la llegada  de Zapatero viró hacia la izquierda  radical, y con Pedro Sánchez se ha radicalizado más aún. Puede asegurarse, sin temor a equivocarse, que Pedro Sánchez es un hombre enfermo de ambición por el poder, sin escrúpulos, ni moral, que está más cerca del comunismo radical que de la socialdemocracia. Sus actuaciones, a lo largo del tiempo que lleva en política, especialmente en el último año, así lo demuestran claramente. Lo socialdemócratas del PSOE no se atreven a levantar la voz por miedo a perder el pesebre.

3) Podemos es un partido comunista, leninista, stalinista muy radical, que participa en las elecciones como medio para estar en política, pero no es demócrata ni de lejos.

4) La preparación de los miembros del gobierno deja mucho que desear en la mayoría de los casos. Da pena, y vergüenza ajena, verles en TV dando explicaciones, cuando a algunos les cuesta mucho expresarse.

Creemos que estas premisas son ciertas y no pueden rebatirse. Todos sabemos que es así, y que por mucho que se niegue seguirá siendo así. 

Por tanto:

a) Al menos uno de los partidos que forman el gobierno (Podemos) y todos los que le apoyan (independentistas y proterroristas) no quieren lo mejor para España, sino justamente lo contrario. Lo que les interesa es que a España le vaya lo peor posible. A los independentistas para conseguir su objetivo, y a Podemos porque si España se rompe y las cosas van muy mal, ellos pueden hacerse con el poder por la violencia, e instaurar una dictadura comunista; lo que siempre ha sido el comunismo, que significa miseria, hambre, tortura y muerte. 

De hecho, Pablo Iglesias ya ha hecho varias declaraciones insinuando que habrá que nacionalizar muchas cosas y hacer recortes de libertad (los periodistas pueden ir tomando nota), típico del comunismo.

b) El otro partido en el gobierno, PSOE, como ya dijimos, se debate entre la democracia real, que algunos desean, y tener el poder, cueste lo que cueste, aunque sea por medios ilegítimos. Esto último es lo que quiere Sánchez. Recuerden cuando le decía, al Sr. Rajoy, que teníamos una democracia  de baja calidad. Ahora, con él de presidente, no es sea de baja calidad, es que en muchos aspectos esto ya no es democracia es, más bien, el régimen  implantado por Maduro en Venezuela.

c) Las decisiones que se han ido tomando con respecto a la pandemia por el COVID-19 han sido erróneas prácticamente en el cien por cien de los casos, cuando no tardías, lo cual hace que en los momentos actuales seamos el país con más infectados y fallecidos del mundo, en proporción a los habitantes, y eso dando por hecho que las cifras que nos dan son falsas, como han reconocido hasta los mismos jueces. Un desastre total.

d) Pero eso no debe extrañar porque, como decíamos, el gobierno está formado por incompetentes que, además, muchos de ellos, quieren lo peor para España, por sus propios intereses. Naturalmente para ellos las cosas van de acuerdo a sus deseos. Es cierto que también los hay mejor preparados, pero desde el punto de vista moral dejan mucho que desear, de lo contrario ya hubiesen dimitido viendo las actuaciones del  presidente. No dice una verdad ni por error. 

Todos sabían que nos estaban mintiendo con respecto al COVID-19 (siguen mintiendo), y esas mentiras han causado muchos miles de muertos. 

El ministro de Sanidad y el Sr. Simón decían que en España apenas iba a tener incidencia, que solo habría unos cuantos casos, y el ministro no tiene ni idea del tema, pero don Fernando Simón, con toda seguridad, sabía lo que representaba, y mintió porque así se lo ordenaron, y él acató la orden. Luego se vendió, sabiendo el desastre que conllevaría. Si no mintió, que nos diga en que se basó para pensar que, “apenas tendría incidencia en España”. Ahora, para explicar que seamos líderes mundiales en muertos por millón de habitantes, están recurriendo a decir que es porque tenemos una esperanza de vida muy alta, y por tanto hay muchos ancianos, pero países con una esperanza de vida prácticamente igual a la nuestra como Japón, Suiza, Singapur, Francia, tienen muchísimos menos muertos por millón de habitantes. Luego siguen mintiendo.

e) Cada día que pase las cosas irán peor en todos los aspectos. Ahora mismo existe un riesgo muy grande de que España se rompa totalmente, y el caos impere en nuestra forma de vida. Viendo la actuación del Sr. Sánchez, el pasado jueves en el parlamento, todo hace pensar que España está en manos de un enfermo de ambición, ególatra, soberbio, incapaz, loco, miserable, que o le echamos de la Moncloa o él nos lleva a un desastre de dimensiones iguales o superiores a 1936. En aquella época otro socialista, Largo Caballero, también soberbio, loco y miserable, nos llevó a la guerra, y ahora puede repetirse la historia. 

f) Algo importante, a tener muy en cuenta. Estamos seguros de que con otro gobierno más preparado, más honesto y menos radical hacia la izquierda, las cosas no irían tan mal, pero, ¡Imagínense Uds. que con la situación tan desastrosa que estamos viviendo, el gobierno fuera del PP! No tengan la más mínima duda de que la izquierda radical estaría incendiando las calles, destruyéndolo todo, manifestándose, exigiendo la dimisión, asaltando la sede el PP en la calle Génova, para tomar ellos el poder, incluso por las armas.

g) Por todo ello, y si de verdad queremos resolver el problema, se hace necesario de forma muy urgente la disolución del gobierno y la formación de un gobierno de concentración con los partidos constitucionalistas, dejando fuera a Podemos y, obviamente, a los independentistas. 

Un gobierno que empiece a tomar decisiones razonables y a poner el país en orden. En nuestra opinión o se hace esto, mejor hoy que mañana, o lo que nos espera a nivel sanitario, económico y social va a dejar cicatrices, inimaginables. Para evitarlo hay que hacer todo lo que esté a nuestro alcance.