lunes, 11 de mayo de 2020

La rebelión es necesaria en España / por Diego Camacho López-Escobar



Se hace necesaria la rebelión cívica para defender nuestra libertad, la Constitución, nuestro sistema político y nuestro modo de vida. Nuestro problema reside en que todas estas cosas deberían estar defendidas por el Gobierno, cuando en su lugar es la amenaza.

La rebelión es necesaria en España

Diego Camacho López-Escobar*
Coronel de Infantería 
El Mentor-10 mayo, 2020
A la incompetencia manifiesta con la que este Gobierno nos ha obsequiado, hay que añadir su falta de sentido de responsabilidad, que al prolongarse en el tiempo se convierte en desvergüenza política. Ya mienten como si hacerlo fuera parte de sus naturalezas. Las ruedas de prensa son en realidad diálogos de besugos, los periodistas preguntan y si no conviene responden por los cerros de Úbeda. 

Caso paradigmático de este estado de cosas ha sido el desempeño de Iglesias como responsable de los asuntos sociales. El abandono de los ancianos internos en residencias es imperdonable. A pesar de su esfuerzo por desvincularse era y es el responsable, desde el momento en el que se decreta el mando único. Tiene además la cara dura de predicar en cualquier ocasión que se le presenta, en lugar de permanecer en un discreto silencio ya que no tiene la valentía de asumir su responsabilidad.

El mando único es una buena decisión, si se supiera con certeza quien lo ostenta y si además es una persona preparada. Al no estar claro hay que asignárselo a Sánchez, aunque se esconda detrás de esos comités de técnicos y científicos que es incapaz de presentar. ¿Será escandalosa su identidad, por algún motivo? Los nombres más próximos al presidente: Illa, Simón, Ábalos, Marlaska… han demostrado su estolidez institucional más que capacidad para estar al frente. Estar colocados a la cabeza mundial de los efectos del virus, es consecuencia de la causa: el fracaso del Gobierno.

Es evidente su ausencia colectiva del sentido de responsabilidad y la estupidez de su gestión, aunque lo más patético es su deseo de ser reconocidos. Solo así puedo interpretar la propuesta, de un vasallo afamado, de proponer como premio princesa de Asturias al Gobierno. Ya sé que el estúpido se caracteriza por no darse cuenta de su situación.

Después del abandono criminal de los ancianos, este Gobierno ha permitido hacer negocios a sus comisionistas a cuenta del material sanitario defectuoso. Sin ninguna medida para paliar los errores y protegiendo, hasta donde les ha sido posible, la identidad de esos sinvergüenzas, quiero decir delincuentes.

Por los reales decretos aprobados, algunos de ellos sin tener el requisito de la urgencia ni tampoco relación con la pandemia, sabemos de los verdaderos objetivos políticos de Sánchez. La situación creada por el virus es la coartada para generar un cambio social para el que no están legitimados y para el que necesitan el absoluto control de la población para obtener su sumisión, no su colaboración.

Se hace necesaria la rebelión cívica para defender nuestra libertad, la Constitución, nuestro sistema político y nuestro modo de vida. Nuestro problema reside en que todas estas cosas deberían estar defendidas por el Gobierno, cuando en su lugar es la amenaza.

Se formó el Consejo de Ministros de coalición con un engaño flagrante, 48 horas, antes de abrirse los colegios electorales. La legalidad formal en su formación está afectada por ese engaño a los ciudadanos, lo que le priva de legitimidad. 

La constitución del Congreso de los Diputados se hizo sin exigir el requisito de acatamiento a la Constitución, que marca la ley, con el permiso de su presidenta para el que no estaba capacitada. La ausencia del acatamiento legal a la Constitución hace a estos diputados inhábiles para ejercer la representación para la que fueron votados.

Esa ausencia de legitimidad por parte del poder ejecutivo y de legalidad formal por parte del poder legislativo, es la situación política en la que nos encontramos.

Como señalaba más arriba, es necesaria la rebelión cívica para detener el golpe de Estado encubierto que se ha montado de consuno por parte de poderes que están desprovistos de legitimidad en origen y en su gestión política.

Todos los que creemos en España y en nuestra manera de vivir, tenemos que movilizarnos. El otro día Consuelo Madrigal marcó el camino, al señalar de manera clarividente cual era nuestra situación real. En nuestros ámbitos respectivos todos podemos hacerlo.
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*Diego Camacho López-Escobar, Coronel de Infantería, diplomado en Operaciones Especiales, profesor de educación física, licenciado en Ciencias Políticas por la UCM, master en RRII por la S.E.I.

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