Hoy viajamos a una época gloriosa del toreo y lo hacemos con Andrés Hernando. Hablar con uno de los protagonistas de los años 60 de nuestra tauromaquia es escuchar el testimonio vivo de la grandeza de unos años dorados para el toreo. Simplemente os invitamos a repasar su trayectoria, leer y aprender de años de gloria, grandeza y torería.
Hablamos con Andrés Hernando
POR JAIME · 12 JUNIO, 2020
El maestro protagonizó momentos inolvidables en Sevilla, su Sevilla, en Madrid con una Beneficencia que movilizó delante de la tv a todo el país, en Barcelona indultando a Potrico y muchísimo más. Aprendamos…
¿Cómo lleva el confinamiento?
Con pena, con dolor. Me encuentro en la finca de Peñatella, en Marlin (Ávila), y gracias a Dios mi situación es de poder estar en el campo con el ganado. Mi familia está bien, a mi mujer le pilló en Madrid y mis hijos en sus casas.
Oigo la radio todos los días, Es Radio, y escucho todo lo vivido con mucha pena.
El campo, por lo menos, ha dado un respiro.
Sí porque la lluvia ha venido muy bien, en su momento y ha ayudado al ganado. Mi vida en el campo sigue con la misma normalidad de siempre.
¿Cómo cree que va a afectar esto al mundo del toro?
El coronavirus ha hecho mucho daño a toda la sociedad pero al mundo del toro le va a pegar una estocada fuerte. Las camadas fuertes están acabando en el matadero porque las ferias importantes se han suspendido. La segunda camada, la que viene de utrero a toro, podrá ser mantenida por algunos ganaderos pero otros no podrán.
Tengo confianza, oyendo al Alcalde de Madrid, porque va a potenciar la Escuela del Batán y creo que en Otoño se podrán dar algunas corridas. Nos quedaría San Miguel, Jaén, y algunos pueblos con alcaldes aficionados podrán dar fiestas en los pueblos. Eso hará, con novilladas picadas, salvar parte de la temporada en añojos, erales… Si no, esto es una ruina. Habrá alcaldes que, por miedo y presión, preferirán no darlo, eso es un peligro.
¿Qué debe cambiar el mundo del toro para hacer frente a esto?
Hay que reaccionar. No puede ser que nadie hable de toros ya, tienes que informarte en Aplausos o 6toros6. En ningún lado aparece la ruina que tenemos, los toros que van al matadero, la situación de los subalternos con familias que no tienen nada. Están subvencionando a todas las disciplinas culturales menos al toreo. Hay un político que dijo que lamentaba mucho las muertes por el coronavirus pero que se alegraba de que así podría acabar con el mundo de los toros, eso es intolerable.
No pueden atacar a una disciplina que siempre ha estado llena de artistas e intelectuales, hay que defenderla, dar la cara e ir a por los que quieren venir a por nosotros a arruinarnos.
¿Cómo le está afectando esto a su ganadería?
Decidí no dar toros ni novilladas picadas. Tengo 20 erales y 32 añojos que creo que podré mantener hasta el año que viene. Si los pueblos dan algo desde septiembre podré defenderlo. Si me pilla con toros, la situación no sería igual. Dan una miseria en los mataderos, 0.5 por kilo, te dan por un toro 500 euros cuando te ha costado 4000. Y date cuenta que si en la plaza se arrastran 6 en el campo te han quedado 2 por cornadas u otros motivos.
¿Cómo entrar en el mundo por parte del toreo?
Es muy difícil porque hay mucha cobardía. Hemos desaparecido de todas partes, hasta Es Radio ha quitado su comentario taurino. ¿En qué diario aparece la ruina que supone la suspensión de San Isidro, Fallas, Abril…? Todo es porque nadie habla, este gobierno va contra los toros, más bien va contra España.
¿Cree que esta desaparición es sólo por un tema político?
Sí, es pura cobardía, Yo he votado al PP toda mi vida y ahora me doy cuenta que no han defendido a los toros cómo deberían haberlo hecho. Estoy rabioso porque llevo toda la vida en esto, he recorrido todo el mundo. En Venezuela nos daban 17 pesetas por un bolívar y toreábamos a plaza llena. Coincidí con Bob Kennedy en el hotel. He conocido España con sus plazas llenas, daba gusto.
El maestro añora su Barcelona
Es una pena lo que estamos viviendo y si hablamos de Barcelona… Era una de las plazas más importantes del mundo, daba gusto. Allí perdoné la vida a Potrico de Pablo Romero, ¿hay más honor que dar esa categoría a un toro mandándolo a la ganadería para padrear? Los antitaurinos deben respetar.
¿Cómo era la Barcelona taurina?
Daba gusto. Allí se llenaba siempre, he llegado a torear hasta en Las Arenas y ahora es un supermercado. He toreado en Figueras, San Feliú de Guixols… Era una zona grandiosa de toreo, la gente iba con alegría y los extranjeros venían con ilusión a ver las corridas de toros. Algún turista sufriría, no te digo que no, pero el toro de lidia no sufre cómo le pasa al hombre en el combate. Ese “venirse arriba” hace que el toro se crezca y eso supera a cualquier daño.
¿Llegó a ser Barcelona más importante que Madrid?
En categoría, no. Madrid es la que da y quita. Triunfar en Madrid te abre España y el mundo. Me pasó a mí porque venía de triunfar en Barcelona en el 63 pero en la Beneficencia de 1964, una corrida con El Cordobés que hizo que se parara España para verla, pegué un zambombazo que me abrió el mundo.
En Barcelona he llegado a torear siete tardes en un año. Las figuras como Manolete, Arruza, Pepe Luis… cuando no tenían toros llamaban a Don Pedro y en tres días montaba una corrida en Barcelona ! Y se llenaba ! Era un territorio de gran afición.
¿Y qué le parece lo que han hecho los descendientes de Don Pedro?
Muy mal, no tienen afición. Balañá tenía cines y otros negocios al margen del toro. Los antitaurinos le atacaban y eso le afectaba a otros negocios, por eso no ha dado toros. Es una pena que José Tomás no torease más y fuera allí porque la llenaría y recuperaría parte de lo que fue Barcelona. Allí iban muchos franceses, que por cierto, han sabido defender y enfocar la Fiesta mejor que nosotros que hemos llegado a renegar de nosotros mismos.
En su época, años 60, ¿era tan dura la competencia?
Sí que lo era. Te puedo hablar de 30 figuras como los Girón (salí con ellos a hombros en Otoño), Nimeño, Palmeño, Paula, Curro Romero, Julio Aparicio, el apogeo de El Cordobés, Diego Puerta, Andrés Vázquez, Mondeño, Miguel Márquez, Chamaco, Zurito, El Pireo, Paco Camino, Rafael Ortega, Pedrés, Litri padre… Aún así logré torear 3 Domingos de Resurrección en Sevilla. La competencia era tremenda, eran toreros en pleno apogeo.
Y en esa lucha, usted llega a figura.
Cuando debuté en Sevilla de novillero salieron dos novillos muy diferentes. Uno bien, al que le corté una oreja, y el otro tenía dificultades pero le supe entender. En Sevilla si caes bien, caes, a El Viti le costó entrar allí. Por la mañana me encontré a aficionados que me decían de qué parte de Sevilla era y les dije que no, que era de Segovia. Causé sensación. Después firmé una exclusiva con Canorea, un fenómeno con el que tuve gran amistad. A Sevilla la he comprendido, me he sentido querido, me he sentido muy sevillano.
Segoviano pero muy de Sevilla.
Me han querido mucho aunque tuve la pena de rozar varias veces la Puerta del Príncipe. Una tarde con Rafael Ortega y Chamaco corté dos orejas a uno de Samuel, al otro le pinché. La espada no fue mi fuerte, si hubiera matado mejor otra cosa hubiera sido. Aún así me siento muy orgulloso de lo hecho.
Con el mérito de salir en una tierra en la que no han abundado muchos toreros salvo De la Serna.
Creo que él y yo somos los que más hemos llevado el nombre de Segovia en el toreo. Sí, me costó. Salí con mucha fuerza de novillero en Vistalegre y me cogió Dominguín. Luego, por circunstancias, me vine abajo hasta el punto de casi dejarlo. Moralmente no podía porque me sentía fracasado. Le dije a mi padre que preparara el taxi pero me recuperé en menos de 3 meses. Gracias a un primo mío, Martín Berrocal que andaba en su apogeo como empresario, salí adelante porque no me contrataba nadie. Me ayudó, debuté en Sevilla y las orejas cayeron a montones por dónde toreaba.
Siempre he estado preparado y llegó el triunfo en la Beneficencia. Luego llegaron triunfos en muchos sitios como en La México en la que pinché un rabo pero toree luego 13. Querer es poder, y cuando quieres y tienes condiciones nada te puede parar.
Antes me hablaba del apogeo de El Cordobés, ¿qué supuso para la fiesta?
Una revolución. Llegábamos El Viti, El Cordobés y yo a un pueblo. Santiago y yo cortamos dos orejas pero al llegar al hotel sólo existía El Cordobés. Yo había triunfado, El Viti ha sido una figura tremenda pero sólo existía él. En Logroño, con Antonio León que era un novillero fenomenal, le dieron dos avisos a Benítez y Antonio y yo cortamos las orejas, aún así no nos hacían ni caso. Podías ver cómo cambiaba el público las tardes suyas a las demás, no eran los mismos.
¿Mejoró las condiciones económicas de todos?
Sí, sin duda. En los pueblos el sueldo de una figura estaba entre 125000-200000 pesetas y éste llegó a cobrar 750000 o su kilo. Llegaban las demás figuras y resaltaban la diferencia pero no podían alcanzar su nivel.
Siendo yo empresario le contraté para Burgo de Osma y Palomo me pidió para ir con él 500000 pesetas pero no pude dárselas, puse a otro y se llenó. El Cordobés siempre fue el más barato para ser contratado porque vendía su corrida y las demás, vendía los abonos. Nadie le puede quitar mérito porque tenía una cintura, una muñeca, una inteligencia natural… Le vi cortar un rabo en Sevilla a un toro de Carlos Núñez y le he visto poner plazas de Europa y América boca abajo.
Tras hablar de la revolución de Benítez hacemos una radiografía del cambio del toro.
El toro de ahora es más grande en volumen pero de menor calidad. El toro de nuestra época bordeaba los 500 kilos y ahora parece que los empresarios van a la ganadería y buscan más los pitones y kilos que las reatas. Hay ganaderías muy buenas, ahora está Domecq de moda como en mi época estaba lo de Núñez. También sigue Victorino, no veo miedo en que la fiesta se venga abajo por el toro.
¿El empresario ha cambiado mucho?
El monopolio llega porque las figuras llegan a un pueblo y le piden al empresario el dinero por la mañana, sin ver como ha ido por la tarde, no le dan margen para poder salvarse. Los grandes empresarios como Chopera, Canorea… liquidaban al final de temporada. Lo que te he dicho de ir a América lo liquidé con Chopera al volver de allí, me fiaba de él y de empresarios como él.
Estamos en un sistema de monopolio en el que el que más plazas tiene y más cosas maneja es el que pone el precio. Hay figuras que se consideran imprescindibles y sus exigencias son las que son, sin embargo otros no tienen esa realidad económica.
¿Qué toro no olvida, maestro?
Uno de Miura en Linares. Con ese toro me dieron el trofeo Manolete. Cuando iba al colegio en la Institución Sindical Virgen de la Paloma, un ejemplo de enseñanza, me desperté y oía las canciones sobre Manolete y me llamaron la atención. Desde ese momento empecé a conocer al personaje, al torero, y ese motivo despertó en mí la llama del toreo. Y gracias a la faena a ese toro de Miura me pude llevar el trofeo con su nombre en el 25 aniversario de su muerte toreando con Girón y El Viti.
Luego el de Pablo Romero en Barcelona (Potrico), otro al que desorejé en México que fue muy bravo. Pero Potrico y el de Miura sobresalen en mi carrera.
¿Una vida feliz en el toro?
Por supuesto. Tengo la satisfacción de mi familia. Mi hijo mayor Andrés me ha dado 9 nietos, Gonzalo tiene 3 con dos gemelos y otro que es un fenómeno. Mi hija no tiene familia pero estoy feliz con ellos y mi mujer. Tengo mi ganadería, mi finca, estoy contento. Todo con mucho esfuerzo pero a mis 83 años me encuentro satisfecho, con salud e ilusiones. Todavía le pego pases aquí en mi casa.
¿Sigue toreando?
En el campo, sí. Ahora es cuando toreo bien, para mí mismo, sin exigencias de nada pero con la satisfacción de sentirlo.
¿Y si sale algún nieto torero?
Pues hay que apoyarlo y animarle. El de 6 años de Gonzalo es muy valiente, se le ve. Aquí torear, con el cante flamenco es una cosa…
No me diga que se anima a cantar mientras torea. Teniendo en cuenta su amistad con los más grandes del cante…
No (risas) Yo he tenido mucha amistad con Caracol y cantaba la de Carcelero pero he sido muy mal cantaor aunque en alguna fiesta me he animado. Torear yo, con unos guitarristas amigos míos es precioso.
¿Era tan artista Caracol como parecía?
Era un fenómeno, estuvimos juntos en varias fiestas. También tuve amistad con Lola Flores, Rocío Dúrcal que tenía mucha relación con Morata de Tajuña, con Rocío Jurado en la época de Carrasco al que puse en dos festivales… Con Farina tuve mucha amistad. Hice una urbanización en Morata de Tajuña, pueblo del que soy hijo adoptivo y en el que tengo una peña, y le vendí un chalet. He tenido una vida muy agitada, no me he aburrido ni ahora tampoco.
Deja el maestro una gran reflexión.
Lo físico se acaba pero la ilusión no te la pueden quitar nunca. Lo físico muere cuando acaba la vida pero la lucha jamás te la pueden quitar hasta que te mueres. Luchas cada día por superarte, ahora en la ganadería, en la vida. Siempre hay que pelear cargado de ilusión.
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