martes, 28 de julio de 2020

La pregunta de Urdiales / por Rafael Comino Delgado


 “Ministra, ¿por qué ayuda a los demás trabajadores y a nosotros nos deja atrás?”. Es obvio que Dª Yolanda no le contestará, y obvio es que Urdiales lo sabe; lo que no se si sabe es por qué no les ayuda.

La pregunta de Urdiales

El maestro Diego Urdiales ha preguntado a la ministra de Trabajo, doña Yolanda Díaz, comunista ella y por tanto poco amiga de la libertad y de la justicia: “Ministra, ¿por qué ayuda a los demás trabajadores y a nosotros nos deja atrás?”. Es obvio que Dª Yolanda no le contestará, y obvio es que Urdiales lo sabe; lo que no se si sabe es por qué no les ayuda. A ello nos vamos a referir, pues creemos saberlo, sino con toda exactitud sí de forma muy aproximada.

Como decía, la ministra es comunista radical, tanto como pudieron ser los criminales Lenin, Stalin, Fidel Castro, ahora Kim Jong-un, Maduro, y algunos más. Fíjense si será radical que está puesta ahí por Pablo Iglesias, uno de los seres que más odio almacena en su mente y en su corazón, y por ende el más radical de izquierdas que he conocido en España. Basta mirarle la cara cuando habla para observar cómo vomita odio, no solo por su boca sino también por sus ojos, por sus gestos, por todos los poros de su cuerpo. 

Generalmente, por perversa que sea una persona, siempre se puede encontrar, en ella, algo de bondad en algún aspecto, sin embargo, en este no he logrado encontrarle nada positivo. A lo mejor lo tiene, pero tan oculto que no lo deja salir. Y ese odio se lo ha inculcado e inculca a todas las personas que están a su alrededor. Es como un veneno que procura inyectarles para que solo puedan hacer el mal. Bueno, pensándolo bien, solo he encontrado en él una cosa positiva, y es que puede servir como ejemplo del paradigma del mal, de lo contrario del bien o de la bondad. Tan es así, que si tuviera que poner imagen a la maldad yo pondría una fotografía de Pablo Iglesias; creo que está empeñado en quitarle el puesto a Satanás.


Si el jefe es así, ya se pueden imaginar cómo serán sus seguidores, entre los que se encuentra la ministra de Trabajo. Por tanto, ahí tiene la respuesta el maestro Urdiales.

En un podemita, de los líderes, nunca se encontrará un signo de justicia, de verdad, de equidad, sino todo lo contario. Esa es su condición, como la condición del escorpión es picar e inyectar veneno a todo lo que esté a su alcance. Son sectarios ilimitadamente, se creen superiores a los demás, no admiten que sus ideas sean discutidas, son enemigos de la libertad de la persona, a la que anulan su voluntad; en este sentido, don Salvador Sostres dice, acertadamente: “La izquierda nos desactiva como personas y nos vuelve masa amorfa y acrítica”. Winston Churchill dijo, referente a Rusia, en tiempos de la URSS: “En Rusia un hombre es llamado reaccionario si protesta porque le roben su propiedad y su mujer e hijos sean asesinados”. Nosotros pensamos que “el socialcomunismo te roba tu mente, tu alma, tu libertad, luego tus bienes, y si disientes te mata”.

Por tanto, maestro Urdiales, ya sabe Ud. por qué la ministra comunista no ayuda a los profesionales del toreo, a los cuales odia. Es más, me atrevo a decir, porque así lo pienso -ojalá estuviese equivocado- que se alegra de que muchos taurinos no tengan para comer y estén viviendo de la caridad, y se alegraría más si esto ocurriese a todos los profesionales del toreo.

Le resultará extraño que los comunistas, que son animalistas, tengan tanto amor por los animales irracionales y tanto odio por los seres humanos que no piensan como ellos. La explicación es que los animales no protestan, asienten a todo, no discuten. Así se sienten superiores, mientras que una persona, que pueda pensar por sí misma y exponer sus razones sobre lo que fuere, no lo pueden soportar, lo cual indica inferioridad, a todas luces; por eso no admiten la posibilidad, siquiera, de someter sus ideas a discusión.

En resumidas cuentas, maestro Urdiales, para ser más claro aún, la Sra. ministra no da a los componentes del sector taurino lo que por ley les corresponde, por tres razones fundamentales:

a) Porque no le da la gana;

b) Porque les odia, les desprecia; para ella son gentes que ni siquiera merecen el aire que respiran;

c) Y, sobre todo, porque forma parte de la cuadrilla de don Pedro Sánchez y don Pablo Iglesias, lo cual quiere decir que tiene que hacer lo que ellos le manden.

Maestro, si Ud. ordena a uno de sus banderilleros que saque al toro del caballo, él lo saca, si le ordena que lo lleve al burladero del 5, él lo lleva, etc. Pues igual pasa con las acciones del bien alimentado y corpulento ministro de Cultura, y la más estilizada, pero no más decente, ministra de Trabajo. 

Aparentemente estos dos ministros son los que están quitando el pan a los hijos de algunos profesionales del toreo, pero ellos son meros mandados, quien de verdad se lo quita es don Pedro y don Pablo, aunque don Pedro es más responsable, pues don Pablo está donde está porque lo ha puesto el doctor Fraude, e igual que lo ha puesto lo puede quitar. 

Así pues, cuando un profesional del toreo se levante por la mañana pensando que tiene que ir a Cáritas, para pedir el desayuno de sus hijos, que están llorando porque tienen hambre y su frigorífico está vacío, debe acordarse, en primer lugar, del falso doctor.

Por tanto, lo que hay que hacer es unirse todos los componentes de ese sector y demostrar a la ministra, y a todo el Gobierno, que somos ciudadanos como los demás, que exigimos justicia y estamos dispuestos a todo para lograrla.

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