viernes, 31 de julio de 2020

Podemos, la pocilga. / por Eduardo García Serrano



Se sabe blindado por el Gobierno y amparado por la banda parlamentaria de la Carrera de San Jerónimo, en la que la mayoría es rehén de su pasado de cloaca y de su presente de albañal. El Hemiciclo apesta porque, como las hienas del Serengueti, todos se rebozan en los excrementos de los demás para cazar votos y arrimar el hocico al festín de la carroña.
  • Tranquilo, Pablo, tranquilo, no responderás ni pagarás por tus culpas. El Poder Judicial español es tan independiente, tan independiente, que no depende ni de sí mismo para hacer justicia.
Podemos, la pocilga

EDUARDO GARCÍA SERRANO
El Correo de España - 31 JULIO 2020
Podemos es la pocilga en la que hozan todas las corrupciones, de la bragueta a la cartera, que convierten al demócrata (especialmente al español) en una hiena del Serengueti siempre dispuesta al festín de la carroña.

El memorándum de causas abiertas, semiabiertas o por descorchar que Podemos, su ridículo macho alfa y alguna de sus milicianas, antaño sujetas al derecho de pernada y hogaño gozándose en las prebendas derivadas de tan progresista derecho, le robaría el sueño a cualquier capo calabrés, pero no a Pablo Iglesias. Se sabe blindado por el Gobierno y amparado por la banda parlamentaria de la Carrera de San Jerónimo, en la que la mayoría es rehén de su pasado de cloaca y de su presente de albañal. El Hemiciclo apesta porque, como las hienas del Serengueti, todos se rebozan en los excrementos de los demás para cazar votos y arrimar el hocico al festín de la carroña.

Podemos y su ridículo macho alfa se ataviaron con el hábito de Savonarola y con la toga cándida para desgañitarse gritando “¡al ladrón, al ladrón!”, mientras los narcoterroristas del Orinoco y los verdugos de homosexuales y de mujeres sin velo de Irán les llenaban de oro la faltriquera, para que ellos colmaran de odio al pueblo español y saciaran sus urnas con los votos del rencor. Savonarola acabó en ceniza y pavesas en la hoguera de Radrigo Borgia, a la sazón Papa de Roma, Pablo Iglesias ha acabado viviendo en un palacio digno de los Borgia y con más oro en la bolsa y más mujeres en la alcoba que un cardenal renacentista.

Tranquilo, Pablo, tranquilo. En Irán, tu paraíso financiero, tu cajero automático, a los ladrones les cortan las manos en público, a ti te las llenan de dinero para que emponzoñes a los españoles con la pandemia comunista. Tranquilo, Pablo, tranquilo, no responderás ni pagarás por tus culpas. El Poder Judicial español es tan independiente, tan independiente, que no depende ni de sí mismo para hacer justicia. Es incoloro, inodoro e insípido. Sobre todo inodoro, no huele la carroña porque antaño las hienas socialistas del Serengueti lo convirtieron en un cadáver insepulto cuando Pablo Iglesias era un cachorro comunista que mamaba FRAP y cheka.     

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