miércoles, 12 de agosto de 2020

Curro Díaz: El gran ausente / por Pla Ventura:


 ..que se monten dos corridas de toros y que el gran triunfador de tantísimos años en Linares, Curro Díaz, se quede fuera de los carteles, un dato más que viene a corroborar la podredumbre de un espectáculo que podría ser bellísimo si se impartiera justicia pero, del modo con el que se lleva a cabo, es algo muy repugnante.

 El gran ausente

Pla Ventura
Toros de Lidia /12 agosto, 2020
Las dos corridas anunciadas para la “feria” de Linares nos han dado el ejemplo de todo lo que venimos pregonando hace ya muchos años. Hablan de dos corridas cuando yo sostengo que se trata de una corrida de toros auténtica y una novillada engordada para la ocasión. Qué hable el que sepa.

Para el primer festejo se anuncian toros de Santa Coloma para Juan Ortega, un artista consumado, Álvaro Lorenzo, uno más del montón y Daniel Crespo al que no conozco para nada. Dicha corrida saldrá como quiera que salga pero, lo que sí todos sabemos es que los toros de Santa Coloma darán, ante todo, emoción al festejo que, en definitiva es de lo que carecen la mayoría de los espectáculos donde entran las figuras. Y si alguien tiene alguna duda que le pregunte a Juan José Padilla en la última corrida que lidió de dicho encaste en Zaragoza, que él contestará sobre la casta de dichos toros. Claro que, respecto al cartel, una vez expuesto tiene uno muchas dudas al respecto. Es decir, ¿cómo se habrá confeccionado?

El ejemplo lo tenemos clarísimo al día siguiente en Linares en que, frente a los animalitos de Juan Pedro, que ya sabemos el juego que darán, se anuncian Morante, -un artista- Manzanares –un estético- y Roca Rey, -un todo terreno- tres “legendarios” espadas de los de antes en que, limpiamente se jugarán la vida. Vamos que, si Manolete levantara la cabeza se cortaría las venas con el mismo estoque de matar.

El axioma popular de cuando hay toros no hay toreros y viceversa, se cumple perfectamente en Linares en que, de forma aparente, en el segundo cartel de la feria habrán toreros pero, no habrá toros, algo que afirmo desde aquí sin el menor rubor y por supuesto, sin temor a equivocarme. 

Los “Juanpedritos” saldrán blanditos, morirán en la primera vara, sus pitones serán de una sospecha alarmante y si suena la flauta y no se caen mucho, sus lidiadores se pondrán bonitos que, en realidad, eso sí lo saben hacer; vamos, como si fuera un festival pero, en esta ocasión, como en tantas, vestidos de luces.

Sin pretenderlo, el empresario Juan Reverte me lo ha puesto en bandeja de plata para que podamos hacer la comparación correspondiente entre un toro de verdad y unas almas cándidas de Juan Pedro que, repito, no herirán a nadie, no emocionarán y, para colmo, si les quedan unas poquitas fuerzas en la muleta, hasta es posible que se marchen al desolladero sin las orejas.

Por el contrario, los toros de Santa Coloma pedirán el carnet de matador de toros, emocionarán, no se caerán y muy hábiles tienen que estar los toreros para salvarse de la cornada que, en realidad, es lo que debe ser una corrida de toros; ante todo que emocione, que nadie se aburra, que nadie bostece que, como tantas veces hemos sufrido es el peor de los males.

En dicho festejo albergo muchas esperanzas de que Juan Ortega, todo un artista de Sevilla, de que un toro le permita dar veinte muletazos y de tal manera los aficionados linarenses sabrán lo que es el toreo puro y auténtico frente a un toro de verdad. En esas estamos. Bien es cierto que, en Linares, ahora mismo, no se habla de otra cosa que de la ausencia de Curro Díaz en su plaza talismán, amén de ser la de su pueblo.

Claro que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, como dije, en Linares se ha cometido la atrocidad más grande del mundo en la que desconozco quién es el culpable pero que, por Dios, que se monten dos corridas de toros y que el gran triunfador de tantísimos años en Linares, Curro Díaz, se quede fuera de los carteles, un dato más que viene a corroborar la podredumbre de un espectáculo que podría ser bellísimo si se impartiera justicia pero, del modo con el que se lleva a cabo, es algo muy repugnante. ¿Qué pensará Curro Díaz al respecto? Buena pregunta, ¿verdad? Esperemos que el diestro de Linares nos la pueda contestar algún día.

Recordemos que ya es la segunda puñalada que le asestan al diestro de Linares, la primera tuvo lugar hace unos días en Osuna en la que, habiendo sido el triunfador del año anterior, el bobo de Ponce, incluyó en el cartel a un idiota consumado, Javier Conde, dejando en la calle a Curro Díaz y, la segunda ha sido ahora, mediante la confección de los carteles de su pueblo que, no por chauvinismo barato, pero sí por ser el gran triunfador de las últimas temporadas, el único que no debería de haberse queda fuera de los carteles era Curro Díaz. Si alguien lo entiende le ruego que me lo explique.

Claro que, el cartel lógico y grande para la feria debería de haber sido Curro Díaz, Manzanares y Roca Rey con los toros de día anterior, nunca Morante que el pasado año se dejó un toro vivo para fracasar con estrépito pero, como dije millones de veces, a las figuras se les protege de todo mal, incluso de sus fracasos, dejando, en este caso, al torero que más interesa en Linares, Curro Díaz, sentado en su casa.

En la imagen, Curro Díaz, el único artista que jamás debería de haberse quedado fuera de los carteles de Linares, pero así es el toreo, puro fraude donde se premia a los que fracasan y donde se castiga a los triunfadores, Curro Díaz es el ejemplo de lo que digo. ¿Me lo puede rebatir alguien?

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