Les llaman sobresalientes y ellos, cuando pueden y les dejan, a pesar de los nervios, las prisas y la necesidad de hacerlo con brevedad y en muy pocas ocasiones, obtienen el aprobado, el notable y, muchas veces, el sobresaliente.
Quizá sea hora de romper una lanza por todos ellos, quienes con absoluta discreción padecen esa triste, e injusta, marginación. El hecho de querer enfundarse el vestido de torear, y ganar también algún dinero, no determina el que no puedan verse anunciados con letras grandes en cualquier cartel.
Pues no, les ignoran como matadores de alternativa que son. Ingrata función, aunque imprescindible, la que desempeñan, que bien pudiera alternarse con verse anunciados, según sus méritos, en diversos carteles. El ejercer de sobresaliente en un festejo se convertiría en una función a realizar, pero no en una condena para sus legítimos derechos de mostrarse como toreros.
En algunos casos podría justificarse esa exclusividad por no tener categoría y oficio suficiente, pero entonces cómo exponerles a tener que despachar tres, cuatro o hasta los seis toros de una corrida sin disponer de una experiencia contrastada. El simultanear esa tarea con lidiar y matar corridas de toros, les capacitaría mucho más para el desempeño para el cual se les contrata como sobresalientes.
Pero es que también hay casos en los que, cuando se les da la oportunidad de hacer un quite, la verdad que muy pocas veces, nos encontramos con que su manejo del capote puede resultar brillante y en algún caso hasta exquisito.
Debe promoverse a estos espadas, injustamente arrinconados y relegados a la sola función de suplentes, cuando demostrado queda que, en algunos casos, serán suplentes sí, pero son toreros de lujo.
Enrique Martínez ‘Chapurra’ ha tenido ocasión de dejarnos recientemente ese regusto de quien de verdad sabe mover el capote. Días atrás Jeremy Banti también lo movió con soltura.
Estos son los más cercanos actuantes en el tiempo. Ahora con el ciclo llamado de la ‘reconstrucción’ nos van a permitir observar a unos cuantos en las corridas ‘mano a mano’ anunciadas. Ojalá les den la oportunidad de mostrarse.
No obstante, algún empresario debería darles eso por lo que tanto llevan esperando, como es la ocasión de hacer el paseíllo en una corrida de toros, pero ocupando la primera fila. Muchos de ellos se lo merecen de sobra.
Vaya para todos ellos, por los ya citados y también por Álvaro de la Calle, David Saleri, Fernández Pineda, Miguel Ángel Sánchez, y tantos otros, que curan sus ilusiones y vocación torera haciendo este tipo de paseíllos mientras llega la hora de que alguien se acuerde que también son toreros y matadores de toros.
A mí me gustaría poderles ver, y así poder apreciar todas sus cualidades, lidiando una corrida como matadores. Con más de uno nos llevaríamos una sorpresa. Justicia para esta gente sobresaliente, no les dejen siempre en suspenso.
Gracias, enhorabuena. Qué bueno que ha subrayado la situación insegura pero digna de estos modestos toreros, por sus ilusiones y esfuerzos por hacerlas realidad. // Atte., Torotino
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