Aizpurua demuestra que no sabe una sola palabra ni de tauromaquia, ni de arte ni de cultura, materias en las que es analfabeta, ignorante total.
Ignorancia e iniquidad
Catedrático dela Universidad de Cádiz
Hablar y opinar sobre algo de lo que no se sabe nada es peligroso, pues generalmente conduce a decir estupideces, a hacer el ridículo, y si además se ha opinado en público, el ridículo es mayor aún, irreparable, pues al respecto decía el que fuera 34º presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower: “De una derrota se puede uno recuperar, pero de un ridículo jamás”.
Eso es lo que ha ocurrido con su señoría Merche Aizpurua, portavoz de EH Bildu en el Congreso, donde ha dicho que la tauromaquia “no es arte ni es cultura” y que la cultura “nada tiene que ver con el sacrificio animal para el deleite de unas personas”.
Aizpurua demuestra que no sabe una sola palabra ni de tauromaquia, ni de arte ni de cultura, materias en las que es analfabeta, ignorante total.
Con tal afirmación demuestra que no sabe una sola palabra ni de tauromaquia, ni de arte ni de cultura, materias en las que es analfabeta, ignorante total. Ya advirtió el gran filósofo Aristóteles que “el ignorante afirma y el sabio duda y reflexiona”. Al respecto también opinó el gran Napoleón Bonaparte, sentenciando que “los sabios buscan la sabiduría; los necios creen haberla encontrado”. Pues bien, Dª Merche cree haberla encontrado, pero por ciencia infusa, pues ¿cómo va a saber lo que es la tauromaquia si no ha visto una corrida de toros?; para saber algo de tauromaquia, para entender algo de lo que significa y conlleva, es necesario haber visto muchas y haberse ocupado seriamente del tema. Muchos aficionados saben algo de tauromaquia, pero no entienden bien lo que es el toreo, su porqué, pues fíjense alguien que ni es aficionada ni ha visto toros lo que sabrá y entenderá.
Tampoco conoce la definición de cultura, de lo contrario sabría que las tradiciones y costumbres de los pueblos son su cultura, y la tauromaquia es tradición y costumbre en España y en muchos países, desde hace siglos.
Si no conoce nada de tauromaquia ni de cultura, ¿cómo va a saber lo que es el arte? Con esa rudeza mental, ¿cómo va a entender que es la expresión de un sentimiento mediante la cual se genera belleza, estética? ¿Cómo va a entender que los aficionados no se deleitan con el sacrificio de un animal, sino con la obra de arte del torero, con su valentía y grandeza de espíritu, y también con la valentía y bravura del toro?
Por su forma de expresarse, en el toreo solo ve el sacrificio de un animal. Al menos, debería comprender que, en todo caso, es el sacrificio de un animal muy poderoso y bravo por un hombre cara a cara con él, mediante una espada, y que ese hombre también puede morir. La corrida tiene unas normas que el torero, el que sacrifica, corre un gran peligro, incluso, como decíamos, puede morir.
Eso es muy diferente al sacrificio de un ser humano, por otro ser humano, mediante un tiro a traición. Otras veces el sacrificio de las personas ha sido por control remoto de una bomba, realizado por otros seres humanos, los llamados terroristas.
Lo digo porque el sacrificio de uno o muchos seres humanos por otros seres humanos, lo que se llama terrorismo, es lo que han estado haciendo muchas décadas sus correligionarios de ETA, a los que ella homenajea frecuentemente como si fuesen héroes y que, por cierto, aún no han pedido perdón por tantos crímenes, ni tampoco han mostrado arrepentimiento. Tampoco lo ha pedido ella, ni todos los de Bildu, herederos de ETA, lo cual, al fin y al cabo, es apoyar lo que hicieron.
Extraña mucho que su sensibilidad solo le permita ver el sacrificio de un animal en la tauromaquia, y al mismo tiempo le impida ver un terrible crimen en lo que hicieron aquellos a los que considera héroes. Solo se puede explicar admitiendo que se tiene una mente saturada de ignorancia e iniquidad.
Por tanto, Dª Merche puede decir en el parlamento que la tauromaquia no es ni arte ni cultura, puede gritarlo allí donde le plazca, pero debe saber que “la verdad no está de parte de quien más grita”, según decía Sir Rabindranath Tagore, y también debe saber que miente, y que es una ignorante en esos temas. Por muy diputada que sea, por muy señoría que sea, es un ser mezquino, despreciable, por lo menos hasta que tenga la valentía de pedir perdón por todas las víctimas de ETA, y decir públicamente, a ser posible en el mismo lugar donde ha dicho que la tauromaquia no es arte ni cultura, que se arrepiente, por la parte que le corresponde, de todos los crímenes de ETA.
Después que se informe bien de lo que es la tauromaquia, el arte y la cultura, y luego opine, si no quiere seguir haciendo el ridículo y proclamando a los cuatro vientos su vileza.
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