En su actuación ante un complicado astado de la ganadería de San Antonio, Fabio Castañeda se mostró sereno, llevando la embestida del burel sin acelerarse, dando distancia, midiendo los tiempos, los terrenos y presentando una muleta limpia, con profundidad y mucho temple en cada muletazo, demostrando a la afición que pudo asistir al templo taurino de Pueblo Nuevo, cuanto ha hecho y cuan cuajado está.
En su segunda salida, ante un hermoso jabonero del hierro tachirense de Rancho Grande, el diestro andino agradó con la capa y la muleta, dando lances y pases de gran factura, con mucho arte, sin descomponerse en la figura, reforzando su compromiso con ese toreo de verdad, de entrega, el cual está argumentado en la pureza, en la hondura de cada pase, colocando su corazón y torería en la dignidad, en el respeto hacia el rey de la fiesta, el toro bravo de lidia y sin pensar en triunfalismo, el cual sin duda es efímero, mientras que el arte prevalece.
Fabio Castañeda en esta tarde de pocas cosas por recoger, estuvo cumplidor, garboso y cargado de arte en el tercio de banderillas, suerte que domina con claridad y que ha venido también mejorado para el agrado y el gusto de quienes vamos a una corrida de toros a disfrutar de una buena tarde; por supuesto que faltan muchas cosas por corregir y perfeccionar, pero dejó constancia en el ruedo de Pueblo Nuevo que ha evolucionado, que está metido en torero y que está para grandes cosas. Carlos Alexis Rivera CNP 10746. Fotos: @cobaria_18
No hay comentarios:
Publicar un comentario