Diego Urdiales
Sin duda un momento extraordinariamente emotivo en la tarde fue el minuto de silencio para honrar la memoria del maestro Luis Alfonso Garcés, que dijo adiós a esta vida la pasada madrugada, a los 85 años. ¡Ése sí que fue un torero de clase e inspiración!
En pocas palabras
DETALLES SUELTOS Y SUPERFICIALES
Juan Miguel Núñez Batlles
El viernes, 7 de octubre, en Las Ventas
Una corrida que deja poco poso, de muy escaso lucimiento, ora por la escasa bravura en los toros, ora también por la poca ambición de la terna.
Detalles sueltos y superficiales. Los astados de "El Pilar", apagados y a menos, a mucho menos.
El veterano Diego Urdiales, a estas alturas de la pelicula, sin técnica ni imaginación, incapaz de suplir las carencias de su lote.
Juan Ortega apuntó "cositas", pero sin disparar. El capote sigue siendo su fuerte; y asimismo la inquietud de templar y pasarse a los toros cerca en la muleta. No obstante, le faltó determinación para profundizar. No se puede llegar al triunfo sólo con un pase por aquí y otro por allá, por muy buenos que sean.
Pablo Aguado, otro que tal baila, citando por el pitón de afuera y a media altura. Se le ha esperado mucho y no termina de dar el paso.
El cuento "del arte", perfectamente aplicable en el caso de estos toreros, necesita de un esfuerzo extra. Y ninguno de los tres llegó a despeinarse.
Sin duda un momento extraordinariamente emotivo en la tarde fue el minuto de silencio para honrar la memoria del maestro Luis Alfonso Garcés, que dijo adiós a esta vida la pasada madrugada, a los 85 años. ¡Ése sí que fue un torero de clase e inspiración!
Su carrera fue corta, pero enloqueció a Las Ventas en cuantas actuaciones cumplió en esta plaza. Ya podían las escuelas y aulas taurinas sembrar afición con imágenes de quien fue estandarte de suma y excelsa torería.
Juan Ortega
Pablo Aguado
Bien merecido
ResponderEliminarBien merecido
ResponderEliminarSuscribo íntegra la crónica.
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