martes, 17 de enero de 2023

Sonríen y babean / por Eduardo García Serrano


"...Arrastrado por la nostalgia de mi antigua Patria nunca podré olvidar lo que jamás podré explicar: la derrota sin el sudor ni la sangre del combate que la precede y sin las lágrimas del duelo que la amortaja. Nada. Nos han dado la puntilla sin haber recibido una sola estocada con coraje y con honor. Mansos, arrodillados, apestando a rebaño, ahora nos llevan a una macromanifestación en defensa de la Democracia y de la ConstituciónQue vaya su puta madre..."

Sonríen y babean

Eduardo García Serrano
ÑTV/España. 14/01/2023
Los separatistas sonríen y babean. Sonríen como las hienas que esperan los despojos que abandona el león y babean como yonkis ante una jeringuilla colmada. Han vencido a un enemigo domesticado por medio siglo de derrotas, que les ha regalado los laureles de la victoria sin haber luchado, sin haber combatido. Un enemigo que se ha coronado de vileza y diálogo, un enemigo que se ha almenado de democracia y constitucionalismo para no arrojar sobre los separatistas ni la fuerza de la razón ni la fuerza de las armas. Ni siquiera la fuerza del Código Penal cuando sus delitos clamaban la justicia del castigo. Nada. Solo mansedumbre, diálogo estéril, cháchara hueca y claudicación.

Un enemigo derrotado por el separatismo por haber subestimado el poder del odio sobrevalorando el poder del diálogo y la dádiva. Un enemigo que puso a España en almoneda porque no cree en la Patria, sino en el Mercado. Un enemigo que no cree en la Soberanía Nacional, sino en la voluntad popular tamizada por la aritmética parlamentaria. Un enemigo que no cree en la libertad que se alza y se subleva en defensa de la Nación, sino en la voz de las urnas estabuladas. Un enemigo que no cree en el Pueblo Español, sino en los consumidores. Un enemigo que huye ante los separatistas, que excarcela a los separatistas pidiéndoles perdón, que anula sus sentencias, que los indulta y que los absuelve. Un enemigo que, oferente como las putas de Babilonia, elimina y degrada en sus códigos punitivos los delitos que los separatistas han perpetrado con la chulería del matón de taberna que sabe que no hay un solo gallo en la barra capaz de enmudecerlo con una mirada ni de arrodillarlo de una hostia.

Arrastrado por la nostalgia de mi antigua Patria nunca podré olvidar lo que jamás podré explicar: la derrota sin el sudor ni la sangre del combate que la precede y sin las lágrimas del duelo que la amortaja. Nada. Nos han dado la puntilla sin haber recibido una sola estocada con coraje y con honor. Mansos, arrodillados, apestando a rebaño, ahora nos llevan a una macromanifestación en defensa de la Democracia y de la Constitución. Que vaya su puta madre. Yo rezaré en los altares de Ares y de Marte para que me concedan el regalo de la venganza. Sí, de la venganza, que es la hija huérfana de la Justicia.
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