La ley animal / por Pla Ventura

"...Cualquiera tiene derecho a pensar que, hasta la llegada al poder de la malvada Ione Belarra, los animales eran asesinados en las cunetas como lo hicieron los republicanos en plena guerra civil. De toda la vida de Dios los animales han convivido con las personas y nadie ha tenido que dictar norma alguna puesto que, desde hace dos mil años, los animales han sido cuidados por las personas, siempre, a sabiendas de que estaban en una posición por debajo del ser humano, como algo lógico y cabal..."

La ley animal

Pla Ventura

Toros de Lidia/11 febrero, 2023

Cuando nuestros políticos pierden el tiempo de forma miserable haciéndonos creer que estamos en el paraíso por aquello de la llamada ley de protección animal, un invento de una descerebrada de Podemos llamada Ione Belarra –con el nombre y apellido ya canta por si misma- , mientras todo eso sucede tenemos que quedarnos impávidos ante tales aberraciones de dichas gentuzas que quieren justificar el sueldo astronómico que cobran, todo ello amparándose en los animales, pero importándoles una puta mierda los seres humanos.

Cualquiera tiene derecho a pensar que, hasta la llegada al poder de la malvada Ione Belarra, los animales eran asesinados en las cunetas como lo hicieron los republicanos en plena guerra civil. De toda la vida de Dios los animales han convivido con las personas y nadie ha tenido que dictar norma alguna puesto que, desde hace dos mil años, los animales han sido cuidados por las personas, siempre, a sabiendas de que estaban en una posición por debajo del ser humano, como algo lógico y cabal.

Eso sí, tras la promulgación de dicha ley, todos tenemos claro que, para estos personajes siniestros de la política actual, un animal tiene mucho más derechos que un ser humano. Debemos de recordarles a dichos políticos asquerosos que, el animal, en su condición como tal, si de hambre hablamos, siempre ha sido más listo que el mismo ser humano porque, nunca en la vida un animal ha muerto de hambre porque, todos, sin distinción, eran capaces de buscarse la vida para saciar su hambre sin el permiso de Ione Belarra. Y, lo que es más evidente, los animales son cuidados por sus dueños pero ni pagan impuestos ni empujan a la sociedad para una España mejor. En definitiva, son animales, como los políticos que nos rigen que, además de cuidarlos tampoco producen nada para el bienestar colectivo de nuestra sociedad.

Llevo muchos años en este mundo y, por lógico, he visto a muchos animales cuidados siempre por sus dueños. Claro que, esos mismos animales tenían su espacio que no era otro que el campo, los corrales y demás espacios naturales para dichos seres vivos a los que nadie cuestionó y mucho menos maltrató. Lo que es aberrante, deprimente, asqueroso e infame, es ir por las calles de cualquier ciudad o pueblo y ver sus calles llenas de excrementos de esos que dicen cuidar a los animales pero les importa un bledo que sus mascotas se caguen en la calle. Eso antes no sucedía porque no se había implantado la “cultura” perruna de que todo el mundo tiene que tener un perro en su casa, pero siempre para joder a los demás.

Y digo que a estas gentuzas no les importa nada el ser humano puesto que, si las acciones de la tal Belarra son deprimentes, no miremos lo que hace Irene Montero que, entonces si nos entran ganas de suicidarnos porque no hallamos otra salida para vivir. Esta imbécil dice defender a las mujeres, crea una ley al efecto y esa misma ley es la que permite que todos los violadores de este país salgan beneficiados en la rebaja de sus penas, muchísimos de ellos, “gracias” a dicha ley ya están en la calle violando de nuevo. Y a tal canallada le llaman la defensa de la mujer. Vamos, que no entiendo nada. ¿Será que me hice viejo y no entiendo las nuevas normas de los jóvenes? Ahí puede estar el quid de la cuestión.

Son incontables las guarradas que se hacen desde el gobierno puesto que, quiénes nos dirigen, además de gandules son analfabetos pero, como en su momento lograron los votos de todos los idiotas de este país, ahora no podemos quejarnos. Esas gentuzas, en sus poltronas, para sus adentros pensarán lo que yo digo pero, amigo, tienen el poder y hacen del mismo la más infame dictadura. Eso sí, todas las leyes que promulgan, todas son para beneficiar a los delincuentes de la rama que fuere. Ahí está el caso de Cataluña que, gracias a la dádiva generosa del gobierno, ya pueden sublevarse de nuevo cuando quieran que eso ya no sé contempla como delito. Cierto es que, delito, para estos políticos de nueva ola, serán siempre los que cometa la derecha puesto que, la izquierda y los delincuentes, todos tienen patente de corso para hacer lo que quieran sin que nadie les diga nada.

El caos está servido al más alto nivel. Por cierto, ¿han dictado alguna ley estos indeseables que favorezca al ser humano? Yo no conozco ninguna. Pero sí saben crear impuestos para las grandes empresas –vamos, como si no los pagaran a diario en función de su cuenta de resultados- porque, como cosa lógica y natural, a todo aquel que se le ocurra crear miles de puestos de trabajo para dignificar al ser humano, hay que asesinarle sin remisión. Estas gentuzas como no tienen cerebro, no se han parado nunca a pensar que, sin esos miles de empresarios que crean puestos de trabajo y pagan impuestos por doquier, sin ellos, ¿de dónde iban a cobrar esos sueldos astronómicos estos indeseables? Eso no lo piensan porque, sus cerebros vacíos están pendientes de la ley trans, de sacar a los asesinos de las cárceles, de fomentar la delincuencia en todos los órdenes y demás bagatelas sin sentido.

Para colmo de todos los males, la izquierda, en todas sus derivantes, como objetivo no tiene otro que odiar a los empresarios de este país porque crean bienestar y trabajo, las únicas armas que pueden darle vida a un país. Pero como quiera que estos indeseables lo único que quieren es la destrucción de todo aquello que aporte vida. Todavía me pregunto en el gran milagro de España puesto que, pese a todos estos desaprensivos, ignorantes, incultos, ateos, defensores de la maldad en todas sus ramas, pese a todo, este país sigue funcionando. Ya me dirán ustedes si esto no es un auténtico milagro.

Recordemos que, mientras tengamos en el poder la llamada izquierda progresista, España está siempre de duelo. De nuestra mano estará que, en lo sucesivo, en este país volvamos a sonreír.