Yo me voy a Azpeitia / por Antolín Castro

Un marco idílico para que sucedan cosas buenas

"..Allí, en la ciudad guipuzcoana, volveré a retomar mi afición por los toros, por el toreo. A recuperar mi pasión al contemplar el arte de torear, sin necesidad de que unos negociantes programen unas corridas de toros con la única intención de que les salga bien el negocio. Sí, el negocio. Despojando a la programación de dos elementos claves para mí: La justicia y el romanticismo. Esos valores que deben adornar una actividad artística y que en Azpeitia suelen darse cita..."

Yo me voy a Azpeitia

Antolín Castro 

Opinión y Toros/18 Julio 2023

Apetece mucho reencontrarse con la seriedad y el rigor en el mundo de los toros. Por eso iré a Azpeitia.

Allí, en la ciudad guipuzcoana, volveré a retomar mi afición por los toros, por el toreo. A recuperar mi pasión al contemplar el arte de torear, sin necesidad de que unos negociantes programen unas corridas de toros con la única intención de que les salga bien el negocio. Sí, el negocio. Despojando a la programación de dos elementos claves para mí: La justicia y el romanticismo. Esos valores que deben adornar una actividad artística y que en Azpeitia suelen darse cita.

Solo con eso ya merece la pena ir, apoyando esa forma de hacer las cosas. Pero es que hay más, la programación es de las que incluyen esas ganaderías que quieres ver y esos toreros que se lo merecen y te hacen disfrutar. Y si eso fuera poco, que no lo es, te encontrarás con el encanto de una plaza centenaria, ubicada en un entorno tan diferente que hace más agradable tu estancia en ella.

Alguien podrá pensar que ya he vendido bastante mi viaje a presenciar esa feria, pues no, todavía me quedan cosas en el tintero como para seguir escribiendo sobre lo que me he de encontrar.

Es de resaltar la seguridad de saber que los aficionados que conforman la Comisión Taurina que dan vida a la feria, encabezados por Joxín Iriarte, lo hacen por amor al arte, desprovistos de otros intereses espurios. Sabido es que los beneficios -siempre los hay cuando la organización y los objetivos son limpios- irán destinados a distintas organizaciones benéficas, como son esas monjitas de la caridad que suelen presenciar los festejos desde las ventanas del convento que se asoma al ruedo de la plaza.

Qué decir del momento solemne de cada tarde, cuando la banda de música interpreta el Zortziko, marcha fúnebre en homenaje al banderillero Ventura de Laca, fallecido tras ser corneado en Azpeitia en 1846. Un momento tan emocionante que no es posible vivir en ningún otro ruedo del mundo.

He de recordar cómo a partir del tercer toro, tras de la interpretación citada, cabe la posibilidad de que se abran las puertas a los chicos jóvenes para que ocupen las localidades vacías si las hubiera. Una forma como ninguna otra de hacer afición en la localidad. Nada se hace al azar y todo, curiosamente, merece la pena del cómo y el porqué lo hacen.

Ah, que no se me olvide resaltar los carteles de esta feria de 2023, donde sí entran toreros a los que cuesta que los mercaderes y negociantes taurinos les dejen entrar en las ferias que organizan, sin que falten, naturalmente, otros que gozan del aprecio de los grandes empresarios. Para mí una mezcla insuperable. Los carteles completos son los siguientes:

Domingo 30 de Julio: Toros de Ana Romero para Diego Urdiales, Daniel Luque y Diego Carretero.

Lunes 31 de Julio: Toros de Murteira Grave para David de Miranda, Jesús Enrique Colombo y Ángel Téllez.

Martes 1 de Agosto: Toros de La Palmosilla para Morante de la Puebla, Paco Ureña y Juan Ortega.

Por todo esto iré este año de nuevo a Azpeitia. Y tú ¿te animas?