sábado, 7 de octubre de 2023

MADRID 4ª OTOÑO. Loor al toreo / por Jorge Arturo Díaz Reyes


Castella y Ureña dan sendas vueltas al ruedo, que valen por dos Puertas Grandes, lidiando dos enormes mansos de Cortés, el segundo de banderillas negras. Ginés silenciado. Encierro duro...

Loor al toreo
Jorge Arturo Díaz Reyes
La auténtica emoción. La de la vida en vilo. La de atacar lo imposible. La de todo toro tiene su lidia. La de honrar el toreo actual. Dos lecciones de hombría, torería y arte verdadero. Avaladas por el altísimo grado de dificultad y riesgo.

La tarde iba como a quedar sin historia. El toro de más amigables hechuras y comportamiento bondadoso fue desdeñado por Sebastián Castella, quien no lo tomó en serio, se lo pasó a distancias imperdonables y lo mató tras aviso con un bajonazo y descabello. Esto sumado al desclasamiento del tercero y cuarto habían sumido a las rebosantes Ventas en el desengaño.

Para colmo, salió el cuarto “Devoto”, negro, 626 kilos, y dio un recital de mansedumbre desvergonzada, rehuyendo capotes y petos. Le pidieron las banderillas negras con razón. Pero Don Eutimio Carrecedo no estaba por la labor. Viotti se tuvo que jugar la piel para banderillearlo y saludó. Y el francés, el impasible francés, sin aspaviento, se plantó en los medios le obligó a seis derechas, un cambio de mano y uno de pecho que reventaron la plaza de admiración y de sorpresa. De allí en adelante la muleta se hizo cada vez más dueña de las acometidas con siete tandas regidas por la quietud, el temple y la estética fundamentada, no la coreografía. En una de las cuales hubo pavorosa cogida. Pero todo para el torero, todo para el toreo. Una de las faenas más extensa y profundas, más dicentes en mucho tiempo, enalteciendo la tauromaquia de hoy. Verdad, valor, poder, entendimiento... Cátedra de Sebastián de Beziers. Tres pinchazos, una estocada desprendida y un aviso impidieron que la tan abaratada Puerta Grande de la primera plaza del mundo viera reivindicado su prestigio. El clamor de los que habían chillado por devolver al toro (¡por manso!) y la histórica vuelta al ruedo. Eran para la increíble faena, sí, pero también para todo el toreo.

Y el quinto, “Andaluz”, 587 kilos, burraco, peor de manso. Negado a todo, driblando los caballos como cualquier delantero brasilero, cuatro, cinco, seis veces. Huyendo de ellos y de los peones, en medio de la indignación de los contribuyentes. Y a este sí, las banderillas negras que tiraron de a una en una Vivas y Azuquita, porque no tenía arrimadero.

Pero Paco Ureña que tiene por profesión poner su vida en hilo cada tarde, se le fue encima y le metió en la muleta tragando, arreones y tarascadas sin retroceder. ¡Uy! de a cuatro, de a tres, de a cinco, las tandas tuvieron la conmoción del riesgo máximo. Una riña mortal en la que el murciano impuso su autoridad y remató con cuatro ayudados por bajo de cotización sin precio. Todo listo para el triunfo real, pues la estocada total fue recibiendo, y tan frontal que el pitón derecho le partió en dos el chaleco, además.

Pero no hizo efecto, y antes del segundo descabello sonaron dos avisos. Nada, ovación y vuelta al ruedo estruendosas. La plaza transida y nadando en adrenalina por los dos épicos episodios vividos parecía no creerlo. Qué tarde honrosa para la tauromaquia. Tenía que haber sido en Las Ventas y transmitida en directo para todo el mundo.

La corrida, 571 kilos promedio, cuatro de Victoriano del Río y dos de Cortés (4º y 5º), fue mansa, pero enrazada y poderosa, el tercero y el quinto tumbaron y todos pusieron las cuadrillas a límite. Ginés con lo peor del sorteo, abrevió en sus dos lidias y no participó de la inolvidable y heroica gesta.

FICHA DEL FESTEJO
Madrid, Plaza de Las Ventas, domingo 6 de octubre 2023. Nubes. Lleno. Seis toros, cuatro de Victoriano del Río y dos de Cortés (4º y 5º).

Sebastián Castella, silencio tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso.
Paco Ureña, silencio y vuelta al ruedo tras dos avisos.
Ginés Marín, silencio y silencio

Incidencias: Saludaron: Rafael Viotti tras parear al 4º. Ovacionado el picador Ignacio Rodríguez en el 6º.

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