sábado, 24 de agosto de 2024

ALMERÍA.- TALAVANTE, A HOMBROS, ESPERANZA RENACIDA / por Juan Miguel Núñez Batlles

'A Talavante le vinieron a susurrar, hoy, también aquí en Almería, las musas de la creatividad, el arte y la inspiración. El mejor Talavante. Absolutamente entregado, firme y con el sello de sentimiento que definió los triunfales principios de su carrera..'

Tercera de la Feria de la Virgen del Mar 
TALAVANTE, A HOMBROS, ESPERANZA RENACIDA

Juan Miguel Núñez Batlles 
Hay ferias y plazas que esta temporada van de capa caída. Y en la vispera, con una entrada muy pobre en el tendido,  surgió la preocupación en esta tierra de la luminosidad y el amor, donde antaño predominó el color más intenso y espléndido de los agostos del toreo. ¿Almería también? fue la inquietante pregunta.
Pero no. Ya pueden silenciarse las alarmas de la suspicacia y la desconfianza. Almería no está perdida, ni mucho menos. Y ha vuelto a renacer la esperanza, hoy, con el buen toreo de Talavante, la ilusión de siempre por Morante y su embrujo, y algo muy importante, con la aceptable entrada que ha registrado la plaza.

Sin duda ha sido el de la Puebla quien ha llevado el "ambiente" a  la taquilla. Su carisma de figura y el efecto de embeleso de su tauromaquia, siguen siendo una extraordinaria garantía.

Bendito Morante. La gente con él desde el principio y en todo momento. Le jalearon y aplaudieron hasta los enganchones; señal inequívoca de la devoción por su figura y tauromaquia.


En su primera faena predominó el toreo pausado, limpio y acompasado, con más intensidad sobre la diestra, pero igualmente de sandungueras formas al natural. Los silencios absolutos en las pausas de sus faenas, pruebas de ese fervor, resuelto con la concesión de una oreja a pesar del pinchazo previo a la estocada. Ya en el quinto hubo ciertas desigualdades, y además la espada se la jugó al final.


A Talavante le vinieron a susurrar, hoy, también aquí en Almería, las musas de la creatividad, el arte y la inspiración. El mejor Talavante. Absolutamente entregado, firme y con el sello de sentimiento que definió los triunfales principios de su carrera. Fue su primera faena un compendio de técnica y valor, delicada pasión, con terminante dominio en todas las suertes. Lo fundamental tuvo carácter muy especial por el temple, la ligazón y la misma duración de cada serie, de hasta seis y siete muletazos seguidos. Cortó una oreja, que debieron ser dos si no pincha antes de la estocada. Y cayeron las dos del último esta vez por la efectividad de la espada. La faena, tomando al toro más  en corto, tuvo de nuevo el encanto de la despaciosidad y el ajuste, la figura muy erguida, gustándose y gustando. Todo bueno y en grado superlativo. Bien Talavante, muy bien.


Por delante y en el intermedio de la función, faenas apañaditas del rejoneador Hermoso hijo. Mejor en el toro que abrió plaza, reuniéndose en el estribo y clavando certero y reunido. En el cuarto, más caballazos de la cuenta. Y en ambas, el pasaje más notable, el par de cortas a dos manos apoyándose en los terrenos de dentro, con el toro a favor de  querencia. No haría falta hablar de la suma complacencia del público almeriense, no se diga después de la tradicional y siempre abundante, suculenta y bien regada merienda. Por eso, en este segundo de su lote y por la muerte rápida del toro le dieron una oreja, y todavía le pidieron la segunda. Desenfreno que evitó el presidente.

Determiante labor del "árbitro" no sólo para aplicar el reglamento si no, muy importante, en la obligada interpretación de las variadas y cambiantes situaciones que hay en cada tarde de corrida. Aprobado alto para el usía almeriense.

FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros para rejones de Romao Tenorio, y en lidia ordinaria cuatro de Domingo Hernández y uno -el quinto- de Núñez del Cuvillo; unos y otros escasos de presencia, y en general de buen juego.

El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza: dos pinchazos y medio rejón (ovación); y rejón y descabello (oreja).
Morante de la Puebla: pinchazo hondo y estocada (oreja); y tres pinchazos y estocada (ovación).

Alejandro Talavante: pinchazo y estocada (oreja con petición de la segunda); y estocada (dos orejas).

La plaza registró tres cuartos de entrada en tarde apacible. 
Al finalizar el paseíllo y antes de romper filas las cuadrillas sonó el Himno Nacional.

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