"..Una corrida de toros en provincias es un espectáculo que por su volumen de gastos no puede soportar ningún empresario si no tiene la colaboración económica del Ayuntamiento. Del mismo modo que la mayor parte de los espectáculos de carácter artístico necesitan siempre una ayuda para salir adelante.."
Apuntes al natural
LAS EMPRESAS INCOMPETENTES
En España existen 643 plazas de toros, sin contar las portátiles, que se improvisan en algunas localidades menores. Al cabo del año se celebrarán por encima de los 18.000 espectáculos taurinos, de los cuales 5.000 son corridas de toros. Los once empresarios “importantes” se adueñaron, hace ya, de las plazas de primera categoría y algunas otras de fuerte arraigo y constituyen lo que se ha dado en llamar “el sistema”, es decir, el gran monopolio que es un cáncer que poco a poco irá minando la Fiesta hasta los cimientos. Esos empresarios hacen y deshacen a su antojo, vetan a toreros y ganaderías a tenor de unos intereses. Crean barreras, intercambios entre ellos y así en lo posible maximizan los beneficios. Poseen el gran poder del mercado taurino que se reparten entre los afectos al sistema.
Pero luego hay más de cincuenta empresas que atienden las celebraciones de las plazas que los poderosos no detectan y entre ellas hay que separar el trigo de la paja. Porque hay empresas serias y de honradez contrastada, con trayectoria que habla por sí misma en las que se puede confiar. Y luego hay otras, llamémoslas empresas incompetentes, que se crean a veces de improviso para tratar de hacerse con una feria y sin solvencia alguna, caen en manos de Ayuntamientos ¿ingenuos? Solo hay que mirar el Registro Mercantil para ver la antigüedad y el capital de muchas de ellas. Hay muchos ejemplos pero veamos dos bien recientes:
Una corrida de toros en provincias es un espectáculo que por su volumen de gastos no puede soportar ningún empresario si no tiene la colaboración económica del Ayuntamiento. Del mismo modo que la mayor parte de los espectáculos de carácter artístico necesitan siempre una ayuda para salir adelante. Hay una licitación previa con un pliego de condiciones y una adjudicación que estima la aceptación de la oferta más conveniente entre las presentadas. Si el empresario conoce bien todos los entresijos de su oficio, hará una oferta que pueda cumplir en todos sus términos.
Ahora bien, se da el caso frecuente de que empresas que desconocen los riesgos, apuestan por ofrecer lo mejor de lo mejor pidiendo una subvención corta para ser los beneficiados. Y ¿qué pasa? Que luego ni han hablado anticipadamente con los espadas propuestos que, algunos se niegan a acudir y aún con todo, los Ayuntamientos aceptan cambios y siguen adelante con la adjudicación. Hacer la vista gorda cuando es motivo más que suficiente para retirar a dicha empresa no es de recibo aunque haya hecho la propuesta más baja, las condiciones económicas más favorables. Sobre todo porque es totalmente injusto para las empresas serias que han quedado postergadas en la adjudicación.
El final es como cabe esperar. En las vísperas de la feria estos pseudo-empresarios no disponen de capacidad económica para afrontar el pago de las reses en el momento de embarcarlas. Esto es lo que pasó el 10 de septiembre en Alcañiz, además de que el diestro Manuel Escribano se negó a actuar en la corrida de toros anunciada por incumplimiento de la empresa que ni había firmado contrato alguno con él. Sin contratos, con falsificaciones y falta de recursos económicos, se dio finalmente al trate con la corrida que no se celebró. Alcañiz se quedó sin toros y el Ayuntamiento en mal lugar.
En Soria ha ocurrido algo similar: Se atendió en junio para la adjudicación de la Plaza de Toros a la oferta más económica. El empresario ganador tenía que organizar los espectáculos de Junio y los de la Feria de Octubre. Ya en Junio hubo problemas porque alguno de los toreros previstos se negó a actuar por no haber hablado previamente con él y se rehicieron los carteles. La empresa se las vio y deseó a la hora de embarcar los toros por falta de liquidez. Pasaron por alto los responsables del Ayuntamiento, estas deficiencias de la empresa adjudicada, que por incumplimiento de sus propuestas debió ser retirada de inmediato, pero no se hizo. Los festejos de junio se cumplieron finalmente.
Para organizar los de octubre la empresa se negó a seguir adelante. El vaticinio de quienes sospecharon desde el principio que la empresa no era de fiar, se cumplió y el caso es que llovía sobre mojado porque el pasado año ocurrió lo mismo con otra empresa como ésta, incompetente. ¿Cuándo se darán cuenta los Ayuntamientos que inclinarse por el mejor postor no es conceder la adjudicación a la oferta más barata, sino estudiar primero cuales son las empresas serias presentadas?. Serias por su trayectoria, su honradez y sus contrastados hechos en las plazas que regenten y obrar después en consecuencia.
Se ahorrarían primero las desfavorables opiniones que genera el pueblo ante la incapacidad del consejo sectorial taurino para gestionar con acierto estas concesiones.
Segundo el tener que enredarse en medidas jurídicas ante los incumplimientos de las empresas y tercera, no tener que buscar de urgencia porque el tiempo apremia y cabe el riesgo de que las fiestas se queden sin toros. Alguien ha dicho una frase que he recogido y que puede tener cierta verdad: “Si los pseudo-empresarios hacen de las suyas es, probablemente, porque se sienten “amparados” por sus amigos que están de “autoridades”
Felizmente el Ayuntamiento de Soria ha encontrado solución para sus festejos taurinos de las Fiestas de San Saturio, Patrón de Soria, esta vez con una empresa de las que merecen confianza. Está claro que en todo momento los Ayuntamientos deberían conocer bien con quiénes trabajan, así se evitarían los sinsabores, Es arriesgado dar cobijo a empresarios novatos, arribistas, que ensucian con sus comportamientos el panorama de nuestra querida Fiesta Nacional.
Francisca García
Madrid, 29 Sptbre. 2024
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