lunes, 16 de enero de 2012

Asotauro responde al Alcalde de Bogotá

Asotauro responde al Alcalde de Bogotá 

Sección: Comunicados, Internacionales

* Luis Alfonso García Carmona firma el Derecho de Petición dirigido al Alcalde de Bogotá

* Vea, al final del texto, la respuesta breve del Alcalde a la petición de Asotauro

por: César Omaña

Director de venezuelataurina.com

Luego de las declaraciones emitidas por el nuevo alcalde de Bogotá: Gustavo Petro, quien se manifestò en contra de las corridas de toros y parece amenazar con cerrar la Plaza de Toros Santamarìa de Bogotà, la Asociaciòn pro defensa de la Fiesta Brava: Asotauro, representada por su director, emitiò un comunicado soicitando un Derechoo de Peticiòn en el cual respetuosamente pero con argumentos legales y bastabte sólidos en otros casos, le recuerda al Alcalde que está faltando a su juramento y a las leyes con esta declaración.

Le hace referencias jurìdicas a las decisiones que han venido amparando la fiesta taurina en Colombia; así como del articulado que como Alcalde, está obligado a cumplir y de cómo debe respetar a los ciudadanos aficionados a las corridas de toros y no conculcar sus derechos mediante esas declaraciones dadas.
Finaliza de esta manera: "mediante este derecho de petición solicito a Usted, abstenerse de dar declaraciones públicas y tomar decisiones administrativas enderezadas a perjudicar o a impedir la celebración de corridas de toros en la ciudad de Bogotá"

--TEXTO DEL COMUNICADO DE ASOTAURO

DERECHO DE PETICIÓN AL ALCALDE DE BOGOTA
SÁBADO 14 DE ENERO DE 2012

Señor
Gustavo Petro
Alcalde de Bogotá.

Ha sido investido Usted, por el libre juego democrático, del poder de gobernar a todos los habitantes de la capital de la República y, entre ellos, se encuentran los amantes de las corridas de toros. En lugar de comenzar su mandato con agresiones públicas a esta manifestación artística y cultural, protegida y reglamentada por la Ley, sus gobernados esperan que empiece a cumplir con sus obligaciones, con arreglo a la Constitución y a las leyes que juró defender, y no en contra de las mismas.

El ejercicio de sus funciones debe estar enmarcado por la legalidad (sujeción a lo dispuesto por la Ley), la igualdad y a la imparcialidad (gobernar para todos por igual, incluidos los aficionados a los Toros), como lo dispone el artículo 22 de la Ley 734 de 2002 (Código Disciplinario Unico). El incumplimiento de sus deberes y la extralimitación de funciones la sanciona el art. 23, ibídem.

Por si lo ha olvidado, le recuerdo que el artículo 1º. de la Ley 916 de 2004 establece:”Los espectáculos taurinos son considerados como una expresión artística del ser humano”. En contra de esta norma se han presentado múltiples demandas de inexequibilidad, las cuales siempre han sido falladas por la Corte Constitucional declarando su exequibilidad y aclarando de paso que la Tauromaquia constituye una manifestación cultural que forma parte del patrimonio cultural de la Nación.(Sentencias C-1192 de 2005, C-246/2006 y C-115/2006)

Es deber del Estado, a todos los niveles, por mandato constitucional, proteger y fomentar nuestro patrimonio cultural, del cual, como lo reconoce la Ley y la Jurisprudencia reiterada de la Corte , hacen parte las corridas de toros.

Por consiguiente, su amenaza de terminar con las corridas de toros y de dedicar la Plaza de La Santamaría a otros espectáculos, constituye ni más ni menos que una abierta violación de las normas que Ud. juró acatar. (Arts. 7, 16, 18, 20, 52, 70 y 71 de la C.P.; 7, 8 y 9 de la Ley 84 de 1989; Ley 916 de 2004). Y, además, por tratarse de conceptos manifiestamente contrarios a la Ley, pueden tipificar el delito de prevaricato por acción, de conformidad con lo estatuido por el art. 413 del C. Penal, modificado por el art. 14 de la Ley 890 de 2004.

Está Ud. mal informado cuando se refiere a los festejos taurinos como un espectáculo alrededor de la muerte del animal. No, las corridas de toros giran es sobre el arte de torear, así definido por la propia Academia de la Lengua. Arte que en sí mismo, contiene elementos estéticos y dramáticos, como la pintura, el ballet, o el teatro. Pero, además, es un espectáculo artístico que lleva implícitos valores éticos: el heroísmo, la disciplina, la responsabilidad, el deseo de superación, valores que sirven de modelo en medio de un mundo materialista que rinde culto a tantos dioses de barro.

A su turno, el arte del toreo, ha dado lugar a obras cumbres en la literatura, la pintura, la escultura, la música, el cine, etc; o, ¿acaso no representan nada para Ud. las obras de García Lorca, Hemingway, Miguel Hernández, o Vargas Llosa? O, ¿las pinturas de Goya, Dalí, Picasso o Botero? O, ¿las notas de la ópera Carmen, de las zarzuelas, de los pasodobles taurinos?

Que el espectáculo taurino hace parte de nuestra cultura no lo puede Ud. negar. Con la Religión y la Lengua , los españoles nos trajeron las corridas de toros, que se celebran en pueblos y ciudades de nuestra geografía desde la época de la Colonia. Así como respetamos las etnias indígena y afroamericana, no podemos renegar de nuestro ancestro hispánico.

Con el pretexto de defender los supuestos derechos de los animales con sus descabelladas propuestas, está Usted conculcando los derechos de la persona humana, consagrados en la Constitución y la Ley, como la libertad para asistir a un espectáculo, el libre desarrollo de la personalidad, el libre acceso a una manifestación artística, el derecho al trabajo de todos aquellos que laboran para la actividad taurina, etc.

No entendemos su crítica a la muerte del toro en el ruedo. ¿Qué es lo que en su concepto está mal, matar al animal, o matarlo para un fin diferente al de comer su carne? O, ¿acaso, lo que es condenable es matarlo en público? Desde que el hombre existe, siempre ha matado animales por diversos motivos. En el caso de los pollos y los cerdos, su muerte ocurre después de un largo cautiverio contrario a la naturaleza del animal. El toro de lidia, por el contrario, recibe una muerte acorde con su naturaleza agresiva, y después de una vida llena de cuidados con el más alto nivel de bienestar durante su existencia.

Contrasta esta posición suya en contra de la muerte del toro en la arena, con su pasado como parte de un grupo guerrillero dedicado al asesinato de personas y a la perpetración de actos terroristas, en nombre de supuestos ideales políticos. De manera que, ¿la vida de un ser humano no vale nada si se arrebata en nombre de unas creencias que se quieren imponer a la fuerza, pero es condenable la muerte de un toro bravo que nació para pelear y morir peleando y no para recibir un indigno ajusticiamiento en un matadero?

Quiere ahora presentarnos una nueva imagen suya hablando de la política del amor. Empecemos, entonces, con ser tolerantes con las opiniones y los gustos ajenos. Respetamos que no le gusten las corridas y no quiera asistir a ellas. Cada uno es dueño de su propia sensibilidad. Pero no podemos imponer nuestro criterio a los demás por la fuerza del poder. Esa nueva división que pretenden crear ustedes, los enemigos de la Tauromaquia, entre taurinos y antitaurinos, ningún beneficio le hace a la paz de Colombia. Ya tenemos suficientes conflictos para agregarle uno más a este sufrido país.

Lo que prima en el pensamiento moderno es el respeto a la diversidad cultural. En un mundo invadido por la cultura anglosajona con tendencias materialistas y consumistas, debemos preservar nuestra individualidad cultural. La corrida de toros es el evento no religioso más antiguo que permanece vigente en nuestros días.

Si lo que se desea es proscribir la violencia, comencemos por terminar con la violencia entre los seres humanos, en la cual Bogotá ocupa uno de los récords menos envidiables. Si hay un espectáculo donde la violencia brilla por su ausencia, ése es la corrida de toros. No ocurre lo mismo con el fútbol, por ejemplo. Se matan los hinchas en los estadios, en las afueras de los mismos y hasta en los buses que llevan aficionados de un equipo de una ciudad a otra. Y ¿qué decir del boxeo, donde dos seres humanos tratan de matarse a golpes y a veces lo consiguen? No por ello se nos ha ocurrido pedir que se acabe con estos espectáculos.

En consecuencia con lo anterior, haciendo uso de los derechos que la Constitución y la Ley me otorgan como ciudadano, mediante este derecho de petición solicito a Usted, abstenerse de dar declaraciones públicas y tomar decisiones administrativas enderezadas a perjudicar o a impedir la celebración de corridas de toros en la ciudad de Bogotá y, en su lugar, dar cumplimiento a sus deberes de fomentar y proteger, con los recursos y la infraestructura del Distrito a su cargo la actividad taurina como parte integral del patrimonio cultural de la Nación .

Recibo notificaciones en la Carrera 79 A 32-29, Medellí

Atentamente,
LUIS ALFONSO GARCIA CARMONA
C.C. 3.321.876 de Medellín

Director Ejecutivo de ASOTAURO

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