MADRID. S.I.16.LOS MATICES / por Antolín Castro / Fotografías Andrew Moore

No a todos les proporcionan la misma comodidad 

para trabajar, de ahí los matices

"...Las tres figuras, como pasa con sus mayores, han pasado por Las Ventas, con mucho mimo, por primera y última vez como novilleros. Nada afectará sus alternativas, pero Madrid no les ha concedido el sobresaliente que venían buscando. Quizá sean sus protectores y veedores quienes les hayan hecho más daño, no la afición de Madrid..."

Álvaro Lorenzo

"...Alguno dirá que porqué no se le ha dado la oreja a Álvaro Lorenzo y la explicación es muy simple, sencillamente porque no había pañuelos suficientes..."

LOS MATICES

Antolín Castro 

Fotografías Andrew Moore

S.I.16.- Es frecuente discutir de méritos y deméritos en las actuaciones de los toreros, sin embargo solo es cuestión de matices. A unos les gustan más unas cosas y otros reniegan de esas mismas cosas, cuestión de gustos en algunos casos y cuestión de conocimientos en otros. Hoy mismo hemos visto esa prueba.

Muchos de los aficionados, alrededor de cinco mil, vienen habitualmente a las novilladas en Las Ventas y otros, hoy serían unos ocho mil, no vienen, si fuera lo contrario se registraría más de media plaza cada domingo de abril, cosa que no ha sucedido ni un solo domingo.

Muchos se preguntarán que qué quiere decir esto y yo voy a intentar explicarlo. Lo primero que hemos de concluir es que los cinco mil que vienen habitualmente tienen más rodaje como aficionados que los otros. Lo podrá discutir quien quiera, pero es indiscutible. Lo segundo es que ven qué trapío se traen los novillos en esos domingos y cuál ha sido el de esta tarde. Este cambio es explicable ya que llegaban las figuras de la novillería y tal es el cuidado a aplicarles que se les ha ido la mano. La presencia de los novillos de hoy dejaba mucho que desear, aparentado alguno la de eral para novillada sin caballos. Y no me negarán que este matiz no condiciona al aficionado exigente, mientras les trae al fresco a los otros.

Alguno dirá que porqué no se le ha dado la oreja a Álvaro Lorenzo y la explicación es muy simple, sencillamente porque no había pañuelos suficientes. Es decir, los ocho mil ni siquiera han sacado el pañuelo todos. Hay que convenir que cada torero tenía sus seguidores y a pesar de formar parte de los ochomiles no sacaban pañuelo para el rival. En conclusión: si no hay pañuelos no hay oreja. Luego, cuando la vuelta al ruedo, los cincomiles -que también eran más que los que pidieron la oreja- han protestado. Y es que en cuanto a matices, no habrían visto la faena de Lorenzo con el ajuste ni ante el enemigo que les hubiera satisfecho.

Yo no suelo inclinarme deliberadamente a un lado u otro, simplemente constato lo que allí ha pasado. Cuestión de matices son también las banderillas del cuarto y del sexto. Puestas en el novillo han estado, pero de forma muy diferente. Esos matices han hecho que la gente haya reaccionado de distinta manera con Iván García, ovacionado, que con Candelas que ha sido muy cuestionado. Las cosas, todas, no pueden ser medidas por igual. Y si no eres chino, y estás bien documentado, sabes distinguir esos matices.

Por eso, al final, Varea ha sido tomado en cuenta, tras de tener la mala fortuna de encontrarse con un inválido en el primer turno, ha dejado los pasajes mejores de la tarde con capote y con muleta, por supuesto sin llegar a mucho, dada la mala condición, de los novillos de El Parralejo.

Ginés Marín venía precedido de fama de torero con cierto duende, pero los animales que le han tocado hoy no eran útiles para emocionar a nadie… que no sea parte interesada. El Ginés Marín anunciado no ha venido o no ha podido estar, cuestión de matices.

Las tres figuras, como pasa con sus mayores, han pasado por Las Ventas, con mucho mimo, por primera y última vez como novilleros. Nada afectará sus alternativas, pero Madrid no les ha concedido el sobresaliente que venían buscando. Quizá sean sus protectores y veedores quienes les hayan hecho más daño, no la afición de Madrid. Y si eso es discutible, seguramente lo es por cuestión de matices. Y es que los matices afectan, y mucho, al resultado final.